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jueves, 29 de octubre de 2015

CADA PALO QUE AGUANTE SU VELA



No pretendemos hacernos dueños de la autoría de la frase, al menos de su uso reciente. Reconocemos, don Mariano, que ese honor le pertenece a usted. Sí, porque la ha repetido en varias ocasiones, cuando ha sido beneficioso para sus intereses y para justificar supuestos errores de los demás, ya que usted, don Mariano, no se equivoca porque para usted, don Mariano, tan sólo cuenta España, objetivo que antepone incluso a sus intereses particulares. Por eso, don Mariano, le cedemos los honores de forma gratuita y con reconocimiento expreso.

Y como se trata de que cada palo aguante su vela, le recordamos que Vd., don Mariano, es Presidente del Gobierno, y, al menos mientras no se demuestre lo contrario, el máximo responsable de la política de nuestro país, para lo bueno y para lo malo, que toda rosa lleva sus espinas.

¡Ha tenido Vd. mala suerte, don Mariano!. Ha tenido la mala suerte de que le ha caído encima el jodido desafío nacionalista de los catalanes, de parte de los catalanes, puntualizamos en honor de la verdad. Ha sido tan sólo una parte, importante, eso sí, de la clase política catalana la que se le ha subido a las barbas. No todos los personajes públicos catalanes están de acuerdo con los planteamientos de los separatistas, es cierto, pero estos han ganado las elecciones y tienen mayoría en el Parlamento Catalán, como usted la tiene en el Parlamento Español, sin que hayan conseguido la mayoría de los votos ciudadanos, igual que usted. Pero esas son las reglas del juego, para los separatistas y para su partido. Y es legítimo, otra cosa es la legalidad, que planteen que Cataluña se separe de 

España. Distinto es que sea ética y moral la postura, igual de poco ética e inmoral que ha sido la suya, don Mariano, arrasando los derechos de los ciudadanos españoles con sus recortes, sus concesiones a la gran banca nacional e internacional, sus genuflexiones ante los “amos” de Europa y su postura de echar tierra a las corrupciones de sus correligionarios.
 

No vamos a entrar en los oscuros y turbios motivos que han llevado a algunos personajes a subirse, pontificando y anatemizando a los infieles, al desafío soberanista: en ello les va su propia vida en forma de cuentas bancarias ocultas en paraísos fiscales. En esta defensa del soberanismo-separatismo se entremezclan intereses económicos. Es un secreto a voces, a pesar del obligado secreto sumarial, las cuentas que personajes muy importantes de la política catalana tienen a buen recaudo en otras latitudes.

Y también los sucios manejos en forma de cobros de porcentajes sobre adjudicaciones públicas, que ahora está destapando la policía y que los medios de comunicación airean sin cortapisas. Ese 3% que se repite en todos los informativos, en honor de la verdad, era conocido por el Sr. González, por el Sr. Aznar, por el Sr. Zapatero y por usted antes de ser Presidente del Gobierno, le recordamos que Vd. don Mariano fue Vicepresidente con el Sr. Aznar, o sea que no es nuevo en ese mundillo. Por eso, en palabras que a Vd., Sr. Rajoy le gustan mucho “que cada palo aguante su vela”.

Una vez puestos los hechos en el escaparate, pasamos a analizar otros matices importantes. Usted, don Mariano, cuenta con el apoyo en bloque de todos los partidos políticos del arco parlamentario y de los que se suponen lo engrosarán en las próximas elecciones. No lo han dejado sólo frente a los separatistas Sr. Rajoy, le han ofrecido la mano aún en el caso de que usted no la haya pedido e incluso haya rechazado algún que otro ofrecimiento. Pero usted, don Mariano, tiene un problema aparte de su incapacidad y su falta de talla política: su tancredismo. Ni usted mismo sabe si sube o baja la escalera. Y no es que eso sea sólo grave, es que simplemente lo inhabilita como máximo responsable del Gobierno de España. Usted es no tiene capacidad para afrontar problemas de cierta envergadura y, en beneficio de España, como usted bien recalca una y otra vez, debería presentar su dimisión y dejar que alguien capaz y con suficiente inteligencia política, coja las riendas. Es necesaria su dimisión, Sr. Rajoy. Desde estas líneas se la pedimos porque sabemos su predisposición de anteponer los intereses de España a los suyos propios y a los de su partido. ¡Váyase a casa si quiere beneficiar a nuestro país! Puede tener por seguro que al menos, ya que no puede ser como un buen Presidente, pasará a la historia por su valentía al reconocer su ineptitud ante el problema que le plantean los separatistas.

