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lunes, 31 de octubre de 2011

Elena Salgado se explica en privado: “ella sabe que esto se cae; que no aguanta”

Jesus Cacho

Pocas veces como esta semana tuvimos los españoles la sensación de pertenecer a un país convertido en balsa de piedra, que dijo Saramago, navegando a la deriva. Esa impresión de extrañamiento y vulnerabilidad; esa sospecha de que nuestro destino se estaba jugando sobre tapete ajeno, sin que a ninguno de los tahúres que repartían baraja le importara un pito nuestro destino porque nuestros teóricos representantes, final de pesadilla el suyo, solo esperan a que pasen los días para ceder los trastos. Nadie ha defendido de verdad nuestros intereses. Al final ha resultado verdad que, al margen de Grecia, que se lo ha ganado a pulso, España ha sido la auténtica pagana de la farra que en Bruselas se han corrido los líderes europeos, con Zapatero mendigando un hueco en la barra del bar para pedirse un tinto de verano.

Al aceptar una quita del valor de la deuda pública que la banca tiene en cartera y elevar el ratio de capital de mayor calidad, el Gobierno ha colocado la soga al cuello de un sistema financiero que ya circula medio entornado por el peso de la resaca inmobiliaria. Con el mercado de capitales cerrado, ¿dónde encontrar esos 26.000 millones largos que necesitan? Y, ¿qué hacer con el resto de entidades no “sistémicas”? ¿A cuánto asciende las necesidades totales de bancos y cajas? No es exagerado pensar que el nuevo Ejecutivo podría verse en la tesitura de tener que nacionalizar, vía inyección de fondos públicos, la mitad del sistema financiero español. Lo peor, con todo, es que al admitir esa depreciación hemos enviado a los mercados el mensaje de que nuestra deuda es potencialmente insolvente, de manera que cada vez será más difícil colocarla y, en caso de lograrlo, estaremos obligados a pagar por ello un interés muy alto y desde luego insostenible en el medio plazo.

Consecuencias de lo ocurrido, nuestra economía se va a ver sometida a un cerrojazo adicional del crédito de graves consecuencias para un país instalado en la montaña de los 5 millones y pico de parados. Imposible pedir un crédito. Todo el dinero nuevo que entra en la banca va derecho a taponar sus propias vías de agua. El BBVA intentó esta semana colocar una emisión de bonos senior a 18 meses, pero de los 1.000 millones pretendidos solo logró adjudicar 750 y a costa de pagar un diferencial de 250 puntos básicos sobre el tipo de referencia. Ventanillas cerradas a cal y canto; cuerpo muerto de una economía carente de esa liquidez que es sangre por la que circula calor y vida. No crédito equivale a crecimiento cero. Es paro, miseria para miles de familias, desesperanza. Negro 2012.

Alguien ha dicho que es la venganza de Zapatero: “yo no tuve que ir de rodillas a pedir ayuda al FMI; Mariano Rajoy, sí”( hablando en plata, para lo que me queda en este convento, me cago dentro.... y después le echo la culpa al que venga detrás). La alternativa que se baraja en las zahúrdas de Génova habla de un pacto secreto Rajoy-Merkel, cuya esencia consistiría en poner a España bajo una suerte de “protectorado” alemán durante la primera parte del Gobierno Rajoy: “écheme usted una mano, Frau Merkel; manténgame abierta la barra de liquidez del BCE para que bancos y cajas puedan servirse a gusto, y yo me comprometo a poner en marcha de inmediato esas reformas en profundidad, sin anestesia incluso, que colocarán a España fuera de la lupa de los mercados”.

