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miércoles, 30 de enero de 2013

LA OPOSICION DE LA OPOSICION

Es que no paran. No se enteran que ahora son ellos los del gobierno y no la oposición. Estos chicos del PP no acaban de ver las cosas como son. ¡Señores del PP que vdes. son los que han ganado las elecciones, que vuestro líder (?) es el Presidente del Gobierno desde hace más de un año!. Nada que no hay forma. Claro que siendo, supuestamente el lider D. Mariano, es normal que el resto del patio ande como anda. Si Don Mariano es el más listo, el resto de la tropa no debe tener un nivel muy “p’allá”.

Ahora resulta que negociar es para el PP que los demás hagan lo que ellos digan. La oposición tiene que obedecer ciegamente los planteamientos del Gobierno. “O firman vdes. lo que nosotros digamos o les acusamos de traicioneros a la patria (término con solera)” parecen decir los mariano’s boys.

Negociar es sentarse, ceder, mirar el interés general y no el partidario. Escuchar al que está sentado en el otro lado de la mesa, pensar que a lo mejor el adversario político puede tener algo de razón y que ese algo, aunque sea mínimo, puede beneficiar a la ciudadania. Negociar no es, por mucho que se empeñe el partido que sustenta al Gobierno, la obediencia ciega por parte de la oposición. Y si los señores del PP no están dispuestos a ceder, aunque sea una mínima parcelita, es que no saben el significado de la negociación. Claro que éso, el no comprender lo que es una negociación, es algo que les queda muy lejos a los chicos de D. Mariano. Negociar es que los demás se dobleguen a las órdenes de los peperos. Y, mire vd. ¡ no es eso, no es eso !.

Que nadie vaya a pensar que estamos defendiendo a la oposición. Nada más lejos de la realidad. Pensamos que la oposición anda descerebrada, sin guía intelectual y dando palos de ciego, al menos la formación mayoritaria de la oposición. Todavía no han conseguido desprenderse del sentimiento de culpa por el rosario de errores que cometieron cuando estuvieron en los bancos azules.

Entre tanto D. Mariano sigue el camino que le traza su jefa la Sra. Merkel, aunque lo deje tirado, como en esta ocasión. A ver D. Mariano, a ver si se entera vd. que su paseo en Chicago con la Jefa no fue en góndola, que las góndolas están en Venecia. Ese paseo fue en barcaza de motor y entre vulgares rascacielos de cemento, y le permitió la Sra. Merkel su compañía porque todavía tenía que trincar lo que le debían los bancos españoles a sus bancos alemanes. Que no tenía aquel paseo ningún sentido romántico como vd. parece empeñado en creer. Es que Vd. se confunde, aquello no era una luna de miel. Si cambia vd. la m de miel por una h, seguro que acierta.

Y mire Vd., Sr. Rajoy, que la teutona le dice las cosas claritas: “que si quieres que tu país gane dinero, exporta a América Latina”, es lo último que le ha dicho; pero Vd. no se entera. Verá D. Mariano, la Sra. Merkel ya ha conseguido lo que quería: que los bancos españoles le pagaran las deudas a los bancos alemanes, y ahora “Alemania ya ha hecho todo el esfuerzo que debía”; por lo que el problema D. Mariano es de vd. y no de la alemana. Lo que no se entiende es cómo no se le cae la cara de vergüenza que siendo presidente de nuestro país, le trate así un dirigente extranjero, por mucho que sea presidente de Alemania. Nos viene a la memoria el tontorrrón del patio de la escuela recibiendo collejas, cuando no era acoso escolar, por nenaza.

La verdad, nos dá vergüenza ajena el papelito que está haciendo vd., Sr. Rajoy. Ya no le valen ni tan siquiera los recortes; y mire que se lo han dicho, por activa y por pasiva, personas sabias: que los recortes tan sólo llevaban a la pobreza y al desierto económico a nuestro país. Y usted obedeciendo, cual perro faldero, a la chica de cara y mente cuadriculada. A lo mejor, le insistimos, es hora de hacer lo que ya está anunciando Inglaterra, dejar la tartana con aspiraciones de grandeza en la que se ha convertido la U.E.

