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lunes, 26 de enero de 2015

ESCENA DE SOFÁ CON DESAYUNO INCLUIDO


Estoy ocupado en otros menesteres, también relacionados con el placer de la escritura, y tengo un tanto abandonada la “crónica”, lo que pasa es que la cosa tira o como dice el aserto que “la cabra tira al monte”.

Hace un par de días, zapeando las noticias, pude ver en una cadena televisiva bastante coincidente con las tesis y la praxis de los mariano’s boys, la pantomima que proyectaban de la plana mayor pepera, incluido Presidente del Gobierno y ministros varios, en un “desayuno de trabajo”. Como siempre el ínclito Floriano estuvo sembrado, para ponerlo en un marco. Lo que no acabo de entender cómo a este chico no lo invitan al Club de la Comedia, porque lo que es vocación de payaso no le falta (y que no se ofenda, que puede ser una salida profesional ante el túnel por el que tendrá que deambular en un futuro cercano). La ventaja, pensé cuando concluyó el panfleto audio visual, es que por lo menos las horas empleadas en la grabación no han estado “gobernando”. Lo insultante es que los señores de la derecha no sólo traicionan a sus propios votantes, sino que parecen empeñados en poner en solfa la inteligencia de los mismos.

Entrando en faena: asistimos cada día, yo casi diría cada hora, a la más burda campaña de manipulación que hasta el momento se ha realizado en nuestra formal democracia. Es asombroso, aunque no tanto, cómo se manipulan de forma intencionada las noticias, no cabe otra lectura, atacando a personas destacadas de los partidos emergentes. Y lo peor del caso es que los ataques no provienen tan sólo de la derecha, que es comprensible aunque no sea de recibo, sino que en muchas ocasiones parece ser la línea de actuación de formaciones autodenominadas “progresistas”. Cuando no es una factura (por cierto algunas de hace años y que obedecen a trabajos ocasionales que como profesionales cualificados se han prestado y por los que se cobra, como es lógico), es la “sospecha” de pucherazo interno al elegir la Ejecutiva, o a supuestos “tratos de favor” de un familiar del cabeza de cartel de una formación emergente. Todo vale con tal de descreditar a unos descamisados (¡me suena!) que ponen en la cuerda floja el teatro de marionetas de tanto corrupto metido en el cieno hasta el cuello.

La maestría de las malas artes toma cuerpo con la publicación de una “encuesta” cocinada hasta conseguir que el cocido de berza se convierta en pastel. Nadie se traga que en tan sólo 15 días se produzca un vuelque tan espectacular. Una diferencia de 5 puntos (3 que gana el “beneficiado” por la empresa encuestadora y 2 que pierde el “damnificado”) no es creíble. Nos recuerda mucho a la misma operación realizada cuando el actual líder del PSOE llevaba 15 días de reluciente liderato. El tiempo y las urnas pondrán a cada cual en su sitio.
Por cierto que parece que el Sr. Sánchez no es tan líder, ya que hay algunos ex–dirigentes empeñados en hundir el barco del que ellos fueron dueños y señores del timón durante la última década. No hay que confundir los términos: los buenos capitanes se hunden con su barco. Estos “capitanes”, como burdos aficionados, han abandonado el barco y una vez ellos a salvo, parece que con malévolas intenciones, tratan de hundirlo. ¡Allá ellos!. Lo peor del caso es el papelito que les queda a los que se salven del naufragio: el de partido bisagra (y sé que a algunos de los que lean estas líneas les va a doler, pero es lo que se ve venir con una claridad meridiana).

Para los ciudadanos de este país no hay alternativa: o confiamos en las formaciones políticas emergentes, tanto de orientación conservadora como progresista, o nuestra democracia no será. Si los nuevos partidos que, al menos todavía no están “trincados” por el sistema, no nos sacan del atolladero en que nos han metido los que están de fango hasta los ojos, nuestro sistema democrático está condenado: no tendremos nunca democracia en este país. 

Nino Granadero