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viernes, 17 de diciembre de 2010

CLASE MAGISTRAL DE CURSO ACELERADO

Este vídeo, recibido por correo electrónico, nos muestra cómo no se debe hacer política.

La izquierda es otra cosa. No nos dejemos engañar.

Próximas elecciones municipales, si no hay adelanto de otras, hay que saber elegir.

viernes, 10 de diciembre de 2010

ESTE GOBIERNO


Como nos utiliza. Hay que ver como nos utiliza. El descaro es impresionante. Privilegios. Privilegiados. Pero… a ¿qué llamamos privilegiados? ¿Acaso todo aquello conseguido durante años tras años de luchas, esfuerzos, estudios y sacrificios por los Trabajadores, cada uno en su gremio, ahora se llama privilegio? ¿Es un privilegio la conseguida jornada laboral de 40 horas semanales? ¿Es un privilegio el haber invertido en la educación y preparación del ciudadano para ser más competitivo en esta sociedad de consumo capitalista en la que está inmerso? ¿Lo es? Lo conseguido por los trabajadores a base se sangre, sudor y lágrimas no son privilegios, sino una putada. Hay que morir para conseguir algo. Siempre pasa. Y… siempre les pasan a los mismos. Qué putada, ¿no?

Privilegiados si son todos aquellos que murieron y entregaron sus vidas, mártires, por la causa de las mejoras y el bienestar social de todos los habitantes en este planeta llamado tierras.

Este gobierno incompetente, desde todos los prismas, nos quiere hacer ver que su forma de gobernar es la mejor y la más correcta, que al frente del mismo, con sus asesores correspondientes, tiene a dirigentes responsables, preparados y que toma las decisiones necesarias y oportunas para que los ciudadanos nos sintamos seguros y bien gobernados. Y, la verdad es que no da ni una en el clavo. Gobierno mal previsor: no solo no vio venir la crisis, sino que estando ya en ella, la negó no tres, sino siete veces. Gobierno mal gestor: espera que el tiempo lo arregle todos y cada vez hay menos tiempo para dar soluciones a los problemas creados. Gobierno embaucador: su empeño es hacer ver a los ciudadanos que los blanco es negro y que lo negro es blanco. ¡¡Cuántas mentiras!!

¿Enumeramos “castas” privilegiadas?, según el gobierno, solo hay una “casta” privilegiada, que es la de los controladores aéreos, porque de un tiempo a esta parte les interesa al gobierno que así sea, si no, que decimos de los propios parlamentarios y senadores, por ejemplo, que con dos legislaturas en sus cuerpos tienen derecho al cien por cien de la jubilación, en tanto que cualquier trabajador tiene que tener cotizados un porrón de años y a lo mejor, si quiera tiene derechos al cien por ciento, sino a un porcentaje proporcional a los años cotizados, pero los parlamentarios y senadores no son privilegiados, no, no lo son. Es otra casta.

Entiendo que para este gobierno todo aquel ciudadano que se ha ocupado de su preparación, se ha esforzado, se ha sacrificado, se ha partido “los cuernos” para ser útil a la sociedad y que no se conforma con ser uno más, al contrario, se ha partido la crisma en su trabajo y en su obligaciones, para este gobierno, digo y entiendo, es un privilegiado. ¡¡Claro!! Y así nos va.

El Gran Capital, la Banca ha hecho un plante total, una ruptura rotal a la sociedad y la continúa humillando, esquilmando y pisoteando hasta dejarla en la más mísera miseria y por parte de este gobierno no se ha oído, ni si quiera en voz bajita, que esta “casta” en una privilegiada, al contrario la trata con paños calientes para que no se resfríe. Este gobierno no ha publicado ningún Real Decreto (nunca mejor dicho lo de real) militarizando a la Banca para obligarla a dar créditos para que las empresas continúen “sus vuelos” y así no provocar el caos de parados en el que está sumida la sociedad española.

Lo de los Controladores Aéreos es un pulso al Estado democrático y lo del Gran Capital, la Banca es el afianzamiento del Estado Democrático. Ver para creer.

Gobernar no es fácil, y hay que saber. Si no se sabe, lo mejor es irse. Moraleja.