Están en la calle, en la mente de los ciudadanos, las sospechas de corruptelas, de abandono de la justicia, la dejadez del gobierno, los rumores de sobres con dinero negro, las denuncias de contratos preparados, el supuesto trato de favor en ayuntamientos gobernados por su gente, dietas cobradas por diputados, tambièn por vd. (están circulando las nóminas), que viven en Madrid (parece que son legales, lo de que sean morales…), banqueros que se llevan millones por hundir la entidad, etc. Cada vez la ciudadanía está mas desorientada, harta y asqueada.

Ya va siendo hora de limpiar el patio de su partido, D. Mariano. Ya no vale la técnica del ventilador. El personal, los ciudadanos, ya no caen en la trampa de que los de enfrente están de mierda hasta las cejas. El problema es que los suyos, Sr. Rajoy, tienen todas las pepeletas de que, al menos aparentemente, han metido la mano hasta el codo. Y la sospecha de corrupción hay que alejarla, poniendo los mecanismos para que la transparencia, esa que a vd. le llenaba la boca en la campaña electoral, se manifieste de una vez. Los ciudadanos queremos una limpieza a fondo. Y son vdes. los políticos los responsables, sobre todo los que detentan el poder, los que tienen que acometer la colada de la ropa sucia.

Cada vez, Sr. Rajoy es más el partido que sustenta su gobierno y el propio gobierno, el que hace el ridículo papel de oposición de la oposición. Se dedican vds. a ir contra el resto en lugar de gobernar que es para lo que lo han elegido los españoles. Ya ha pasado el tiempo de echar las culpas a los demás, la herencia ya no cuela, que ya vamos por 6 millones de parados. Menos mal, Sr. Rajoy que la reforma laboral, la que vd. hizo, según su ministra de trabajao, está dando sus frutos. Sencillamente D. Mariano, o está ministra tiene perdido el norte o es que el cinismo le rebosa.

O a lo mejor es que vd., D. Mariano, no dá mas de sí y es tonto, sencillamente y sin rodeos.

Nino Granadero

miércoles, 23 de enero de 2013

LOA A NUESTROS DIRIGENTES Y GOBERNANTES

Sin motivos para cabrearse, los españoles lanzan sus vítores a los cuatro vientos mostrando de esta manera sus alegrías por lo bien que les van las cosas. Todos los países del mundo mundial están que se suben por las paredes porque ellos son incapaces de encontrar la formula para llegar al desarrollo y al alto nivel de vida alcanzado por España. La crisis por la que atraviesan estos países es de escándalo y al borde de la quiebra. En España, esto, esto no sucede. Al contrario, todo son brotes verdes por lo que no tiene por qué preocupase. Eso si, los españoles y españolas disfrutan de una calidad de vida que para los países del resto del globo terráqueo quisiera. Es tan alto el índice de bienestar social en España que se permite tener, aparte de los jubilados por su edad laboral y prejubilados por distintos motivos, a más de seis millones de españoles y españolas de vacaciones permanentes a gastos pagados y sin problema alguno. En ocio. En puro ocio. Es un lujazo pertenecer a esta sociedad. Es la envidia de todos. En todos los foros internacionales es la comidilla de todos los días. Como la abundancia es lo que prevalece en todos los quehaceres de la vida de la sociedad española, sus representantes políticos están aburridos por no tener que ocuparse en resolver problema alguno, y así los vemos en los parlamentos, o en el senado, o en las diputaciones, o en los ayuntamientos, o en las mancomunidades o donde se requiera su presencia, en entretenerse en ver revistas pornográficas, o prensa diaria, o echándose un sueñecito o qué se yo, sin que ello soliviante a sus ciudadanos, al contrario, se alegran de que esto suceda. ¡Faltaría más!

