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jueves, 29 de mayo de 2014

DON FELIPE, ¡SE EQUIVOCA USTED!


 Desde hace muchos años, mucho antes de que fuera investido Presidente del Gobierno, he sido defensor de Felipe González. Reconozco y reconocí en su momento que algunas cosas las podría haber hecho de otra forma pero a pesar de todo, hay que reconocerle el enorme esfuerzo por modernizar España y por mejorar la vida de la mayoría de los ciudadanos.



Últimamente, desde hace algunos años, me chirrían algunas de sus declaraciones, la mayoría. No son de recibo muchas de sus manifestaciones. Da la impresión que ha cambiado el modo de conducir y ahora circula, siguiendo las normas, por la derecha.

Se confunde de adversario: el adversario de la izquierda no es la clase trabajadora (el concepto de clase trabajadora, aunque le pese a Vd. Don Felipe, sigue vigente con toda la crudeza, más aún ahora tras las “reformas laborales”). Por eso no se entiende que continuamente se dedique a justificar las medidas de ajuste en beneficio de la economía.



Habría que tener claras algunas cosas: el enemigo de los trabajadores no está en la izquierda, sino en la derecha. Y otra cuestión de estrategia: defender la socialdemocracia no es lo mismo que defender el capitalismo. Parece que Vd., Sr. González, confunde estos dos extremos. Lo que habría que averiguar si es porque siempre ha pensado así, o es efecto de la “pitopausia”, o bien esta actitud es debida al efecto del “mal de las alturas”. Si es por esto último, Sr. González, ¡bájese Vd. del pedestal!.



Y es que don Felipe, su hoja de servicios a la democracia no le da derecho a criticar a los ciudadanos. No tiene Vd. ninguna autoridad, ni moral ni legítima, para criticar que más de 1.245.000 ciudadanos hayan decidido votar a Podemos, como Vd. deja caer haciendo causa común, para asombro de muchos, con el Sr. Floriano: “la revolución bolivariana” española. Hasta ahora no me atrevía a compararle con ninguno de los dirigentes de la derecha ya que le consideraba en otra galaxia, sin ninguna relación con la gente de la derecha. Sr. González, si fracasan las “revoluciones bolivarianas”, fracasan las esperanzas de los pueblos, los sueños de justicia de los pobres.

Hay que atacar la base del sistema capitalista, quizá el término le suene mal pero es el que sigue estando en vigor con todas sus connotaciones. Hay que acabar con el poder financiero, con el ansia de acaparar riqueza de esa banda.

Por eso Sr. González debería Vd. respetar la voluntad del pueblo, alinearse con los ciudadanos a los que cada día nos roban nuestros derechos, a los que por cierto Vd. hizo su aportación de manera destacada, esos derechos conseguidos con tantos esfuerzos. Hay que defender la sociedad del bienestar porque es nuestra conquista: la conquista de la clase trabajadora y que nos está birlando la derecha obedeciendo a sus “jefes”.

Por cierto, que ante las salvajadas cometidas por el Sr. Rajoy y compañía (reforma laboral, congelación de pensiones, menosprecio y abandono de los dependientes, privatización de la sanidad, mangoneo con la enseñanza, expoliación del patrimonio español, etc.) no le he visto poner tanto interés, ni tanto “ardor guerrero” como pone ahora para criticar a las opciones políticas progresistas emergentes.

¿Por qué no gritó Vd. alto y fuerte cuando comenzaron a pisotear los derechos de los ciudadanos?.

 Nino Granadero

miércoles, 28 de mayo de 2014

MÚJICA, INSTALADO EN LA UTOPÍA


Escuchar verdades, deducciones lógicas y por derecho, sin dar rodeos a las cosas, es algo que no es moneda de uso común, al menos en nuestros días y en nuestro ambiente político.
Mientras en España, y también en el resto de Europa, se miente a los ciudadanos, se les engaña y se tergiversan las cosas para llegar a conclusiones interesadas, surge una figura, rara avis, instalada en la utopía: José Mújica, Presidente de Uruguay.