Intereses políticos sobre criterios económicos
Una vez más, los intereses políticos han prevalecido sobre los criterios económicos. Nadie en esas cumbres parece pensar en el crecimiento; ni una sola mención a la necesidad de crecer que mantiene en vilo a sociedades como la española, asediada por el desempleo. Y sin que ello haya servido para solventar las angustias que atenazan al euro ni para despejar la crisis de deuda de los países del sur. Al euro, como a España, le pasa lo que al protagonista del cuento de Borges titulado El Inmortal, que opinaba que “prolongar la vida de los hombres es dilatar su agonía y multiplicar el número de sus muertes”. Cumbres y más cumbres, soluciones espectaculares que a la semana se desinflan cual suflés, y vuelta a empezar. En un tiempo de míseros liderazgos como el que vivimos, los problema de Europa solo parecen tener solución con “más Europa”, es decir, más política económica común y sobre todo, una misma política fiscal, envite que demandaría a los Estados-nación del viejo continente ceder parte sustancial de su independencia y autonomía decisoria, lo cual se antoja mucho arroz para el pollo de una élite en verdad solo preocupada por el corralito del voto a corto plazo.
Elena Salgado ha intentado este fin de semana justificar su pobre desempeño en Bruselas entre sus amistades: “¿qué podía hacer yo frente a franceses, alemanes, BCE y FMI juntos…?” Triste broche de hojalata para una legislatura de hierro. Volvamos a Borges y su Hombre en el umbral, cuento que relata la peripecia de un pueblo que decide rebelarse contra un juez venal, secuestrarlo y someterlo a juicio: “Es fama que no hay generación que no incluya cuatro hombres rectos que secretamente apuntalan el universo y lo justifican ante el Señor: uno de esos barones hubiera sido el juez más cabal. Pero, ¿dónde encontrarlos, si andan perdidos por el mundo y anónimos y no se reconocen […] Alguien entonces discurrió que si el destino nos vedaba los sabios, había que buscar a los insensatos. Esta opinión prevaleció…” Como en 2004 prevaleció entre una mayoría de españoles la idea de situar al frente del Gobierno a un insensato sin formación.

En Bruselas ha puesto broche de piedra al desastre de estos ocho años. Salgado, también entre amigos, dice que no le preocupan tanto los 26.000 como evitar el “efecto escénico” de que España está intervenida. Ella sabe que esos 26.000 se convertirán en 50.000 si metemos en el saco del 9% de core capital al resto de cajas y bancos. Y si el Tesoro no puede con ese listón, que no podrá, no quedará más remedio que acudir a la European Financial Stability Facility (FEEF, en español), es decir, al BCE y, en última instancia, al FMI, que naturalmente impondrá sus condiciones. “Ella sabe que esto se cae; que no aguanta”, dice un amigo cercano (vencimientos de deuda bancaria del entorno de 120.000 millones a lo largo de 2012). Ese es el norte que parece guiar el fin de fiesta zapateril: puesto que vamos al FMI de cabeza, que sea Rajoy y el PP quienes se coman el marrón.

El silencio del Banco de España
Políticos mediocres y banqueros medrosos. ¿Será posible encontrar “cuatro hombres rectos” en nuestro país? Instalados en la miseria, ni el Gobierno ha sabido defender nuestros derechos en Bruselas, ni los banqueros, grandes o pequeños, se han atrevido a criticar las decisiones allí adoptadas. Como mucho, leves gestos de protesta en privado, siempre con sordina incorporada. No hay crédito para nadie, excepto para los padrinos de siempre, que cuando se trata de salvar el culo de alguna de las grandes fortunas, la banca, con el ICO –el Gobierno- al frente, acuden en masa: Es el caso de BBVA, Bankia, Caixa e ICO, que esta semana renovaron un sindicado de 602 millones que ACS (Florentino Pérez, familia March et altri) firmó en 2007 al inicio de su desembarco en Hochtief.