Y si España ha llegado a estar como está hoy no es por casualidad. No. Es el trabajo del día a día y de muchos años. Mucho sacrificio y esfuerzo. Cuanto esmero puesto en el trabajo sin tener en cuenta la duración de los tiempos para que los negocios se hicieran con pulcritud empleando días y noches y hasta madrugadas, si eran necesarias, haciendo grandes esfuerzos en participar en buenas y lujosas comilonas y orgías nocturnas para vender bien los productos, más que un esfuerzo, un sacrificio, pero todo, todo por amor, por patriota y por España. ¿O no?

El trabajo bien hecho da sus frutos y por eso España está donde está. ¿Motivos para quejarse? Nooo. Que vaaaa.

¡Claro! todo esto se lo debemos los españoles y españolas a los que nos han guiados y gobernados durante tantos años. Y así ocurre y así se lo reconocemos sus compatriotas. ¿Como no felicitarnos por tantas y tantas acciones de nuestros políticos? ¡Claro que sí!

Y les reconocemos las magníficas labores en recalificaciones de terrenos de los Gil y de tantos alcaldes de tantos ayuntamientos; de esos viajes útiles pernoctando en hoteles sin lujo alguno para hacer valer los productos de España; de las comidas humildes y dietas escasas; de despachos de Bellot y del ex presidente de la Xunta de Galicia, sin privilegio alguno, ni drogas, ni nada de señoritas de compañía; nada de entresijos de los Barrionuevo, ni de los Corcuera y ni de los Roldán; de la buena administración de los dineros públicos en proteger los hipopótamos de Gambia; en primar millonariamente a los partidos, a los sindicatos y a la patronal para el buen funcionamiento y el progreso en el bienestar social de España; el buen hacer de Fabra en Alicante, también la buena gestión del presidente de la Cruz Roja o de la antigua directora del Museo del Prado; el buen montaje de Filesa del PSOE; la inteligencia de Pepiño; la red de AVE con que se ha dotado a sitios donde no pasa ni dios, pero por si pasa; el tirar la casa por la ventana en hacer aeropuertos para exposiciones permanentes sin uso, pero como tenemos dinero en abundancia, pues se hace por si acaso algún caprichoso se le ocurre llegar allí por aire; los españoles y las españolas premiamos a gente como Urdangarín por montar el caso Naos, a las entidades bancarias Bankia, Caixa Cataluña; Banco de Valencia, etc… por su contribución al progreso de España; a la Junta de Andalucía por sus ERE; al florecimiento del caso Gürtel, al caso Pujol y a la excelente noticia del Palau de Barcelona y por supuesto a esa gran acción de estos últimos días por su patriotismo y su solidaridad de Barcenas en ayudar a Suiza en depositar allí 22 millones de euros. Todo lo anterior se lo agradecemos y se lo reconocemos a nuestros dirigentes y gobernantes. ¿Cómo no? Somos generosos y agradecidos. Nos va bien las cosas y … ¿Por qué no compartir?

No podía dejar de felicitar en esta loa a nuestro Presidente Mariano Rajoy por haberle tomado la medida a la señora Merkel y hacerle entender que no le valen sus artimañas y que si continúa por ese camino emprendido desde hace ya algún tiempo, no va a tener más remedio que intervenirle.

Sin coña alguna y ya de verdad, felicitar al Rey Juan Carlos, por su humildad, por pedir perdón por haberse pasado tres pueblos, aunque yo sea Republicano.

Simón Candón 23/01/2013

martes, 22 de enero de 2013

MANTENER LA DISTACIA

A pesar de los deseos de mantener la distancia, no se puede dejar de lado la obligación moral. Y los escándalos con los que nos están torturando la clase política española nos obliga a denunciar públicamente el tejemaneje de estos politicastros.

Son ya demasiadas las desvergüenzas, demasiados los nombres que han salido a la palestra, para permanecer en silencio. Son demasiados los abusos cometidos bajo el escudo de la inmunidad parlamentaria. Nombres como Botín, Aznar, Mas, Cospedal, Rato, Zaplana, Serra, Boyer, Folgado, Matutes, Acebes, Pujol y un largo, larguísimo etcétera, hace que se nos sonrojemos sintiendo vergüenza ajena.