Porque no queremos pensar que el desafío de Arturo Mas y sus adláteres sea una espesa cortina de humo para ocultar las corruptelas del Caso Pujol, posible caso Mas-CiU, Caso Gürtel, EREs, caso Palma Arenas, Caso Noós, Caso Palau de la Música, Operación Malaya, Operación Pokemon, Tarjetas Black, Caso Pujol, Operación Púnica … Muchos de ellos afectan a su partido, al PP, don Mariano.

Nino Granadero

miércoles, 21 de octubre de 2015

OTRO GALLO CANTARÍA


Los políticos de las Españas de hoy no son mediocres, no, son políticos malos, malos de solemnidad, aparte de todos los adjetivos calificativos que pululan por todos los medios de comunicaciones en sus distintas versiones como el sentir general de los ciudadanos españoles. No me resisto a decir a los cuatro vientos que nuestros políticos son malos de solemnidad, porque lo son, porque parecen que hacen oposiciones para ello, porque catalogarlos de mediocres sería ensalzarlos hasta la cúspide en donde se creen ellos estar. Siempre que sale esto a colación, me dicen que tenemos lo que nos merecemos y siempre les respondo lo mismo: yo, yo, por lo menos, no me merezco  a estos, yo me merezco  a otro tipo de políticos, a los mejores y aquí, en nuestra España, no se encuentran. No soy de los que se conforman con este tipo de políticos. 1,- Creo en la humanidad. 2,- Creo en el humanismo fervientemente. 3,- Creo en la  dignidad. 4,- Creo en la honestidad. 5,- Creo en el esfuerzo. 6,- Creo en el respeto. 7,- Creo en los derechos y en los deberes. 8,- Creo en la justicia. 9,- Creo en la igualdad.  10,- Creo en estos credos.  Soy creyente acérrimo de las religiones anteriores. No soy ateo. Tengo mis dioses.

Mucha sangre ha corrido por los tajos de nuestros antepasados y contemporáneos y ataúdes de rabias en defensa de la dignidad de la clase trabajadora.

Los inquisidores se emplearon a fondo para apagar la fuerza de la verdad de los derechos  y catapultarla a los infiernos de las cárceles de rejas tupidas y habitáculos oscuros y pestilentes.

Nuestra España, enmascarada con la careta de la democracia, reprime a su pueblo más que dictadura declarada. Para qué poner porcentajes sobre la pobreza, sobre el  desempleo, sobre la indigencia, sobre la desesperanza , sobre miseria, sobre las libertades, sobre ..., para qué. De sobra se sabe.  Y lo peor de todo, de sobra se sabe cómo la padece el pueblo y en qué estado cada vez más agónico la sufre.