Este hombre, dicho sea en toda la extensión de la palabra por su actitud consecuente con sus ideas y por la vida que mantiene, sin apego a los cargos políticos y a quien resbalan las habladurías interesadas de algunos para desprestigiarlo, es todo un insulto para nuestros políticos europeos.

Una persona que tiene un sueldo normalito, siendo Presidente de un país, que no utiliza residencia oficial sino que vive en su casa, donde ha vivido toda la vida, que tiene un coche con 20 años de antigüedad y cuando le preguntan que cuando lo va a cambiar responde que para qué, que todavía funciona bien, deja fuera de juego a cualquier persona que, como nosotros, estamos acostumbrados al consumo, al derroche y aparentar por encima de “nuestras posibilidades”.

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Mientras, en nuestro país, en España, el gobierno pasa de puntillas sobre los informes del Banco de España reflejando el enorme aumento de los desahucios, 49.600 familias que han perdido sus viviendas en 2013. Y también pasan de puntillas los medios de comunicación. Tal vez no interese que la basura se exponga a la vista de todos. Nuestros banqueros, los que han arruinado las entidades financieras gracias a su maravillosa gestión, tienen la desfachatez de exigir sus millonarias pensiones ya que tienen derecho a ellas. Y todo gracias al enorme esfuerzo desplegado para arruinar las diferentes entidades.

… pues llega el Sr. Rato, don Rodrigo y, según se afirma en informes del Banco de España, se gasta 900 millones de euros (como no era suyo el dinero… ) en quedar bien con los grandes inversores pagándoles sus inversiones en preferentes. A los pequeños, unos 3.500 pensionistas, que los parta un rayo. De todas formas, ¿alguien podía esperar otra cosa, otro comportamiento del Sr. Rato, el que fuera vicepresidente con el Sr. Aznar y luego Presidente del Banco Mundial?. Surge una pregunta: ¿algún día la justicia se encargará de estos sujetos?.




Una ligera, ligerísima reflexión al margen de lo que planteamos en las líneas anteriores: si los partidos perdedores en las elecciones recién celebradas, es decir PP y PSOE, siguen en su soberbia de ser los únicos que llevan razón, ya que, como piensan, los ciudadanos se equivocan, cuando los mismos ciudadanos volvamos a decirles que no los queremos y que por tanto se deben ir a sus casas, ¿aceptarán por las buenas perder todas las prebendas que tienen?.

¡Nos esperan tiempos apasionantes… y duros!.

Nino Granadero

martes, 13 de mayo de 2014

LA GRAN COLACIÓN (EL GRAN DICTADOR)


Con ocasión de la formación de gobierno en coalición por la Sra. Merkel como consecuencia de la pérdida de la mayoría en Alemania tras los resultados de las últimas elecciones, escribimos un artículo en estas mismas páginas (¿CONTRA NATURA?, 6 diciembre 2013) en el que arriesgábamos la posibilidad de un gobierno de coalición en España como consecuencia de la pérdida de confianza de los ciudadanos en el bipartidismo.

Hoy, pasados seis meses de nuestro artículo, son los medios de comunicación nacionales (prensa, TV y Radio) y los dos principales partidos (de momento) del panorama político nacional los que empiezan a trabajar con la hipótesis de la Gran Coalición. Y nada es casual, sino que la causalidad es la que dicta los senderos políticos, la causalidad y los intereses mediáticos, lo que con tanta modernidad llamamos “lobbys” y que siempre han sido llamados grupos de presión.

A los grandes banqueros, grandes financieros y grandes empresarios, la oligarquía pura y dura, les interesa la Gran Coalición. Están seguros que sus intereses económicos van a seguir siendo prioritarios en un gobierno donde esté la derecha. No hay más que recordar la bochornosa foto del Sr. Rajoy con los grandes empresarios y banqueros que, a pesar de la crisis, han repartido dividendos entre sus accionistas mientras miles de ciudadanos recolectan su comida en los contenedores de basura de los supermercados y miles de autónomos y pequeños empresarios se han ido a la ruina. Y esta sí que es una foto real por mucho que moleste al Presidente del Gobierno y sus colegas de foto.