Y lo más vergonzante es la amenaza lanzada nada más y nada menos que por todo un Sr. Presidente del Gobierno de que quien ponga en duda la honorabilidad de su partido, va a ser demandado. Esa amenaza recuerda tiempos pasados y que suponíamos olvidados. Al Sr. Rajoy hay que recordarle que las sospechas de irregularidades se limpian con una investigación a fondo y haciendo públicos todos los datos. Las amenazas son métodos represivos de la época anterior a nuestra democracia. Que después de casi 40 años se vuelva a recordar comportamientos de la gente del generalito como decía aquel “manda huevos”. Aunque también puede ser que Don Mariano se haya puesto nervioso, algo impropio en todo un Presidente del Gobierno que además, según dice, no tiene nada que ocultar. ¿Dónde quedó la tan prometida transparencia?.

Los escándalos se van sucediendo cíclicamente como si se tratara de algo cotidiano, de lo más normal, etapas de la vida que se han de recorrer. Y los escándalos, los comportamientos delictivos, aunque tengamos que poner a continuación el adverbio derivado de presunto, no son algo que se enmarque dentro de la normalidad, al menos de la normalidad democrática. La democracia no está reñida, es más debe conllevar, ética, dignidad, honradez y vergüenza. Y da la impresión de que nuestra actual clase política parece haber olvidado esos postulados.

Casos como los de los EREs de Andalucía, el Caso Fabra, el caso Filesa, Naseiro, el de los “trajes”, el caso Gürtel, los ahora aflorantes y supuestos sobres negros, etc. , son algo indigno, pestilente y vergonzoso para toda la sociedad española. Al menos a los ciudadanos se nos cae la cara de vergüenza por haber elegido este tipo de representantes. Da la impresión de que se han cerrado en falso algunos procedimientos. Al menos esa es la sensación que da al saber de las actividades del Sr. Bárcenas. En tanto que se han dado mucha prisa en eliminar granos molestos, como el Sr. Garzón.

Hay algunas consideraciones que hacer a lo dicho, al hilo del tema de los sobres negros, por la Sra. Cospedal: se trata, supuestamente, de dinero negro que ha ido a manos de personas públicas, que ocupaban, y siguen ocupando, puestos para los que han sido elegidos por los ciudadanos. Los ciudadanos por tanto tenemos derecho a una información meridianamente clara, y la clase política la obligación recíproca de esclarecer y facilitar la investigación pública. Si se han manchado manos con dinero sucio, y no damos por sentado que sea cierto ya que planteamos el derecho a la inocencia mientras no se demuestre lo contrario, hay un doble delito: fraude a la ciudadanía y fraude fiscal. Si se demuestra que existen los delitos que caiga el peso de la ley sobre los culpables. En otros casos, como el de la tonadillera y el ex-alcalde, bien que se pretende, con justicia, un castigo ejemplar.

Asombra que se diga por la Sra. Cospedal que no tiene conocimiento de la existencia de sobres, que no hay reflejos en la contabilidad oficial de estos hechos, que no hay caja B. Evidentemente lo que no entra oficialmente ni sale oficialmente, no se refleja en ningún lado. Lo de que exista o no es lo que hay que averiguar. No bastan Sr. Rajoy y Sra. Cospedal con una auditoria interna y el encargo de una auditoria externa; el caso debe ser investigado, sin que haya ingerencias políticas, por la policía y por los servicios de inspección de la Agencia Tributaria. Y a partir de las conclusiones, si procede, plantear sendas denuncias contra los que haya que ir aunque la lista se componga de un rosario de nombres. Eso es lo que hay que hacer y dejarse de parcheos. Lo demás es ofender la inteligencia de la ciudadanía.