Gobiernos nefastos acarrean consecuencias nefastas sin lugar a duda alguna. Unos tras otros, en las últimas décadas, hacen gala de ello. Tras la transición y la llegada de la aparente democracia , los ciudadanos creímos que las puertas de la libertad, tras el duro período de cuarenta años en el lecho de muerte matando, se abrían hacia el progreso y la cordura en el ejercicio de los credos de mis dioses. El Pueblo, al límite, se levanta, se revela, pero el Pueblo, también confía y se entrega a sus dirigentes con la fe en los credos.
España en estos tiempos, duele,  de diferente manera a otros tiempos, pero duele. La clase política, o como está de moda decir," La Casta", ha defraudado y sigue defraudando. No está a la altura de lo que necesita esta España nuestra, como diría aquella canta-autora Cecilia sobre "mi querida España, esta España nuestra", no está a la altura de las exigencias de la sociedad. En Andalucía, que es una parte del todo de España, tampoco. Y Digo Andalucía porque tiene autogobierno (igual que las otras dieciséis autonomías)  y podría haber sido diferente al todo de España. Mientras que en el todo ha habido alternancias en el poder, o sea, en los gobiernos, con distintos signos ideológicos y formas de guiar al pueblo, en Andalucía no ha sido así. En Andalucía, el autogobierno que dirige al pueblo andaluz, ideológicamente, es el mismo  desde que se inició esta aventura autonómica. Va para cuarenta años, casi los mismos que "el Gran Dictador" al que criticábamos por las formas y por el tiempo en el Poder. No sé si tendremos que esperar a otro lecho de muerte lleno de entubaciones de gomas y la aparición de un orejudo en una pantalla televisiva.

En estos días se ha puesto en marcha un programa de empleo por parte de la Diputación de Cádiz, que se llama: Programa de Fomento de Empleo Agrario. No voy a decir aquello de que las elecciones generales está a vista de pájaro,  ¿para qué?. No hace falta que lo diga. Si voy a decir que me parece de una poca vergüenza manifiestamente impresionante por parte de nuestros políticos de como emplean los tiempos para estas cosas y el dinero que no es suyo, sino de todos los contribuyentes. Sí, de poca vergüenza. Que quede claro que estoy a favor de crear empleo y dar empleo, ¡claro que sí! ¿como no lo voy a estar? pero con lo que no estoy de acuerdo, y de aquí la poca vergüenza, es con la forma, de cómo se da, del mal uso que hacen del dinero de los contribuyentes y de cómo estos dirigentes y lumbreras lo hacen. Una obra en la que realmente se requiere poco tiempo y poca mano de obra porque los medios mecánicos con los que la sociedad dispone así lo permitirían, emplean mucha mano de obra, poca o ninguna maquinaria y mucho tiempo para justificar un dinero que sobrepasa el costo real de la misma, cuando con ese mismo dinero se podría hacer más obra con los mismos jornales y con la ayuda de la maquinaria necesaria para tal fin. Siendo esto grave, que lo es, lo peor es que esos jornaleros de esas obras tienen tiempos muertos mirándose los unos a los otros y sin hacer nada para que los tiempos programados por los políticos de turnos se cumplan, ¡claro! ¡qué pasa!, que cualquiera que los vean en esa aptitud, forzada, la primera expresión que se le viene a la boca es: ¡valiente pandilla de flojos!, y no es eso. De ahí la fama de la indolencia de los andaluces y que se nos recrimine desde otros puntos de España. No quiero pensar ni decir lo que se me viene a la cabeza sobre la no alternancia de gobiernos en Andalucía, no lo quiero ni pensar, bueno si, lo voy a pensar y lo voy a decir, ¡qué puñetas! ¡ya está bien. Estos "trabajitos" y otros parecidos los ponen en marcha los políticos de las distintas administraciones en los tiempos marcados a su clientelismo del poder para mantenerse los mismos y en los mismos sitio. Ya está. Y es eso. Que no den esos trabajitos a su clientela y que administren bien los dineros como si fueran suyos, verían como otro gallo cantaría.

Los políticos de las Españas de hoy no son mediocres, no, son políticos malos, malos de solemnidad.