Pero volvamos a la maniobra del lanzamiento de la coalición promovida por los grandes empresarios y banqueros utilizando voceros que comen de su mano: periódicos, radios y tv a los que se nutre convenientemente. Si se consigue que la gran coalición sea una realidad, los intereses de los promotores están garantizados. De ello se encargarán, como siempre, las fuerzas conservadoras.

Tiene algunas cosillas, que podríamos llamar indecentes, la opción de la coalición: lo primero el poco respeto a la voluntad de los ciudadanos que expresen las urnas. Porque si una gran mayoría de los votantes votan a las fuerzas de derechas (PP-UPyD) o a las de izquierdas (PSOE-IU), se puede entender que sea lógica la formación de gobierno por los partidos afines, pero que formen gobierno dos partidos ideológicamente opuestos, al menos en teoría porque la praxis no refleja tal confrontación ideológica, no sería ni bien visto ni éticamente asumible, además de un secuestro real de la voluntad popular. Y eso pasaría factura a largo y medio plazo.

Claro que esto se la trae al pairo a los poderes fácticos (nos gusta llamarle así porque es el término que mejor los define a pesar de más de 40 años de democracia). A estos sujetos lo que les interesa es un gobierno que proteja sus intereses, les da igual el color o la etiqueta que se ponga. Con el PP manipulando el gobierno de una coalición, los poderes económicos tienen garantizados sus beneficios y sus prebendas.

Sabemos que estamos en lo que los analistas y teóricos políticos denominan democracia formal, que es muy distinta a una democracia real. En nuestro país nos limitamos a votar lo que interesa a los partidos mayoritarios, lo que nos ponen en las papeletas los “capos” de los partidos. Luego hacen con nuestros votos “lo que les sale del forro”. Tiran a la papelera los programas electorales para cumplir los deseos de la oligarquía (nuevamente repetimos el término en toda su extensión). Y el ejemplo lo tenemos a la vista, de ahí el subtítulo de El Gran Dictador que ponemos entre paréntesis a este escrito.

Pero que quede claro que la oferta de la Gran Coalición tan sólo beneficia a la derecha: es una maniobra para desmantelar las posibilidades de cambiar esta sociedad por algún partido progresista. Se pretende enterrar definitivamente las aspiraciones de las clases populares dando la puntilla, políticamente, a los partidos de izquierda. De esta forma, la autopista queda libre de peajes para la derecha y sus representados y patrocinadores. El ingreso del PSOE en un gobierno junto al PP sería un suicidio, poner fecha de caducidad a un proyecto ya de por sí lo suficientemente tocado en la línea de flotación como para echar más lastre al barco del proyecto (?) socialista.

Por eso, para estas elecciones europeas tenemos que tener claro a quienes no votar: a los que nos han engañado durante los dos últimos gobiernos. No obstante cada cual que haga lo que crea mejor que la esencia de la democracia es precisamente eso, el derecho que tienen los ciudadanos de equivocarse.

Insistimos: Si los ciudadanos quieren un gobierno donde haya dos, tres o más partidos de un mismo signo, que se respete la voluntad de los ciudadanos. Lo contrario es bastardear la política.
Nino Granadero

domingo, 11 de mayo de 2014

DÉMOSLES LAS ESPALDAS


Ahora vienen a vernos, a pedirnos y a rogarnos todos aquellos poderosos que nos gobiernan y que nos han llevado, con sus decisiones, a la situación actual de la pérdida de la Sociedad del Bienestar; que les demos nuestros votos para que ellos continúen haciendo lo que venían haciendo, o sea, a no gobernar y a jodernos cada vez más. Esta es la conclusión y los resultados de una Europa insolidaria con la pérdida de los valores de su fundación como Unión Europea.