Más llamativo está resultando el silencio del Banco de España (BdE) y su gobernador, ese definitivo desastre que responde al nombre de Fernández Ordóñez. Perdida la batalla en todos los frentes, el banco y sus gestores se han escondido, dispuestos a soportar en silencio el aluvión de críticas que ahora les llueve "ahora" desde cualquier punto cardinal. Quien esto suscribe describió en noviembre de 2008 (“Zapatero en las exequias del capitalismo”) el horizonte de un banco central donde se estaba incubando el drama que hoy aflige a nuestro sistema financiero. Tres años han pasado de eso y nada ha mejorado, sino al revés. Como en el dicho gallego, se trata de "verlas venir, dejarlas pasar, y si te mean encima decir que llueve". Y ser el cómplice necesario en todo tipo de componendas, caso de de la compra del Pastor por el Popular:
-Que tienes que zamparte el Pastor, macho. Lo siento, pero te ha tocado.
-Y, ¿qué me das a cambio?
-Nada, que hagas lo que tengas que hacer con las cuentas, los enjuagues que te vengan en gana.
-¡Pero si ya lo hago!
-Más todavía…
Algún día habrá que hablar no de Ordoñez, a quien hoy pone a caldo cualquier destripaterrones, sino del verdadero responsable en la sombra del desastre de esa institución antaño prestigiosa y temida que era el BdE. Me refiero al subgobernador Javier Aríztegui (en marzo 2008, plena campaña electoral, el nota criticaba duramente al PP por “sembrar, sin ninguna base, una inquietud injustificada sobre la salud de las entidades financieras españolas, que están en una posición sólida para superar la actual coyuntura”) culpable de haber dejado la dirección general de Supervisión (el famoso cuerpo de inspectores) reducida a escombros. Mientras eso llega, crucemos los dedos e imploremos humildemente a los dioses: se trata de llegar vivos al 20-N.

viernes, 28 de octubre de 2011

EL VIRUS DE LA TONTALITIS



Parece que, con esto de la proximidad de las elecciones, hay algunas personas que están desarrollando un virus realmente peligroso: la tontalitis. Y lo más grave es que, según informes de un conocido laboratorio farmacológico, es contagioso por cercanía ideológica.

Los síntomas son similares: insultar a los ciudadanos de determinados territorios de España. Sobre todo los más afectados por estos insultos son los andaluces y los extremeños. Otro síntoma es que los insultos provienen de políticos del centro geográfico de la nación (mayormente afincados en la capital de España) y otros, igualmente centralistas, políticamente considerados, aún cuando pertenezcan a una comunidad autónoma, antiguo condado dependiente del Reino de Aragón, que tienen cada dos por tres broncas con los políticos de Madrid. Y abundando en caracteres comunes estos políticos profesionales del insulto son de la misma o casi igual tendencia política: ambos miran a los ciudadanos objeto de sus delirios tremens desde la derecha.

Unas veces la toman con los trabajadores del campo andaluz y extremeño, otras con los ciudadanos andaluces a los que califican de analfabetos, otras incultos por no votarlos a ellos, a veces dicen que los niños de nuestra tierra no tienen mesas (sic) para sentarse (por cierto, que en Andalucía nos sentamos, normalmente en sillas), etc. Son desvaríos típicos de esquizofrenia paranoide con tintes de fracasus tremens.

Lo peor del caso es que parece que se está desarrollando una cepa altamente contagiosa, aun cuando el contagio se da en una sola dirección: la ideología (o mejor dicho la falta de ideología). Así nos encontramos con casos de enfermedad muy desarrollada como pueden ser Durán y Lérida, Esperanza Aguirre (con muchas manifestaciones), Cristóbal Montoro, Ana Mato (reincidente), Puircercós (vaya el nombrecito, me recuerda a ciertos animales de cuatro patas muy estimados en la dehesa extremeña), Maria San Gil, el mismísimo Mariano Rajoy, etc., que parecen no tener posibilidades de mejora aún cuando sean tratados con internamientos hospitalarios, incluso ni con tratamiento intensivo intravenoso. A estos la mejor solución que se les puede dar es mandarlos a sus casas a reposar y que pasen los días que les quedan al abrigo del cariño de los suyos. De todas formas tampoco es que la pérdida de estos enfermos sea de vital importancia para nuestro país, es más, seguro que su retirada supone ventajas para todos los ciudadanos.