Simón Candón 22/10/2015

sábado, 17 de octubre de 2015

LA TIERRA SE HA HECHO OCÉANO


La Tierra se ha hecho Océano. Han desaparecidos los océanos, los mares, los lagos, los ríos y sus afluentes y los arroyos. Ni siquiera ha quedado una acequia o una atajea. Ya todo es Océano. Un solo Océano. Los continentes y las islas que pululaban entre los arroyos, los ríos y sus afluentes, los lagos, los mares y los océanos, se sumergieron en un solo Océano. Se sumergieron. Se sumergieron bajo un Océano. En un único Océano. Ni una pizca de tierra. El follaje de la naturaleza en todo su esplendor de pampas, praderas, bosques, parques  y jardines de los edenes, se escondieron debajo de las aguas. De las aguas del único Océano. Se perdieron los colores. El Arco Iris ya no tiene horizonte, ni pedestales que lo sostenga. Se derrumbaron por falta de sostén. Al Arco Iris, se lo tragó el Océano y sus colores se adentraron para siempre en la profundidades de los edenes perdidos. Los barcos ya no tienen puertos donde atracar. Todas las especies y plantas de la naturaleza que estaban en la tierra, en la antigüedad, se salvaron gracias a que hubo un Noé que cuidó de fabricar una gran barca para introducir en ella a todo lo que había sobre la tierra, una pareja de cada, según nos dicen, para cuando vino el Gran Diluvio, que convirtió, entonces, a la Tierra, en un solo Océano, pudiera flotar con lo conservado para desembarcar, una vez pasado el temporal, a todo lo embarcado. La Tierra se ha hecho Océano, un solo Océano  y en esta ocasión no ha habido ningún Noé previsor sobre lo que habría de ocurrir. Se antojaba que las nuevas tecnologías serían más que suficientes para abortar cualquier indicio de alarma o sabotaje que pudiera suceder. El desprecio y el egoísmo hace que todo suceda. El cambio climático ha triunfado y ha arrasado. Se veía venir. Muchas advertencias. Muchas. Caso omiso. No se pusieron los medios para evitarlo y el deshielo y la subida de la temperatura hicieron el resto. Todo se globalizó en un único Océano. 

Desde que el mundo es mundo, el que conocemos, las peleas entre los humanos han sido las notas dominantes para mostrar el poder de los unos sobre los otros y marcar sus territorios. Las distintas tribus que poblaban la Tierra, cada una de ellas, se aseguraban su entorno como algo propio y bien particular. Conforme fueron creciendo, necesitaron nuevos espacios para su desarrollo, y así nacieron los conflictos y así nacieron las fronteras.

El barullo en el que está inmersa la humanidad en el siglo en el que vivimos, no acaba de romper. Estamos empeñados en la globalización, pero al mismo tiempo queremos mantener la independencia, sin globalizar, como entes únicos, de nuestros pueblos, de nuestras ciudades, de nuestras provincias, de nuestras regiones o comunidades, de nuestros naciones o estados, sin que entren en conflictos entre sí. Y esa globalización necesita espacio, nuevos territorios sin enfrentamientos, con mano tendida y que englobe a toda la humanidad y que toda la humanidad se convierta en una sola tribu donde no quepan las fronteras, donde no se den migraciones por miedos, o que nadie pueda decir lo que dijo el  niño sirio Masalmeh: "Por favor, ayuden a los sirios. Los sirios necesitan ayuda ahora. Solo paren la guerra, nosotros no queremos quedarnos en Europa". Tribus. Guerras. Espacios. Territorios. Globalización. Tierra. Único Océano.

La Tierra se ha hecho un Océano. Las fronteras quedaron bajo las aguas. Explosionó un volcán dentro de ese único Océano y surgió un único Continente donde aparecieron nuevas especies y plantas en todo su esplendor en los jardines de los edenes y el Arco Iris apareció en el horizonte soportado por sus pilares y resplandecieron su colores. Sin embargo, surgieron nuevos mares, nuevos lagos, nuevos ríos y afluentes, nuevos arroyo, nuevas acequias, nuevas atajeas, pero solo se quedo un único continente y un único océano.


Simón Candón 17/10/2015

martes, 13 de octubre de 2015

12 DE OCTUBRE


Desde este mismo momento lo anuncio: voy a ser tan respetuoso con todas las opiniones que no voy a intervenir en debates sobre este artículo. No pienso pronunciarme ni en contra de los que pidan el cadalso para el firmante, ni con los que anuncien su adhesión inquebrantable. Y, en lenguaje popular, pongo el parche antes de que salga el grano porque sé que creará polémica la opinión personal reflejada en estas líneas. Opinión, a la que por cierto tengo derecho y merece todo el respeto, dicho sea de paso.

