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lunes, 9 de febrero de 2015

ME CABREA HACERLO, PERO...


La clase dirigente de nuestro país se empeña una y otra vez en llamarnos idiotas, tontos, imbéciles, o como se dice por mi tierra del sur del sur, carajotes, a todos los ciudadanos españoles al insistir, también, una y otra vez sobre las cifras de desempleados que un mes tras otro, como estadística, nos saca a relucir para mostrarnos lo bien que va España. Y… no se le cae la cara de vergüenza.

En el Diario Viva Jerez, del día 4 del mes en curso, un titular en letras grandes y en negritas, refiriéndose, claro está, a la evolución del paro: “La menor subida registrada en enero desde el año 2007” para continuar diciendo más abajo “nuevo incremento-El paro aumentó en enero respecto a diciembre en 77.980 personas, hasta llegar a contabilizar un total de 4.525.691,-“, luego, continúa un extenso artículo mareante en cifras y en números sobre el particular para justificar lo injustificable y hacer con ellos, en vez de una sopa de letras, una sopa de números que nadie se traga.

En mi primer artículo de este año, titulado: “Buenos deseos”, y publicado en los blogs:http://partidosocialdemocrataandaluz.blogspot.com,http://partidosocialdeandalucia.blogspot.com ,http://bloquesocialandaluz.blogspot.com  entre otras cosas decía: “Por esta vez, no voy a ser crítico con los gobernantes de las Españas. No. Quiero confiar en las buenas voluntades de todos. Quiero creer que trabajan y se dejan la piel por mejorar la sociedad que nos ha tocado vivir y que quieren preparar el camino de las generaciones venideras. Quiero entender que todo lo que hacen y van a hacer va encaminado al bienestar de lo general, dejando al lado lo particular”.  Nada. Tapón y zurrapa. Desgraciadamente tengo que volver a ser crítico. Y me cabrea serlo. Y es que no puede ser.  Aquí, cada uno a lo suyo. Nadar y guardar la ropa. Ya asquea lo de “y tú más”. Siempre el año que viene será el mejor año, el de creación de empleo y el del crecimiento, según el Gobierno.

Estoy cansado, por no decir hasta los cojones, de Rajoy y su “trupe”, de los tertulianos, de los analizadores de los mercados económicos, de las bolsas, del Ibex 35, de los economistas, de los programas de la varita mágica de “arreglarlolotodo” y “saberlolotodo”, de los visionarios, de…, me duelen las tripas de tantos retorcijones a las que las someto con tanto aguantar a tantos mentirosos, salva patrias,  mediocres, corruptos, ladrones de cuello blanco, excarcelados que no devuelven lo que se llevaron, ineptos y barulleros de la política. Si lo escrito en este folio fuera voz gravada, el eco en el “acantilado del Congreso de los Diputados”, no dejaría de repetirse una y mil veces.

La clase dirigente anda como loca, en estos meses que faltan para que se celebren las distintas elecciones, gastando lo que, según decían antes, no se tiene. Toda, sin excepción alguna, nos va a llevar, de nuevo,  al paraíso de donde fuimos expulsados por los demonios de la crisis. Ésta ya no existe. Se ha “esfumao” por el arte de birla-biloque y si está… no se le reconoce y punto.

Hasta hoy mismo han sido los tiempos de las desapariciones (más que desapariciones, los robos) de los derechos más básicos conquistados por las personas.

Los de a pié no queremos titulares de letras grandes y en negritas y artículos de prensa de sopas de números “enreosos” que justifiquen lo injustificable. No los queremos. Queremos otras cosas más sencillas, más entendibles, más verdaderas, más humanas, menos “templos” y más calles, menos “oraciones”, menos predicamentos y más reparto de bienes, menos avaricia y más bondad, menos migajas y más mantel para todos y no para unos cuantos.

Los de a pié, somos más sencillos. Los que “curramos” o estamos deseosos de currar, queremos trabajo. No queremos regalos. Queremos y de hecho, lo hacemos, contribuir a la sociedad del bienestar. Trabajo digno para las personas y las familias. Queremos trabajo y no beneficencia. Queremos trabajo y no esclavitud.  Queremos que nos devuelvan los derechos adquiridos y conquistados que nos ha robado, quitado, secuestrado, la clase dirigente. Tan simple como eso.