Y nada, que vamos a tener que decirle a los tribunales médicos que sean generosos con ellos, les echen un vistazo y cuando elaboren el pertinente informe no escatimen en calificativos, a ver si así les queda la paguita para que puedan tener una asistencia adecuada para el resto de sus días.

martes, 11 de octubre de 2011

CALIFICATIVOS (Sinónimos de Diputado Catalán)



Sobre las declaraciones que sobre los andaluces y extremeños ha hecho el alelado, anormal, atontado, asno, babieca, bobo, borrico, burro, caradura, cateto, cínico, comeollas, corto, cretino, deficiente, defectuoso, descarado, desvergonzado, engreído, estúpido, fantasma, fresco, ganso, gaznápiro, gili, gilipollas, gorrón, gorrino, idiota, ignorante, imbécil, inculto, jeta, lelo, lerdo, majadero, memo, mentecato, necio, pancista, papanatas, pasmado, pedante, pelele, petulante, presuntuoso, tarado, tardo, tocado, tontaina, tonto, torpe, retrasado, sandio, simple, sinvergüenza, subnormal, zopenco, zoquete, … ¿a quien me estoy refiriendo si yo quería hablar del Sr. Antonio Durán y Lleida?, lo pongo en español porque no escribo el catalán (ni lo hablo, ni puñetera falta que me hace).

Nino Granadero

viernes, 7 de octubre de 2011

EL OTRO DE LA "R"



¡Hágase la luz!. El Sr. Rajoy parece que comienza a enseñar la patita. Parece que comienza a vislumbrarse el panorama que nos espera. Como es de libro, la derecha (derechona que dirían algunos, entre los que no nos importa situarnos), en una declaración de fe política, empieza a definir cuales son sus intenciones para solucionar los problemas que tenemos los españoles. O por lo menos la parte de españoles que ellos entienden como “todos los españoles”.

Es curioso cómo de 14 medidas que se proponen por el Sr. Rajoy (alguna de ellas empeora la actual oferta en materia de subvención empresarial) para solucionar la “crisis” al menos en parte, según sus propias palabras, ya que esto sería sólo el principio de la salida de la crisis, hay tan sólo una en la que se menciona a los trabajadores y se hace para decir que “hay que apostar por el impulso de una reforma laboral que ponga fin a la división entre trabajadores y empresarios y los ponga a tirar del mismo carro”. ¡Toquemos madera, que viene la bicha!. ¡Miedo nos da el carro del Sr. Rajoy!. Y es que el Sr. Rajoy no entiende la reforma laboral como podemos entenderla los que estamos inmersos en el mundo del trabajo prestando nuestros esfuerzos a cambio de un salario (Prestación sinalagmática, como se dice en terminología laboralista). Mucho nos sospechamos que la reforma laboral del Sr. Rajoy caerá del lado de siempre, igual que lo ha hecho en los últimos tiempos el PSOE con el Sr. Zapatero. Es decir, los sacrificios serán, cómo no, para los trabajadores. La reforma laboral que nos propone el Sr. Rajoy no tiene más objetivo que capitalizar las empresas (por supuesto las grandes, no lo olvidemos) a costa de minorizar o incluso hacer desaparecer derechos y logros de los trabajadores.

Entre las 14 medidas restantes anunciadas, se encuentran una subvención de 3.000 euros para el empresario que contrate al primer trabajador, la compensación de las deudas tributarias reconocidas y pendientes de cobro, la reducción del impuesto de sociedades, el pago del IVA de las facturas cobradas por las empresas (quedarían libres del pago del IVA, se supone, en las compras que hagan, lo que no se entiende ya que hay obligación de poner IVA a todas las facturas), reducción de los tributos y así un rosario de beneficios (o bicocas) hasta finalizar la lista.