A modo de introducción decir que sigo manteniendo las posturas progresistas, sin ataduras partidistas, que vengo manteniendo desde hace muchos años. Y por otra parte progresismo no está reñido, con defensa de nuestra entidad, de nuestra esencia como pueblo, en modo alguno; a juicio de este humilde autor, no es incompatible ser progresista con ser español.

Me han decepcionado las posturas de ciertos personajes públicos de los que llevan por bandera las libertades, la verdad y a los que la palabra pueblo les rebosa en cada frase que sale de su boca. La falta de personalidad, el ceder a la presión chantajista de los votos fáciles y faltos de rigor, el escaso bagaje cultural en términos históricos que al parecer atesoran, y el ceder a la tentación de sentarse en un sillón respaldado por un sueldo público, han podido más que la seriedad, la conciencia y la defensa de la entidad de los ciudadanos a los que representan o al menos, deberían representar. Y estas posturas lo único que hacen es ahondar en la leyenda negra de los “conquistadores españoles de América”. Hay que ser mucho más serios, más rigurosos y más coherentes y llamar a las cosas por su nombre. Lo repito: ¡me han decepcionado!.

No hay hecho más trascendente en toda la historia de la humanidad, de esta humanidad de la que formamos parte, que el descubrimiento de América en el año 1492. Y ese descubrimiento, aunque les moleste a muchos, lo hicieron los españoles, nuestro compatriotas, con muchas limitaciones materiales, con muchas penurias y poniendo en serio peligro sus vidas. ¡Pese a quienes le pese!. Eso, me repito, les duele a muchos y no lo perdonan.

En Iberoamérica, a mi me gusta más denominarla Hispanoámerica, todavía hay muchos países que siguen hablando de la Madre Patria, que siguen festejando el 12 de octubre, que siguen estando muy orgullosos de sus raíces hispanas. Hay, a modo de anécdota un estado del poderoso gigante yanqui, que continúa manteniendo como idioma oficial el español, que sus ciudadanos casi en un 100% siguen hablando español en todas sus manifestaciones sociales, laborales y políticas. Es más hay una corriente política, muy incardinada entre la ciudadanía, que manifiesta sus deseos de volver a pertenecer a España. Y todo eso a pesar de los gobernantes que sufrimos en nuestro país, en España, a pesar de los desgobiernos que soportamos desde hace casi veinte años.

Aquí habría que recordar al político “indigenista” Evo Morales que es precisamente en su país donde hay más indígenas, porcentualmente, de todo el continente americano. También habría que recordar al Sr. Morales que Bolivia fue “colonizada” por los españoles. Todavía perduran a lo largo de toda la geografía del sur del continente americano y de parte de la poderosa Norte América (mal llamada así), las obras civiles, religiosas y culturales que los españoles, los “colonizadores”, hicieron en beneficio de los habitantes de aquellas tierras. Las universidades fundadas en el XVI o el XVII siguen siendo punteras en países como México, Uruguay, Chile, Argentina, etc. Desafío a cualquiera que ponga ejemplos similares en EE.UU, colonizado en parte por los ingleses y expoliado más tarde mucho de su territorio a México.

No se puede enjuiciar, con criterios del Siglo XXI, hechos ocurridos hace seis siglos. Ni la sociedad del siglo XV era la misma, ni los métodos eran igual que en la actualidad, ni la consideración de los derechos humanos era igual. Tampoco eran iguales las guerras. Y hay que ser rigurosos: cuando los españoles llegaron a muchos de aquellos territorios, encontraron pueblos en auténticas guerras civiles que les pagaron por ponerse a su lado frente a los adversarios, como ocurrió con Moctezuma. No hay que olvidar que a Hernán Cortés le fue regalada una princesa por uno de los reyes indígenas como agradecimiento por su ayuda frente a sus enemigos. Los españoles, los “conquistadores” encontraron sociedades muy corrompidas, decadentes y faltas de liderazgo, donde los ciudadanos contaban muy poco. Y ésto no es óbice para reconocer el vandalismo, la rapiña y los asesinatos cometidos por muchos de los buscadores de fortuna que iban entre los españoles que llegaron al mundo recién descubierto.