Las intenciones de mi primer artículo de este año publicado en los blogs reseñados, se han ido al carajo y por eso, no me queda más remedio de ser crítico y continuar en esta línea. Me cabrea hacerlo, pero…


Simón Candón 9/02/2015

jueves, 5 de febrero de 2015

EL REY HA MUERTO, ¡VIVA EL REY!


Cuando todavía faltan unos meses para dar el pistoletazo de salida a las próximas elecciones generales y están a la vuelta de la esquina los comicios para el parlamento de Andalucía, convocados a la ligera, tratando de evitar la quema total de la nave socialista por la Sra. Díaz, puede suceder lo que ya dijimos desde estas mismas líneas hace unos meses (ver Bisagra 17-10-14): el paso a un segundo plano de la formación socialista de nuestro país.

Lo que vislumbramos, a la vista del espectáculo, es que el pase a un segundo plano del PSOE es la antesala del fallecimiento de la criatura y su definitivo entierro, cuando no su incineración.


No pueden alegar los “barones” y altos personajes del partido fundado por Pablo Iglesias (el otro, nacido el 18 de octubre de 1850, en El Ferrol) que han sido abandonados por el pueblo. Desde la salida al escenario del “compañero” Rodríguez (más conocido como Zapatero) tras la espantada del dúo González-Guerra, los socialistas españoles han ido en picado. El alejamiento de los ciudadanos y el abandono de la ideología socialista, unidos a la llegada de arribistas sin escrúpulos, ha hecho que la ciudadanía se haya hartado y esté dando la espalda progresivamente, y parece que sin posibilidades de retorno, al entorno del PSOE.


Estos ciudadanos, consecuentes con su ideología y su situación social en el espectro político de la izquierda, no están dispuestos a ser engañados nuevamente por nadie. Los otros, los votantes de la derecha (muchos de ellos sociológicamente deberían situarse en la ribera contraria a los conservadores), seguirán votando al PP o al partido que lo sustituya como ya pasó con la extinta AP que consiguió enterrar, refundándose en el PP, su vergonzoso pasado franquista.

Las nuevas ofertas tienen su responsabilidad y mucha en el futuro socio-político de este país. Somos conscientes del erial que dejan los que debieron cuidar el jardín ideológico progresista en lugar renegar, vilmente, de una ideología tan digna que era la expresión del sentir de los trabajadores: el socialismo.

Los ciudadanos van a exigir a la nueva hornada de políticos que además de honrados tengan las suficientes agallas para derogar, sin paliativos, las leyes “marianas”. Sectores tan castigados como la enseñanza, la sanidad, las relaciones laborales, el mundo (que no el mercado) del trabajo, las pensiones, los derechos de libertad y de expresión, los derechos a una protección real de la justicia, etc., deben ser repuestos a los niveles que existían antes del retroceso impulsado por el PP cuando arribó al sillón Mariano Rajoy. Al menos la vuelta a las posturas anteriores a las anti-democráticas del actual Presidente del Gobierno.

También van a exigir los ciudadanos al gobierno que salga de las urnas y en el que estamos seguros no van a repetir integrantes de partidos que ya han ocupado sillones ministeriales, que se limpie no sólo el panorama político, sino también que se acabe con la vergüenza de los ciudadanos cuando aparecen los Bárcenas, Ratos, Granados, Camps, Mato… no podemos citar la lista completa, serían necesarios un par de folios más. Los ciudadanos vamos a exigir a los nuevos gobernantes que no sólo recuperen el dinero que estos sujetos han “retirado” ilegalmente sino que sea devuelto todo además con los intereses que correspondan. Y por supuesto que estos “distraedores” den con sus huesos en la cárcel.


Otros dos temas que necesitan urgente solución: acabar con la dictadura de los bancos y realizar una ruptura en toda regla del estado español con el eje Berlín-París.


Sr. Iglesias (don Pablo, el de la coleta): ¿mantendrá usted sus compromisos con los ciudadanos?. Si hace como los chicos integrantes en la banda pepera, tendremos que mandarlo a donde vamos a mandar a los chicos de Mariano: al limbo de los bobos.


  Nino Granadero