Porque que no olvide nuestra clase política, a la que nos ha tocado el purgatorio de sufrir, que en otros tiempos el comportamiento de los políticos, al menos de la mayoría, estaba en los parámetros de la honradez, le ética y la vergüenza. Quizá es que esté haciendo falta, con urgencia, una regeneración de los tres poderes que vertebran este país: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. A lo mejor la regeneración debería hacerse en profundidad, en mucha profundidad.

Nino Granadero

viernes, 18 de enero de 2013

OBRA DE TEATRO EN TRES ACTOS: LOS EMBAUCADORES CORRUPTOS


Al túnel de la corrupción no se le ve el fin. No sabemos en qué tramo del mismo estamos. Es verdad que de vez en cuando y cuando interesa a “alguien”, se enciende una tenue lucecita para que del todo no nos quedemos ciegos, pero es que duelen tanto los ojos cuando esto sucede, que estamos deseando, unos más que otros, que se vuelva a apagar esa lucecita para, de nuevo, no ver nada. ¡Claro y así nos va!

Grandes líderes. Destacados estadistas. Eminentes personajes del mundo mundial. Muchos de estos se nos presentan como referentes en comportamientos éticos, morales y solidarios. Vamos, como guías a seguir en el modelo de vida de la brega diaria para la paz y el bienestar de la humanidad. ¡Qué ingenuos!

Siempre los mismos argumentos. Y se les ven por los foros nacionales e internacionales. Se les aclaman en grandes mítines. Se les oyen o escuchan, según los receptores, en conferencias. Se atreven aconsejar. Se atreven a decir y marcar el camino a seguir. Se atreven a censurar al pueblo en lo ético y a moralizar en su comportamiento, incluso muestran su solidaridad con aquellos que cambian de aptitud en hacerles caso en el mensaje de sus arengas. Y salen con cazadoras de ante o chaquetas de pana para hacerse más cercanos, sin que les falten los pantalones vaqueros, como si de excursión al campo se tratara.

Representado el primer acto, vienen los aplausos, las alabanzas, los vítores, los silbidos, los griteríos en forma de éxito y con ello el saludo, el abrazo y el descanso. Y con el descanso, se da riendas sueltas al disfrute en un instante. Se aprovecha ese tiempo para cambiar el decorado para continuar la representación de la obra.

Y así llegamos al segundo acto en donde los “actores” prometen todas las lindezas de sus sabidurías y activan sus vericuetos en la forma de actuar. Despojados de ropajes cercanos y vestidos con nuevas indumentarias, tratan, detrás del muro de la vista y las apariencias, de ejecutar las mejores faenas en el arte de las pillerías, aprovechando las circunstancias en las que el público está entregado, ciego y alucinado, para llevarse, descaradamente y sin tapujos todo lo que la “obra” les ofrece y les permite. Termina el segundo acto precipitadamente entre los enfados de los asistentes y la protección de los bedeles, echando el telón de fondo para que en un tiempo no se les vean.

La obra continúa. El descanso se alarga más de la cuenta. Tratan de justificar el intervalo. Y mientras tanto, entre bambalinas, los actores se mofan de los espectadores y disfrutan del éxito del primer acto.

En el tercer acto salen los personajes con caras de circunstancias, como si no hubiera pasado nada y con desparpajos para llegar al final de la obra, dando explicaciones ambiguas y exculpando el guión seguido o impuesto para beneficio propio, mientras tanto, el patio de butacas está cabreado y arremolinado, y para calmarlo, se le va filtrando noticias interesadas, rebajando la intensidad de la tragedia, al objeto de que el final de la misma, la representación de la obra sea considerada como un éxito. Sin embargo, el patio de butacas se ha quedado a oscuras sin que nadie le haya dado al interruptor de encendido para poder salir del recinto con luz, aunque sea artificial.

El último monólogo de algún actor o actriz ha sido: “ese señor tiene vida privada aparte y el partido también tiene vida propia, de modo que no tiene nada que ver con nosotros”

Y desde el patio de butacas salió un grito desgarrado: “ver para creer, cabrones”.