Las consignas de los opositores de las distintas opciones partidarias o ideológicas a esta oferta de empleo al Parlamento Europeo son las mismas de siempre: “todos los demás no merecen vuestra confianza,  la mía, si. Votadme”. Esto es, en definitiva, lo que nos piden y lo que nos viene a decir.  Los resultados anteriores, los tenemos. Y sus gobernanzas, también, así que, o nos espabilamos, o iremos a peor si no sabemos elegir. Ya sabemos lo que dan de sí los elegidos anteriores de las formaciones políticas que deciden en el Parlamento Europeo, y también las nacionales, que dicen velar por nuestros intereses allá en Europa.

Todos tenemos en la retina esa imagen de esos eurodiputados dormidos en sus escaños. No se nos borra. Por eso tenemos que ser cuidadosos a quien elegimos. Estamos en la obligación de escarmentarlos y decirles que el peaje no es gratuito, al contrario.

Las herencias, nos las traen al pairo. Nos interesan las decisiones a tomar a partir de ahora. Esas son las que nos interesan. Nos interesa un programa real y consecuente, alejado de los grandes lobbies, y cercano a nosotros para el bien de toda la Comunidad.

Nosotros hemos demostrado que somos solidarios.

Nosotros hemos demostrado que sabemos sufrir para sacar a este país y esta Unión Europea hacia adelante.

Nosotros hemos demostrado que a las peticiones de nuestros gobernantes en los distintos esfuerzos, hemos respondido con nota de sobresaliente.

Pero ellos, nuestros representantes en los distintos Parlamentos, ya sean nacionales o europeo, ¿han estado a la altura de las circunstancias y de lo que necesitábamos?  NO. Por eso tenemos que ser cautos y mirar al pasado reciente y sus políticas para elegir bien.

Tenemos en nuestras manos el futuro presente. Individualmente nuestro voto no está sometido a ningún lobby como lo puedan estar los partidos o formaciones ideológicas presionados por los intereses espurios de unos cuantos. Rompamos la obediencia debida a esas formaciones y hagamos de nuestro bien, el uso individual y libre para que, depositado en esa urna del día 25 del presente mes, al juntarse nuestros individualismos libres, conformemos una fuerza poderosa, como la que tenemos, para mandar a esos lobbies a los infiernos
.
Demos nuestro voto individual libre a esas nuevas formaciones y apostemos por ellas para desterrar a los infiernos a las grandes y poderosas de ahora, que nos han llevado a la miseria y a retroceder casi a la edad media
.
Nuestro voto individual es libre. No nos debemos a nadie. Démosles escarmiento a los malos representantes. Ejerzamos nuestro voto en beneficio de la Unión y en detrimento de los de siempre.

Sabemos quiénes son, qué han hecho y adonde nos han llevado, al mismo tiempo que estamos sufriendo las consecuencias de sus desacertadas decisiones en nuestras propias carnes.

No permitamos a estos parlanchines y charlatanes de las grandes formaciones políticas o ideológicas embaucarnos. Ya sabemos a qué se dedican y para quienes trabajan.

Cambiemos el sistema utilizando el propio sistema para que el nuevo se coma al actual y no quede rastro de él y el nuevo se desarrolle en la verdadera libertad, igualdad y fraternidad tantas veces mencionadas y pocas veces ejercidas.

Del voto individual libre, sin ataduras, sin obediencias debidas y con frescura, depende que continúen los de siempre o rompa el propio sistema para hacer una Nueva Europa Solidarias y preocupada por el bienestar de todas sus gente, porque si deriva en los de siempre, no tendremos derecho a quejarnos de que éstos nos llevan y nos seguirán llevando más allá de las profundidades de los infiernos.

Démosles las espaldas a las grandes formaciones establecidas en el Parlamentos Europeo, a esas que sus miembros se quedan dormidos en sus escaños porque no tienen nada nuevo que dar, y creemos un nuevo sistema. Estamos a tiempo de ofrecer un nuevo futuro a las generaciones venideras y la ocasión se nos presenta el próximos día 25 de Mayo, depositando nuestro voto individual libre y sin ataduras
.
Nos interesa un programa real y consecuente, alejado de los grandes lobbies, cercano a nosotros para el bien de toda la Comunidad y formaciones nuevas y limpias en el que sus intereses sean los nuestros.


