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jueves, 30 de julio de 2009

EL PODER



No tengo ganas de escribir. La desilusión me ha inundado. El papel en blanco no se si es bueno o es malo. Lo dice todo de esta sociedad. Es esponja. Lo admite todo. Es confesor. Se ofrece para todo. Lo recibe todo. No dice no a nadie. Lo acepta todo, incluso que lo recicle, lo rompa o lo incinere. El papel en blanco es generoso. En él se han escrito y se escribirán verdaderas obras de arte, pero también se han escrito y se escribirán manifiestos nefastos de maldades, intereses y codicias. Pero… hoy, hoy no tengo ganas de escribir, y… sin embargo, este papel me permite decir mis desganas.

Y hoy mis desganas me llevan a decir que efectivamente estamos en crisis (algo novedoso), en crisis financiera; en crisis de valores; en crisis morales; en crisis de educación; en crisis de respeto; en crisis de sistemas; en crisis de derechas, de centro y de izquierdas; en crisis de liderazgos; en crisis monárquicas y republicanas; en crisis religiosas; en crisis de fe; en crisis de confianza; en crisis de pensamiento; en crisis de amistades; en fin, en crisis del ser humano. No es la primera vez que esto ocurre. Antes hubo otros pueblos y otras civilizaciones que pasaron por el mismo trance que nosotros y… el ser humano continúa con sus mismas virtudes y sus mismas maldades.

El ansia de eternidad es manifiesta, la pasión por el poder, abrumadora. Estos dos conceptos enloquece al hombre de tal manera que es capaz de crear crisis de toda índole con tal de hacerse con el poder.

Como en todas las crisis, quien al final gana es el poder; el poder se consigue a través del dinero; el dinero es un invento del hombre que sirve para ser avasallado y sometido y ante el poderío de éste, en la actual crisis, ha fallado el propio capitalismo, el gobierno, la oposición, el sistema, el liberalismo, la banca del pelotazo, dejando a su antojo campear a sus anchas a la gran banca, con unos beneficios, en este semestre, de nueve mil millones de euros y como dice Juan Torres:” No hay que olvidar que si algo pone de relieve una crisis como la que vivimos y en general un sistema social como el capitalismo que condena a la muerte por hambre o falta de agua, a la ignorancia, a la enfermedad y al desamparo a millones de personas cuando se dispone de recursos suficientes para evitarlo, es su incapacidad para practicar la fraternidad. Es decir, su radical fracaso para humanizar a los seres humanos”, por eso de su arrogancia como bien dijo de él Quevedo: “Poderoso caballero es don dinero”.

A estas alturas la apatía gana enteros al comprobar que quienes nos dirigen y a quienes les dimos el poder (dinero de impuestos y sudores) se pelean entre ellos por las prebendas y corruptelas, solo son capaces de hacer crisis para mantenerse en el Poder.

No tenía ganas de escribir, y… sin embargo, hoy, este papel me ha permitido decir mis desganas y astiedades.

Simón candón 29/07/09