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jueves, 31 de octubre de 2013

LA DESVERGÜENZA E INDIGNIDAD DE UN MINISTRO


 Hace algunos años, cuando yo era un chaval, tenía una vecina mayor, de las de pelo blanco y moño de “roete”, que cuando la criticaban decía siempre lo mismo: “tenían que picarle la lengua pá albóndigas”. No, no voy a contar una anécdota costumbrista ni mucho menos.

Viene a cuento el tema porque el Sr. Ministro, el Excelentísimo Señor don José Manuel Soria López, hace algo menos de un año tuvo la osadía de catalogar como privilegiados a los mineros leoneses del carbón. Sus argumentos eran de auténtico peso: gracias al ERE promovido por su Ministerio y apoyado por su Gobierno, iban a poder seguir conservando el puesto de trabajo que tenían y, además de “ganar un buen sueldo, se jubilan muy jóvenes”.

“Picá pá albondigas” que diría mi antigua vecina.

Eso de ser minero la verdad es que es un auténtico privilegio: hombre, ganar la verdad es que algo menos que el Sr. Soria si se gana, pero se compensa con mantenerse en forma gracias al gimnasio a mas de 1.000 metros bajo tierra. Allí todos los mineros tienen sus pesas (en forma de pico y pala, pero a fin de cuentas con ellas pueden hacer abdominales, pectorales, fortalecer los glúteos, etc.), también cuentan con sauna gracias al microclima especialísimo de las galerías de la mina, enriquecido con vapor de agua, pueden fortalecer los bíceps empujando las carretillas, aumentar la capacidad pulmonar aguantando la respiración cuando hay bolsas de grisú, etc.

Lo dicho, que trabajar en la minería es un privilegio del que pocos pueden presumir, solo los mineros leoneses y pocos más. Y encima, con la excusa de la silicosis, tienen la ventaja de dejar de trabajar jóvenes y disfrutar de la vida con el “peaso” de pensión que les queda. Y de jubilarse mucho antes que los demás y paga de las gordas. ¡Pues así y todo, se quejan!.

En tanto el Sr. Soria es un sacrificado: todos los días tienen que montarse en el Audi A8 que le recoge en su casa (pagada por cierto por el Gobierno con dinero de todos los españoles), tiene que asistir al Congreso de vez en cuando para salir en la tele oficialísima, ir a las sesiones del Consejo de Ministros, hacer viajes en aviones privados, subirse en AVE en clase Club, etc. Todo un rosario de sacrificios que hace este prohombre de la patria, en beneficio de los malditos e insatisfechos ciudadanos. ¡Y encima hasta osamos criticarlo!. ¡Es que somos unos desagradecidos!. ¡Y total por algo más de 9.000 eurillos al mes entre fijos y dietas!. Es que no entendemos como se sacrifica por nosotros.

Una de dos o al Excmo. Sr. Ministro le sobra el tratamiento o le falta dignidad. Porque lo que es a los mineros les falta ser tratados como personas dignas y que sea considerado su trabajo como debería ser: un oficio de los más peligrosos que hay.

Y una pregunta final ¿No será Ministro el Sr. Soria por su parecido con el amigo de Bush?, porque por otros meritos…  


Nino Granadero.