Simón Candón 11/05/2014

sábado, 3 de mayo de 2014

VOMITAR


Vomitar es devolver por la boca lo contenido en el estómago, o arrojar una cosa algo que tiene dentro, o también proferir injurias o insultos, siempre, según el diccionario de la RAE.

  Pues todas estas definiciones que hace la RAE sobre el vocablo que encabeza estas líneas, me gustaría estrellarlas sobre este papel, que culpa no tiene, tipo mensaje, sobre el comportamiento del Gobierno de Rajoy, que tanto nos está quitando a lo chita callado.

Muchos sabíamos que era gaviota, gaviota y que emplearía la carroña para alimentase y vivir solo y exclusivamente de la herencia, como así  sucede y por eso no le votamos; otros, descontentos con el que le ha dejado la herencia tan cacareada, confiaron que la gaviota les harían felices y por eso si le votaron y por supuesto, las otras gaviotas se unieron en bandada para acompañarle al estercolero que habían creado con sus cagadas.

Y esas cagadas son las que dijo que no iba a hacer y que en la primera oportunidad que tuvo, la hizo con nocturnidad y alevosía. Así, incrementó el paro, llegando a los seis millones; redujo los derechos del trabajador a los tiempos de maría castaña, aquellos de los de sol a sol. Impuso de nuevo la beneficencia. Se cargó la sociedad del bienestar. En su actuación, menguó el derecho a la vivienda, a la sanidad y la educación, haciendo méritos para ello. Provocó la mayor pobreza infantil jamás habida. Recortó las libertades individuales hasta límites insospechados. Tiene danzando una ley sobre el aborto indecente. Y sobre la justicia campea acciones que la deja sometida, maltratada e interferida o secuestrada.

Tenía la ilusión, la esperanza y, por qué no decirlo,  la certeza que una vez muerto el “gran dictador”, viviría en la deseada democracia y despertaría para siempre en la libertad anhelada de los sueños, esos que revolotean y juegan con Morfeo cuando la relajación entra en un éxtasis profundo, pero los poetas tienen siempre la razón y ya lo dijo, “los sueños, sueños son”.

No quisiera hacer santo al verdugo. Me pega un pellizco en el estómago el tener que decir que ese dictador de cuarenta años seguidos,  gallego por más señas, rompedor de legitimidades, asaltador de libertades, muñidor, hacedor y guardador de injusticias, hiciera de una España derruida y aislada, otra distinta,  creando un patrimonio nacional de empresas que ya quisiéramos tener en la actualidad.  Y muerto el perro, se acabó la rabia, dice el refrán, que dicen que los refranes son verdades, pero en esta ocasión no es así,  porque aquellos perros cambiaron de collares y nos encontramos donde nos encontramos, con una diferencia, que sus herederos, sacaron a relucir sus ambiciones, sus golferías, sus corruptelas y se dedicaron a vivir de las rentas, o de la herencia recibida y empezaron a vendernos la apariencia de una democracia, a decir y a hacer cosas que estaban prohibidas para así darle cierta legitimidad, con el “tinglado montado por montera como democracia”, justificaron ciertas acciones y le dieron cuartelillo a las “izquierdas”, en donde también estaban, para también vender lo patrimonializado a sus amiguetes y disfrutar del expolio justificado de una dictadura de cuarenta años seguidos y llegar donde hoy estamos, con otro gallego, por más señas.

 Vomito y digo que aquí, nos estamos pasando del color castaño a oscuro. No puede ser. No puede ser que los que nos gobiernan cuando entran a hacerlo,  lleguen sin un euro y cuando terminan, salen con cuentas repletas de ellos. Algo no cuadra. No digo que haya “mangoneo”, por dios, no, pero algo falla. Si es verdad que cada día asistimos a escándalos relacionados con lo mismo y que cada día, también, tenemos más im-putados (hdep), y digo yo… por algo será, ¿no?