Simón Candón 10/12/2010

miércoles, 1 de diciembre de 2010

UN PROYECTO INTEGRAL PARA ANDALUCIA


Andalucía es más que un ideal, una palabra, una historia, una cultura. Andalucía es, sobre todo, sus hombres y sus mujeres; de ahí que, todo proyecto político en Andalucía deba tener como objetivo prioritario el progreso y el bienestar de los andaluces. Todos, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, debemos participar en un compromiso colectivo de libertad y oportunidad para el progreso común y el bienestar social, alejados de la resignación, el inmovilismo y la dependencia.

El Partido Social Demócrata Andaluz debe encabezar ese proyecto, en el que pueden participar todos los afiliados/as, y todos los andaluces, de origen o de destino, que estén dispuestos a sumarse dentro de un proyecto común. El Partido Social Demócrata Andaluz, contra la estrategia desactivadora y uniformadora que propone la resignación y la trivialización de la identidad de los pueblos, le corresponde, desde luego, salvaguardar la identidad andaluza en un mundo globalizado, identidad entendida no sólo en la cultura o en una determinada cosmovisión sino en la tarea innovadora y solidaria de dar una visión andaluza del nuevo siglo en el que los andaluces, en el mundo de la empresa, las finanzas, los medios de comunicación, la producción cultural, la universidad, la investigación y desarrollo, las nuevas tecnologías, convirtamos a Andalucía, con su propia personalidad, en actor singular, en la globalización.

El Partido Social Demócrata Andaluz debe ser también el instrumento vigoroso de la transformación de nuestro país, ante el declive de la capacidad de movilización de los partidos clásicos en Andalucía de la derecha e izquierda, su sucursalismo y fracaso. Transformación, que debe involucrar a todos y no ser sólo un proyecto de partido, que hará de Andalucía un país equilibrado, en el que el desarrollo de determinados enclaves no suponga el abandono de otros y perpetúe fracturas territoriales, insoportables en un proyecto que es Andalucía en su conjunto. En ese objetivo, hay que incorporar a los jóvenes, desde la comprensión de sus problemas, aceptando sus aportaciones, en un compromiso intergeneracional por y para Andalucía.

El Partido Social Demócrata Andaluz debe convertirse ya en el referente de la autentica alternativa progresista real para los andaluces, como teoría y práctica esencialmente revolucionaria, y por consiguiente, directamente enemiga de las políticas conservadoras, desvertebradoras e insolidarias en nuestra Andalucía.

No se trata sólo de un proyecto identitario sino de una manera de comprender y explicar nuestra posición en el mundo, desde el compromiso y la responsabilidad, en una apuesta colectiva que, desde una perspectiva global, comunitaria e innovadora, se dota de un instrumento, el Partido Social Demócrata Andaluz, capaz de transformar y regenerar las estructuras profundas de Andalucía, cuando no erradicar los vicios que aletargan y condenan al inmovilismo a todo pueblo.

El Partido Social Demócrata Andaluz debe esforzarse por hacer compatible la asociación de diversos sectores e involucrarlos en la defensa de Andalucía, superando viejos conflictos de identidades. El denominador común debe ser el pertenecer y sentirse parte activa de una cultura política común que ponga los intereses colectivos del pueblo andaluz por delante de los localismos e individualismos y considere Andalucía como legítima protagonista de la construcción de un proyecto colectivo en el Estado, en Europa y en un mundo mejor.

Este proyecto asocia a los andaluces y los integra en una estrategia común de dinamización, en la realización del diagnóstico y en la definición de las orientaciones, prioridades y proyectos que implican a los ciudadanos en la acción, con una imagen moderna y positiva de nuestro país. Esa sinergia y apuesta común contribuirá y reforzará la identidad y la conciencia de Pueblo...

Andalucía no puede recrearse en sí misma, anclada en antiguas y autocomplacientes retóricas literarias que han sido instituidas y aceptadas, por conservadores y neoconservadores políticos y pseudo intelectuales de la derecha e izquierda, como un modus vivendi. Esa actitud ha generado una falta de ambición que ha sacralizado una ensoñada calidad de vida, placebo de una realidad distinta de desigualdades sociales y pérdida continua de los distintos trenes de desarrollo y bienestar social. Antes, la revolución industrial, hoy, si no reaccionamos, la revolución tecnológica. Por el contrario, nuestro país debe ser en el Mediterráneo el referente real de libertad, igualdad, progreso y solidaridad, así como el desarrollo económico, el respeto al medio ambiente y la sensibilidad.