Eso estaría bien, diríamos que muy bien, si el ciudadano de a pié estuviera en igualdad de condiciones. Es decir, si se compra un coche para trabajar, que esté igualmente exento de pagar impuestos, que el transporte público tampoco nos cobre impuestos, que la gasolina tenga un precio real de costo, que la autoconstrucción de la vivienda tampoco pague tasas, que las deudas tributarias de los ciudadanos sean igualmente condonadas, etc. Pero no es así, los ciudadanos normales, cuando vayamos a comprar el litro de leche al súper, pagaremos el 8% de IVA. Y es que parece que para el Sr. Rajoy el vaso de leche del desayuno es un lujo.

Estaría muy bien que los libros de texto (todavía hay que comprar libros por ejemplo en bachillerato incluso en los centros públicos) estuvieran libres de IVA, y los abonos de transporte para escolares, y el material escolar, y ... Tampoco estaría nada mal que los albañiles, maestros, funcionarios, autónomos, etc. tuvieran deducción por la comida (almuerzo y desayuno) que tienen que hacer en un bar (¡no en un restaurante, cuidado!). Y tampoco estaría de más que no se cargara el IVA a la ropa de trabajo, ni a los materiales que utilizamos para trabajar... y así podríamos elaborar una lista con muchas más de 14 medidas.

Esto es lo que, de momento, ofrece el candidato de la derecha a “todos los españoles” suyos. Habrá que esperar a ver que nos ofrece al resto de españoles en temas que nos afectan también de forma muy directa como educación, sanidad, obras públicas, transportes, administración pública, bienestar social, etc. Es decir, que tendremos que esperar la oferta para todos los ciudadanos. Aunque mucho nos tememos que se asemeje a las tristes realidades de la Sra. Aguirre, por ejemplo en la educación para la “élite”. En temas de pensiones parece que no tiene claro si va a congelarlas, eso dependerá de lo que le digan los “mercados”.

El problema es que esta parte de españoles, los que todavía tenemos que esperar, no son para el Sr. Rajoy, “todos los españoles”.


Nino Granadero

domingo, 2 de octubre de 2011

EL ERE DE LOS "R" (Rajoy - Rubalcaba)



Un ERE (expediente de regulación de empleo) tiene un objetivo claro real: echar a la calle a un montón de trabajadores, coger las subvenciones para modernizar la empresa, incluyendo el cambio de nombre y, supuestamente, de propietario y ganar más dinero. Y todo ello con el beneplácito del gobierno de turno. Eso es lo que hasta el momento se está haciendo en este país con el consentimiento de este gobierno y de los anteriores. Y si hay algún problema, se hacen las reformas del “mercado” laboral que sean necesarias (un auténtico contrasentido llamar mercado por los “progresistas” al mundo del trabajo).

El pasado día 13/08/11, en un diario andaluz, decía el Sr. Vázquez (Secretario de Comunicación, Redes Sociales y Acción Electoral del PSOE-A) que “desde su partido ya están hartos de que la patronal y distintos sectores de la derecha quieran hacer reposar en la espalda de los trabajadores todo el coste de la crisis. Ya está bien de que en épocas de bonanza económica los empresarios se lleven pingües beneficios y de que en épocas de vacas flacas quieran que los trabajadores paguen por ello y socialicen sus pérdidas…”. Parece que el Sr. Vázquez tiene la memoria un tanto perdida, vamos a tener que recetarle palillos de pasas. A ver si se entera este Sr. que ha sido un gobierno socialista (de su partido) el primero, y hasta ahora único, que ha bajado los sueldos a los trabajadores a sus órdenes, a los trabajadores públicos. Ese fue el camino que mostró el gobierno del Sr. Zapatero a las empresas: machacar a los de siempre, a los currantes. Sr. Vázquez, ¡ya está bien de cinismo!.