Quiero vomitar y vomito y no quiero que se me quede dentro de mi nada que me pueda hacer daño. Quisiera quedarme limpio y “largar” todo lo que me remueva el estómago y el pensamiento para quedarme libre de verdad y poder vivir una verdadera democracia. Me encantaría llegar a esos templos de poder y azotar con el látigo de la justicia a todos los golfos, vividores y corruptos, y no solo echarlo de allí a golpe de latigazos, sino llevarlos a las mazmorras más sombrías y húmedas. Y terminado el vómito, lo que me quedara fuera la tranquilidad y la relajación de haber echado todo aquello que me provocaba el daño.

Pero siento que una vez terminado el vómito, me quedan arcadas que no se cuanto tiempo las tendré que soportar. Las iré describiendo en otros artículos más adelante y hoy, ahora, no me resisto a relatar la primera:

Resulta que cuando este gallego aspiraba a tener todo el poder del Pueblo, le dijo, para conseguirlo, que no se preocupara de nada, que si le daba la confianza para tenerlo, él no iba a subir los impuestos, al contrario, los bajaría, iba a crear mucho empleo, mejor calidad de vida, más becas, mejores viviendas, asistencias sociales y sanidad, mejoraría la marca España, etc., etc., El Pueblo que está carente de estas cosas, va y le da el poder absoluto para que lo pueda hacer sin interferencia. ¿Qué es lo que pasa?, que la gaviota carroñera dice: “donde digo digo, digo diego”. Arcada vomitiva seca.


Simón Candón 3/05/2014

viernes, 2 de mayo de 2014

PUBLICO-PRIVADO


El debate entre lo público y lo privado viene de viejo, tan de lejos que hay historiadores que lo sitúan en la prehistoria. Y lo peor del caso es que todavía sin resolverse. ¡Y lo que te rondaré morena, que diría el paisano…!

Los defensores y detractores para ambas opciones se siguen situando donde siempre han estado políticamente: los defensores de lo público en las opciones progresistas frente a los conservadores defensores a ultranza de lo privado. Y sigue la tendencia en los mismos parámetros.

En estos tiempos que corren, parece que se ha trastocado un tanto el sentido sobre lo que es privado y lo que es público, el debate no se centra en qué es mejor y que opción ofrece mejores garantías de gestión y más ventajas a los ciudadanos. Ahora parece que se tiende a privatizar para beneficiar a los amiguetes de turno de los que copan el poder.

Hemos podido comprobar cómo empresas púbicas, hasta no hace mucho solventes y que aportaban beneficios a las arcas públicas, lo que redundaba en mejores y más servicios a los ciudadanos, ya no son rentables. Asistimos al desplome de beneficios y los consiguientes números rojos de las empresas públicas, en las que por cierto cada nuevo gobierno, sea del color que sea, aumenta los Consejeros y altos cargos, altísimos según sus emolumentos. Cuando ya está hundida del todo la empresa, se recurre a privatizarla; el aguililla de turno ofrece dos perras gordas por la explotación, se queda con las instalaciones y el mercado y al poco tiempo, ¡oh milagrosa mano privada!, los balances comienzan a arrojar beneficios.

Esto ha sido puesto en práctica de forma continua por los gobiernos conservadores y algún que otro que, supuestamente, no eran tan conservadores. Las consecuencias, nefastas para los ciudadanos, es que determinadas personas y entes privados se están enriqueciendo a pasos agigantados mientras, por el contrario, se reduce a la mínima expresión el patrimonio público, adquirido con dinero de nuestros impuestos, con los impuestos de los ciudadanos queremos decir.

Parece que la gallina de los huevos de oro está a punto de cascarla y hay que buscar nuevos asentamientos financieros y empresariales. Dicho en román paladino: hay que ver donde se puede seguir saqueando para que se forren algunos a costa de “lo público”. Los nuevos yacimientos de dinero fácil pasan ahora por privatizar el sector servicio, el sector público se entiende porque el privado, por ejemplo la banca, no se puede tocar. Se intenta privatizar la sanidad privada, que de momento, no durará mucho, se ha paralizado por los tribunales, se trata de obligar a los ciudadanos a llevar a sus hijos a la educación privada desmantelando la enseñanza pública, se está tratando de privatizar el transporte que todavía está en el sector público, etc. Lo más sorprendente es que se comienza a privatizar la gestión del agua; sí la que bebemos y con la que nos lavamos, ese agua que nace del corazón de la tierra y circula por nuestros ríos, esa que nadie nunca ha podido dominar, es la que se pretende que tenga propietario ahora. ¡Hasta dónde llega el afán de apropiarse de todo por estos nuevos-viejos buitres!.