Hay algo que se pasa por alto en muchas ocasiones, incluso cuando se indica lleva un tono de vergüenza: el mestizaje. Los únicos territorios donde aparecen los mestizos son en los que estuvieron los españoles. Es posible que tenga tintes sexuales, del legendario ardor español, pero la realidad es que donde llegaron ingleses y franceses el mestizaje no está presente. Por el contrario, donde pusieron sus pies los británicos y galos, los habitantes que había casi han sido borrados del mapa. ¿Cuántas tribus indias quedan en Norteamérica y cuantos individuos forman esas tribus? Los apaches, siux, comanches, etc. no pasan de algunos miles de sujetos en total. En contra de la imagen del “indio” cortador de cabellera la realidad era que a cada uno de los que entregaban una cabellera india se le recompensaba monetariamente. Por cierto que los ingleses no tenían cabelleras ya que usaban el pelo corto, en tanto que los indios eran portadores de largos cabellos. En Norteamérica si se produjo un auténtico genocidio por los ingleses y nadie tiene el coraje de echar en cara estos asesinatos en masa de personas en muchos casos indefensas.

Por eso, cuando se recurre a la leyenda negra de la conquista de América hay que ser más rigurosos y tomar los datos ciertos, las evidencias y saber “leer” la historia escrita por los “vencedores” o, en este caso, por los que tienen en sus manos el poder. Los esclavistas no fueron españoles, sino comerciantes ingleses, holandeses y portugueses y además tenían el consentimiento de sus monarcas. Los piratas, uno de ellos nombrado Sir por su “graciosa majestad” la reina de Inglaterra, tenían como trabajo y modo de vida el abordaje de los barcos mercantes que hacían la ruta desprotegidos. Estos piratas, cuando cogían una nave, rapiñaban sus mercancías y pasaban a cuchillo a los pasajeros y tripulantes, así se ahorraban alimentar prisioneros. Otro dato de menor importancia: fue en los países conquistados por los españoles donde se abolió la esclavitud en primer lugar, en tanto que en otros, muchos hombres y mujeres eran tratados como animales hasta mediados del S XIX.

También fueron los primeros países en ser independientes, y muchos sin usar la fuerza, los que tuvieron presencia española. Todavía hay colonias de países europeos, adelantados socialmente y muy defensores históricamente de las libertades

¿Cuándo se van a exigir responsabilidades por el magnicidio cometido con las tribus que habitaban América del Norte? ¿Cuándo se les pasará la factura a los países traficantes de esclavos y se les requerirá que reparen el daño causado a la humanidad?

¡Muchos españoles estamos hartos de la jodida “leyenda negra”.!

Nino Granadero

domingo, 11 de octubre de 2015

MAYORÍAS ABSOLUTAS

MAYORÍAS ABSOLUTAS

Ya se ha puesto en marcha la maquinaria. Durante los casi dos meses y medio que faltan para las elecciones, asistiremos al espectáculo de la clase política: descalificaciones, insultos, malos modos, acusaciones y todo un variopinto abanico de despropósitos, mala educación y falta de civismo. Lo peor es que ya no van a proceder tan solo de la “casta”, las formaciones políticas emergentes, como se califican a los nuevos partidos por los plumillas del mundillo sin que nadie sepa por qué se utiliza el epíteto emergente. (Emerger: Brotar, salir a la superficie del agua u otro líquido, Diccionario de la RAE.).