Simón Candón 18/01/2013

jueves, 10 de enero de 2013

FALLA EL SISTEMA

Ya venimos diciéndolo de forma reiterada: el problema es que el sistema no vale. Y el problema no es nuevo. No queremos decir que el sistema democrático sea malo, sino todo lo contrario: la democracia es la única alternativa. El problema es que el sistema político español se nos ha quedado desfasado. Los que ocupan los diferentes escaños en el Parlamento tienen muy poco en común con los que los votaron; es más nos atrevemos a decir que no hay conexión entre los ciudadanos y sus representantes políticos. Y no es porque los ciudadanos no hayan votado las listas en las que iban, sino porque los compromisos que adquirieron no se parecen en nada a lo que están haciendo.

Hay voces que están pidiendo, a la menor oportunidad, la reforma constitucional. Desde aquí decimos que hay algo mucho más importante que la deseada reforma de nuestra carta magna: es necesaria, y de forma urgente, la reforma de la Ley Electoral. Son varios los motivos que validan esta afirmación. El primero y más importante es que es preciso incluir en la Ley Electoral el concepto de Contrato Electoral. Es indispensable la inclusión para exigir responsabilidad, legalmente, por los incumplimientos y por los cambios de rumbo. Es necesario que de una vez la clase política asuma responsabilidades y que estas responsabilidades puedan ser exigidas por los ciudadanos ante los tribunales. Las formas y las consecuencias de esta nueva figura legal, es cuestión de plasmarlas.

Pero además ya está bien que el sistema electoral beneficie a las mayorías de forma muy descarada, desvirtuando lo expresado en las urnas por los ciudadanos. Así hay formaciones políticas, además de las dos mayoritarias, a las que les cuesta muchos menos votos un diputado que a otras. El caso de los partidos nacionalistas chorrea injusticia por todos los costados. Aún cuando sea legal, no deja de ser injusto que formaciones con más del doble de votos ciudadanos que las nacionalistas, consigan la mitad de representantes. Todos sabemos muy claramente a qué nos referimos. Esta es la segunda gran reforma que es urgente abordar.

Una vez hechas estas reformas en profundidad, podremos discutir si es precisa o no la reforma constitucional, en qué apartados, donde habría que poner los límites, etc. Lo demás es echar una cortina de humo de una forma u otra (nacionalismos separatistas, reformas laborales, salidas de la crisis, etc.). Lo primero y más urgente es que los representantes de los ciudadanos sean de verdad sus representantes y no que exista, como ahora, un distante foso.

De esa forma, identificando votos y representación, es cómo se puede controlar al Gobierno, cómo se puede exigir a quien tiene la misión de llevar este país adelante. Cómo, en definitiva, se puede conseguir una democracia más cercana y más real. Cómo se puede identificar la clase política con los votantes, cómo los ciudadanos pueden ver a sus representantes, elegidos por ellos, como portavoces de sus anhelos, de sus ideas y de sus deseos. El distanciamiento entre políticos y ciudadanos hay que eliminarlo. Puede que en estos matices nos vaya el futuro.

Algo que salta a la vista, en estos momentos de nuestro país, son los dos conceptos tan distintos, podríamos decir que enfrentados, de los derechos ciudadanos. Cada vez nos están recortando, de facto, más los derechos de reunión, de expresión y de opinión. No es casual que la represión policial esté aumentando por días, en muchísimos casos de forma brutal, inadmisible e injustificada. Tenemos en nuestras retinas los casos de niños apaleados, de mujeres con ojos vaciados por pelotas de goma, de ancianos caídos en el suelo y golpeados brutalmente por la policía, etc. Y nadie exige responsabilidades; alguien debería presentar la dimisión por estos gravísimos hechos, y si no se presentan dimisiones, se deberían notificar ceses.

El Presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, Excmo. Sr. D. Ignacio González, en un alarde de sentido democrático, ha pedido al Gobierno del Sr. Rajoy regular por ley el derecho a la huelga ya que el “uso abusivo que de ella están haciendo los sanitarios de Madrid, está poniendo en peligro el Sistema Sanitario de la Comunidad” (sic). A esta petición del Sr. González tan sólo dos comentarios. El primero que el uso de un derecho nunca es abusivo, el derecho se ejerce libremente y son los tribunales, en todo caso, los que deben decir si está mal ejercido. Un político no es absolutamente nadie para opinar sobre el ejercicio de un derecho constitucional.

Lo que le ocurre al Presidente de la C.A. de Madrid, es que los huelguistas están expresando una opinión contraria a la suya, que es sencillamente privatizar la sanidad. ¿Tendrá ya redactado el contrato a esa persona que todos tenemos en mente, esposísimo de otra señora que sale cada dos por tres en TVE (sobre todo en el nuevo NO-DO)?. El segundo comentario, al filo de este tema, lo haremos con dos preguntas: ¿pedirá también el Sr. González a su colega de partido y Presidente del Gobierno que limite el uso abusivo del decreto-ley?. ¿Pedirá igualmente que se regule por ley el uso de indemnizaciones y pensiones vitalicias por personajes que se han dedicado a hundir la banca y a promover (presuntas) estafas como las opciones preferentes para evitar eluso abusivo de esos “derechos”?

Hay un hecho que no por “legal” deja de ser peligroso: lo que desde aquí podríamos llamar los cambios silenciosos. Son los cambios que poco a poco, vía decreto, se realizan en cosas pequeñas, sin importancia aparente, pero que conllevan, a la larga, enormes perjuicios y pérdidas de derechos para la ciudadanía. Son esos recortes en educación, en sanidad, en atención a dependientes, etc. Son los cambios que se provocan para poder privatizar derechos adquiridos, en muchos casos, hace más de 50 años. El tema del copago es sencillamente hacer más pobres a los más necesitados. Eliminar determinadas medicinas de su expedición por el sistema sanitario significa gravar economías muy débiles, como las de nuestros pensionistas por ejemplo. Obligar a pagar la ambulancia a una persona necesitada de diálisis es algo no solamente inhumano, sino desvergonzado.

Por cierto que mientras en España se invierte escasamente el 10% del PIB en Sanidad, en EE.UU. la inversión sanitaria supone el 17%. Y encima viene la administración del Sr. Obama a copiar nuestra sanidad porque es mucho más eficaz, más barata y da más prestaciones. ¿Entiende alguien el empecinamiento de los recortes sanitarios?. Sinceramente, Marianico el Tonto, el humorista, lo haría mucho mejor.

El tema de las tasas judiciales, aparte de las connotaciones económicas que implican, significa indefensión de muchos trabajadores, de muchos ciudadanos ante resoluciones injustas de las administraciones, ante incumplimientos de contratos por parte de entidades bancarias, etc. La indefensión que ocasionan estos recortes es tal que llevará al desahucio político y civil a muchos ciudadanos.

El catálogo es bastante largo. Pero hay un caso que al parecer la prensa, como casi siempre, pasa por alto y que es de una importancia vital. La modificación que pretende hacer el gobierno en el nombramiento de determinados tribunales. Sencillamente eso llevaría a que un solo partido, gracias a la mayoría absoluta conseguida de forma fraudulenta (se presentó un programa electoral y se hace lo contrario), pueda controlar el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y, ahora también, el Poder Judicial. Las diferencias entre esto y una dictadura radican, básicamente, en que los ciudadanos votaremos, a lo mejor obligados, cada cuatro años para que el oligarca de turno haga lo que le dé la gana. Ni se aproxima siguiera a los dictadores romanos y griegos que nos enseña la historia. Parece que Montesquieu está defenestrado definitivamente. Esto es ni más ni menos que acabar con la separación de poderes, garante de derechos y libertades de los ciudadanos.