Lo más curioso o desvergonzado, tómelo como quiera amigo lector, es que se reducen costes a base de rebajar calidad, prestaciones y servicios. Pero lo más sorprendente es que todavía, a pesar de la indiscutible eficacia y sapiencia y buen hacer de los gestores privados (¿), estos servicios siguen siendo deficitarios, es decir que cuestan el dinero. ¿Cómo se arregla el despropósito?, muy fácil: se compensan las pérdidas a los gestores privados. Por supuesto que con dinero público, es decir, de nuestros impuestos, ya que los empresarios privados no pueden perder dinero. La esencia del empresario es ganar, lo pondremos con mayúsculas para que quede claro lo esencial de un buen empresario: GANAR DINERO. Claro que así cualquier currito es capaz de asumir la gestión de lo que sea. Pero no, los únicos cualificados, preparados y entendidos para desempeñar tan alta y eficaz gestión son los amigos, amiguetes y asimilados a los que detentan el poder.

Lo que cualquier hijo de vecino descubre con esto es que el objetivo es muy sencillo: arrasar con todo: se llevan nuestro dinero, el de todos los españoles. Con todo el dinero queremos decir que los ciudadanos hemos puesto para tener derecho a unos servicios públicos decentes. No es tal derecho, sino la compensación obligada que corresponde a los sacrificios que hacemos pagando nuestros impuestos (por ahí hay un señor que ahora es Presidente del Gobierno que decía antes de las elecciones que pagábamos los impuestos más altos de Europa y, al menos que se sepa, desde que el Sr. Rajoy está en el poder, no se han bajado).  Parece que todo consiste en llevárselo calentito. Para ser empresario en España lo importante es saber llevarse el dinero, no producir riqueza. Ejemplos los hay muchos, variados, conocidos y con personajes muy importantes, algún que otro hasta ha sido presidentes de los patronos, metidos entre rejas.

Bueno pues, para ir concluyendo, gracias a los defensores de la gestión privada de lo público (toda una contradicción), tenemos a los dos años de estar de Presidente del Gobierno el Sr. Rajoy casi DOS MILLONES más de parados, nuestra deuda pública se ha disparado en más de 23,5% respecto a la que había cuando salió el anterior gobierno (al que por cierto en estas páginas le hemos dado caña en cantidad y no nos arrepentimos de haber dicho lo inútil y nefasta de la presidencia del Sr. Zapatero) y las previsiones son que supere al 100% del PIB para el año que viene. O sea que vamos a estar pagando deuda de por vida gracias a la “enorme y eficaz” gestión de los amigos del Sr. Rajoy entre los que sobresalen los Sres. Montoro y de Guindos, apoyados por la Sra. Sáenz de Santamaría, de la que por cierto es una falacia dudar de su honestidad, cuando ella estaba en la oposición si era lógico de dudar de la honestidad de los demás (repasen las hemerotecas).

Nos van a dejar el país en la ruina, lleno de parados, sin patrimonio y en bancarrota. Lo que entre vecinos se dice hecho unas zorras, en la más profunda ruina. ¡Estos defensores de la gestión privada…!
Nino Granadero


PD: Un consejo para la portavoz parlamentaria del PSOE: cuando pregunte a alguien del Gobierno, en lugar de decirle si ha cobrado en sobres dígale si ha sido en dinero negro, así no tiene la escapatoria de contestar que “en mi puta vida en cobrado sobres”. Por cierto que los sobres se cogen, se trincan, se pescan, se atrapan, se toman, se agarran, se enganchan, etc., pero lo de cobrar como que no. ¿Se entiende?