Y tendremos que soportar como, con todo el cinismo, habrá quienes reclamarán nuevamente una mayoría parlamentaria “para poder cumplir el programa electoral”. La experiencia de la ciudadanía es bastante frustrante: cuando una formación política consigue mayoría absoluta, ejerce su poder absolutamente. Surgen los malos modos parlamentarios, el “rodillo” y el desprecio a la ciudadanía, el ninguneo tanto a la oposición política como a los ciudadanos de a pié; se legisla para una minoría teniendo tan sólo en cuenta los intereses de una élite económica privilegiada. Se comienzan a dar pasos hacia atrás en los derechos sociales que tantos esfuerzos han costado al pueblo.

Tan sólo una legislatura con mayoría absoluta trajo avances sociales. Y quizás se debiera a varios factores como la bisoñez de los miembros del gobierno, que provenían de la oposición al anterior régimen y estaban fuertemente conectados a realidades sociales que exigían cambios radicales en las estructuras sociales y económicas de este país. Todavía, aquel primer gobierno respaldado por la primera mayoría parlamentaria, no había contraído el virus del rodillo parlamentario y la subestima, incluso desprecio, hacia el pueblo.

Luego, las mayorías parlamentarias fueron coincidiendo con estancamientos, cuando no retrocesos, en los avances sociales combinados con mejoras sustanciales para las minorías financieras controladoras del poder económico. Los datos estadísticos nos indican que nunca los bancos habían ganado tanto hasta que la democracia empezó a funcionar en este país.

Con la llegada de la derecha al ejecutivo no sólo se consolidan los márgenes desmesurados de beneficios de la gran banca y de las grandes empresas, sino que se amplían a la vez que comienza la política de la devolución de favores. Es, con la primera llegada del PP al gobierno, cuando empiezan a ser ocupados sillones en los consejos de administración por Ex-ministros, incluidos los primeros procedentes de gobiernos socialistas, y cargos similares. Y en contra de lo que se podría esperar no sólo no ha cesado esta práctica que roza la corrupción política por su falta de ética, sino que se ha aumentado con la llamada práctica de las “puertas giratorias”.

Durante esta última mayoría absoluta en la que se apoya el actual gobierno, hemos asistido al destape de corrupciones de los más variados colores políticos, tanto de la derecha como de la supuesta izquierda, nacionalistas, sindicalistas, en el gobierno central y en los gobiernos autonómicos, en gobiernos municipales, etc. Parece que la tarta que conforma esta nación está elaborada con pestilentes y corrompidas harinas y levaduras.

Los ciudadanos asistimos, ya sin asombro, a espectáculos bochornosos de monopolización (homogenización se podría decir) del poder, abusos por parte de quienes deberían garantizar los derechos, impunidad de delincuentes sociales y económicos respaldados y protegidos por quienes deberían perseguirlos, justificaciones y medidas con distintos raseros según el grado de afinidad, inmunidad de políticos corruptos, etc.

Los consagrados “poderes” constitucionales: legislativo, ejecutivo y judicial, dan la impresión de que están en las mismas manos. Cada vez es más exclusivo y restringido el club de los detentadores del poder y de los que deciden sobre vidas y bienes. Y cada vez es más excluyente el Poder, así con mayúsculas, con las clases populares.

Por eso, cuando a diario se inauguran obras, aunque no estén totalmente finalizadas, cuando el/la futuro/a candidato/a se marcan un “bailecillo” gracioso, cuando el político de relumbrón baja a tomar cañitas a la taberna de la esquina, cuando se recorren mercados, se hacen fotos con las amas de casa y se utilizan, en definitiva, todos los argumentos y trucos para parecer que son del pueblo, los ciudadanos debemos pensar, con el sosiego y el talento que caracteriza a este sabio pueblo español, que esta precampaña electoral o larga campaña que para el caso es  lo mismo, no puede engañarnos y que nuestro voto no puede ir para que los mismos sinvergüenzas, del color que sean, que nos han engañado y no consigan de esta forma mayorías absolutas. Tan sólo así no podrán cambiar su programa electoral de la noche a la mañana y empezarán a darse cuenta de que son los ciudadanos, y no una minoría  de políticos, los que deciden, con la fuerza de sus votos, qué futuro quieren para su país.    

Nino Granadero