Y una noticia con la que nos va a felicitar el Sr. Rajoy el nuevo año 2013: la creación de un impuesto sobre los premios de las loterías. A partir del 1 de enero habrá que pagar el 20% de los premios conseguidos, a partir de 2.500 €. Hasta ahora se tributaba vía IRPF a partir del año siguiente al cobro del premio, y de los beneficios originados, no del total como ahora. En cifras redondas y a modo de ejemplo: 10.000 euros tributaban al año siguiente, en caso de ser depositados en un banco, en torno al 18% de los intereses generados, es decir, sobre una base de 300 euros para nuestro ejemplo supondrían 54 euros, en tanto que ahora pagará, antes de ser cobrado el premio, 2.000 euros. ¿Se ve la diferencia?. Esto se aproxima a un aumento de la presión fiscal por este concepto en torno al 120 % si los cálculos no nos fallan. Así nos felicita el Sr. Rajoy el año 2013. Aunque de todas formas para lo que nos toca la lotería…

A ver si alguien puede aclarar la diferencia entre esto y la rapiña.



lunes, 7 de enero de 2013

VUELTA A EMEPEZAR


Terminaron las fiestas. Curioso y real. Habrá un gran intervalo en las felicitaciones masivas en tropel y buenos deseos entre todos nosotros hasta que pasen casi los trescientos sesenta y cinco días que tarda la rotación de la tierra alrededor del astro Sol, dios de la luminosidad, para que volvamos a utilizar la costumbre rutinaria de los tiempos de repetir los mismos conceptos de querernos mucho, incluso desearles felicidad, paz y amor a nuestros enemigos.

Terminaron las manifestaciones públicas en los diferentes medios audiovisuales de solidaridad en recogida de alimentos, aportaciones económicas y presencia de personajes famosos de actualidad para ayudar a los más necesitados.

Terminó el rito que, año tras año, repite las mismas costumbres, con pocas novedades, y con la voluntad y la esperanza de que, a partir de las próximas fechas, los avatares de los días sean mejores para todos.

Poco a poco se irán los tiempos deseados en estas fiestas y la pompa de jabón que los envolvió, explotó con un pinchazo de los días reales y cotidianos de las pillerías, de las desmemorias, de la mala leche, de la intolerancia, de los desmanes y de los egoísmos.

Despertaremos del sueño, en un sobresalto, y nos preguntaremos qué ha pasado mientras dormíamos en la noche luminosa de luna llena, tranquila y hermosa, con su carita redondita.

Y empiezan, de nuevo, a rodar los días de los contubernios diarios en los distintos lugares de la faz de la tierra.

Y los nuevos barcos piratas transitan los mares y los océanos cargados de esclavos económicos y primas de riesgos, sembrando el terror en cada puerto o isla en donde atracan. Ya no los capitanean la casta de tipos de un parche en un ojo, o la casta de tipos de una pata de palo. No. Es otra Casta. Son otros tipos los que han tomado las capitanías de los mismos en una rebelión brutal. Son más inmisericordes que los anteriores. A su paso van dejando muertos, edificios en esqueletos, campos arrasados y quemados, miserias, ruinas e indigencias, desesperanzas e impotencias.

Y continuaremos soportando los yugos de los tiempos porque somos animales de costumbres. Aceptaremos las reglas del juego. Asumiremos todo lo que nos impongan la nueva Casta. Protestaremos, pero no nos moveremos ante la nueva situación. Abusarán de nuestra pasividad y gozaran y disfrutaran de nuestras riquezas. Continuaremos conformándonos con las migajas caídas de esa gran mesa llena de viandas, y esos manjares se los comerán los de siempre. Y estaremos conformes, porque no haremos nada para impedirlo.

Y llegará a su término el intervalo que decíamos al principio y diremos y nos desearemos las mismas cosas que nos dijimos y deseamos entonces, quizás con nuevas connotaciones. Habrá pasado el tiempo y diremos que es pasado y que poco importa porque no puede hacer daño; Entonces, nos fijaremos en el futuro y en las promesas y esperanzas de buenas bonanzas, para olvidarnos, de lo más esencial, del presente, del aquí y ahora, que es lo que realmente hace que exista el futuro. Y seguiremos igual y no protestaremos.

Simón Candón 7/12/2012