El Partido Social Demócrata Andaluz apuesta por un desarrollo económico integral que potencie al máximo nuestras capacidades endógenas y rechaza la terciarización barata, que nadie nos debe imponer ni debemos resignarnos a asumir. Los Social Demócratas Andaluces defendemos un crecimiento económico sostenible y, en ningún caso, consideramos al PIB como referencia exclusiva del desarrollo de Andalucía, sino más bien un conjunto de indicadores como la educación, sanidad, demografía, comunicaciones, situación medioambiental y distribución de rentas que ofrecen una información más realista sobre los niveles de desarrollo de cada país.

En ese orden de cosas, debemos alcanzar una competitividad adecuada que nos permita presentar siempre un balance positivo de nuestros activos en cualquier foro de debate o poder. El reto de este inicio de siglo es dotarnos de infraestructuras físicas y capital humano suficientes, mejorar la gestión tecnológica, el resultado de las empresas, la eficacia de la Administración Pública y la creación de empleo estable y estructural.

Pero, estos retos no son traducibles a una mera situación estadística contable, se trata de tener o no tener poder político propio. De ahí que la voluntad de los Social Demócratas Andaluces persista en la creación y fortalecimiento de un poder político andaluz respaldado por resultados eficientes, que nos llevará a crear y mantener en Andalucía centros de poder y decisión económica, en todos los sectores, y estos serán, a su vez, los focos de creación de riqueza y empleo estable (Banco Andaluz).

Los Social Demócratas Andaluces defendemos una moderada pero persistente acción de los poderes públicos, frente a las fuerzas de libre mercado y creemos en un papel dinamizador pero no sustitutivo de la iniciativa privada, aunque reclamamos su intervención decidida y firme en los sectores estratégicos para Andalucía y en la generalización de las ventajas y los retos de la investigación, de las nuevas tecnologías y acceso al conocimiento científico. Andalucía necesita abrir el camino de una nueva cultura emprendedora que asocie inteligentemente al sector público y sector privado andaluz en objetivos comunes.

El respaldo Social Demócrata a la cosa pública debe materializarse y corresponderse con las formas necesarias para dotarnos de una Administración Pública apreciada por los ciudadanos, como instrumento ágil, dinámico y eficaz al servicio de los ciudadanos y no como una pesada carga o refugio de los que siguen creyendo en el Estado benefactor y empleador.

Por otra parte, la Universidad andaluza necesita una profunda transformación y abandonar su papel inmovilista, funcional y semillero de elementos para la terciarización. Su conexión con la sociedad que la sustenta debe alcanzar niveles de compromiso histórico para Andalucía. Así, las relaciones de colaboración con la empresa andaluza debe ser de una realidad inmediata, como la de crear mentalidades científicas y emprendedoras y no hacer de portadores del ensoñamiento en la inactividad subvencionada. Bien es ciento que la Universidad padece graves problemas de financiación que sólo se resolverán desde el convencimiento colectivo de su utilidad y de su responsabilización y compromiso en sacar a Andalucía de su postración e incorporarla al tren de las nuevas tecnologías e investigaciones aplicadas.


La colonización mediática y cultural, siempre latente, siempre anunciada y hoy patente, constituye una amenaza para la identidad política y cultural de Andalucía. Los Social Demócratas apoyamos aquellos proyectos autóctonos en el mundo de los medios de comunicación de masas y en la producción cultural que se desarrollen en Andalucía y estamos decididamente a favor de una televisión y radio pública que vertebre a toda Andalucía. Sin embargo, la defensa y viabilidad de este servicio no debe ser una coartada para obviar el papel que el Estatuto y la legislación emanada del Parlamento andaluz asigna a la televisión y radio públicas.

Nuestro modelo descansa en una televisión y radio públicas vertebradoras, respetuosas con las diferencias, el pluralismo político y con sus propios profesionales, y, sobre todo, que mantengan, apoyen y dignifiquen la cultura, los productores andaluces y los valores tradicionales, históricos, sociales y no sirvan de altavoz del esperpento, el mal gusto y la falta de respeto de propios y ajenos. Esa defensa de lo nuestro debe materializarse en una imagen al exterior de lo mejor de nosotros mismos, en una presentación y escaparate permanente ante los ojos de todo en mundo de la Andalucía positiva, del progreso, la libertad y bienestar social.