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jueves, 5 de febrero de 2015

EL REY HA MUERTO, ¡VIVA EL REY!


Cuando todavía faltan unos meses para dar el pistoletazo de salida a las próximas elecciones generales y están a la vuelta de la esquina los comicios para el parlamento de Andalucía, convocados a la ligera, tratando de evitar la quema total de la nave socialista por la Sra. Díaz, puede suceder lo que ya dijimos desde estas mismas líneas hace unos meses (ver Bisagra 17-10-14): el paso a un segundo plano de la formación socialista de nuestro país.

Lo que vislumbramos, a la vista del espectáculo, es que el pase a un segundo plano del PSOE es la antesala del fallecimiento de la criatura y su definitivo entierro, cuando no su incineración.


No pueden alegar los “barones” y altos personajes del partido fundado por Pablo Iglesias (el otro, nacido el 18 de octubre de 1850, en El Ferrol) que han sido abandonados por el pueblo. Desde la salida al escenario del “compañero” Rodríguez (más conocido como Zapatero) tras la espantada del dúo González-Guerra, los socialistas españoles han ido en picado. El alejamiento de los ciudadanos y el abandono de la ideología socialista, unidos a la llegada de arribistas sin escrúpulos, ha hecho que la ciudadanía se haya hartado y esté dando la espalda progresivamente, y parece que sin posibilidades de retorno, al entorno del PSOE.


Estos ciudadanos, consecuentes con su ideología y su situación social en el espectro político de la izquierda, no están dispuestos a ser engañados nuevamente por nadie. Los otros, los votantes de la derecha (muchos de ellos sociológicamente deberían situarse en la ribera contraria a los conservadores), seguirán votando al PP o al partido que lo sustituya como ya pasó con la extinta AP que consiguió enterrar, refundándose en el PP, su vergonzoso pasado franquista.

Las nuevas ofertas tienen su responsabilidad y mucha en el futuro socio-político de este país. Somos conscientes del erial que dejan los que debieron cuidar el jardín ideológico progresista en lugar renegar, vilmente, de una ideología tan digna que era la expresión del sentir de los trabajadores: el socialismo.

Los ciudadanos van a exigir a la nueva hornada de políticos que además de honrados tengan las suficientes agallas para derogar, sin paliativos, las leyes “marianas”. Sectores tan castigados como la enseñanza, la sanidad, las relaciones laborales, el mundo (que no el mercado) del trabajo, las pensiones, los derechos de libertad y de expresión, los derechos a una protección real de la justicia, etc., deben ser repuestos a los niveles que existían antes del retroceso impulsado por el PP cuando arribó al sillón Mariano Rajoy. Al menos la vuelta a las posturas anteriores a las anti-democráticas del actual Presidente del Gobierno.

También van a exigir los ciudadanos al gobierno que salga de las urnas y en el que estamos seguros no van a repetir integrantes de partidos que ya han ocupado sillones ministeriales, que se limpie no sólo el panorama político, sino también que se acabe con la vergüenza de los ciudadanos cuando aparecen los Bárcenas, Ratos, Granados, Camps, Mato… no podemos citar la lista completa, serían necesarios un par de folios más. Los ciudadanos vamos a exigir a los nuevos gobernantes que no sólo recuperen el dinero que estos sujetos han “retirado” ilegalmente sino que sea devuelto todo además con los intereses que correspondan. Y por supuesto que estos “distraedores” den con sus huesos en la cárcel.


Otros dos temas que necesitan urgente solución: acabar con la dictadura de los bancos y realizar una ruptura en toda regla del estado español con el eje Berlín-París.


Sr. Iglesias (don Pablo, el de la coleta): ¿mantendrá usted sus compromisos con los ciudadanos?. Si hace como los chicos integrantes en la banda pepera, tendremos que mandarlo a donde vamos a mandar a los chicos de Mariano: al limbo de los bobos.


  Nino Granadero