Si repasamos un poco los datos que están encima de la mesa y los comparamos con datos del resto de la Unión Europea, nos podemos encontrar con auténticas sorpresas: España es el cuarto país del mundo donde más horas se trabajan. Aquí la media de horas trabajadas se va a 1.775 horas al año mientras que los supertrabajadores alemanes hacen 1.432. Parece que la fama de vagos no se corresponde con la realidad. Y este dato se contradice con el de la productividad: lo que hace un trabajador español en 1.775 horas un alemán lo hace en 343. ¿Cómo se puede entender este último dato?. Es muy sencillo, en las variables de la productividad cuentan también las personas en situación de paro, y de este dato, en el paro, no vamos ni a entrar porque es lo suficientemente claro y vergonzante.

Mientras el salario medio en Europa anda por los 27.036 € anuales (IESE-IRCO), en España está en 20.438 €, en tanto que en Alemania está en 41.691 y en Francia en 29.047. Las diferencias, salta a la vista, son abismales. En España tendrían que subir los sueldos casi un 60% para llegar a niveles medios, es decir a lo que cobra un trabajador belga.

Lo de las pensiones, es para llorar. En la U.E. hay países como Holanda y Bélgica donde rondan los 900 € de media al mes, en España escasamente pasamos de los 600 (614,27 para ser exactos). Es decir nuestros pensionistas están un 30% por debajo. A eso se llama hacer política social.

De las ayudas a las familias mejor no hablar, nos situamos a la cola de la U.E. Tanto es así que, según datos del Instituto de Política Familiar, España no dedica a este concepto ni tan siquiera el 1% del PIB. Estamos en el puesto número 15, por debajo de Italia. Es más, siempre según la fuente citada, el umbral se encuentra casi un 40% minorizado de los datos de 1980. Mejor no pormenorizar las cuantías pagadas por hijos, días de permiso por maternidad, etc.

Otro dato que deberíamos tener en cuenta: el número de empleados públicos. Mientras en España son más de 2.500.000 los que ocupan puestos en la administración, en Francia, por ejemplo, hay 5.200.000. En porcentajes, en España supone el 5,52% (18,09 habitantes por cada empleado público) en tanto que en Francia se eleva al 8,0 % (12,50 habitantes por empleado). Países como Holanda, Bélgica, Austria, etc. están años luz. Incluso Portugal nos supera ampliamente. Pues a pesar de todo, según encuestas del CIS, el grado de satisfacción de los servicios públicos en España es superior al de estos países en casi 4 puntos. Debemos indicar que el gobierno del Sr. Zapatero ha lanzado un ERE en este campo: se cubrirán de aquí a los próximos 10 años tan sólo el 1% de las plazas que se queden vacantes vacantes (1 de cada 10). Hay que recordar que empleados públicos son también los policías, los médicos, los enseñantes, etc. Tiempos duros nos esperan. Se calcula que en los próximos 5 años la plantilla de servidores públicos puede verse reducida en un 25% y esto, lógicamente, va a repercutir en los servicios.

Este es el panorama que tenemos. En conseguir estos “logros” han puesto su granito de arena, o por lo menos un volquete de arena y cemento, los Sres. Rajoy y Rubalcaba. Ambos han sido vicepresidentes de gobierno. Y entre sus logros están, como méritos del Sr. Rajoy: el caso del Prestige, la participación en la Guerra de Irak que nos trajo la consecuencia de los atentados de Atocha, la congelación de plantillas, la venta de bienes patrimoniales de todos los españoles (Telefónica, Iberia, etc.), entre otros. Y por parte del Sr. Rubalcaba: la negación de establecer la hipoteca suelo, la “solución” de la huelga de controladores declarando un estado de alarma en España y militarizando la cuestión (el único país de Europa que ha solucionado el tema de los controladores, a fin de cuentas un problema laboral, con este mecanismo), la subida de la edad de jubilación, la reforma laboral salvaje (volvemos a épocas del sindicalismo vertical) y algunas cosillas más. Son estos dos “salvadores” los que de manera activa, directa y decisiva han contribuido a que retrocedamos 30 años en nuestra sociedad del bienestar. Y ahora dicen que pueden solucionar la “crisis”.


Nino Granadero