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miércoles, 10 de julio de 2013

DIGNIDAD

Parece que no se han enterado Don Mariano y sus chicos. A ver, Don Mariano, hay una cosa que se llama dignidad. Y mire Vd. por donde, a pesar de que Vd. se dedique a la política, también debe tener un comportamiento digno. Y no lo está Vd. teniendo, don Mariano, no lo está teniendo.

Aparte de habernos engañado presentando un programa electoral y haciendo luego lo que le viene en gana (lo diremos educadamente, aunque en mi pueblo se dice a lo bestia), resulta que llevan más de un año acusándolo de haber cobrado en negro y usted se ha limitado a decir que es mentira. Pero no ha presentado Vd. una querella contra el supuesto embustero, ni siquiera ha hecho el intento. Se lo repetimos don Mariano, hay una cosa que se llama dignidad.

Parece que muchos de los políticos del partido que sustenta al gobierno, muchos más de los deseados, tienen un doble sentido de la ética y de la dignidad. Cuando hacen algo los otros, la petición de dimisión es automática, no requiere ser encausados, ni tienen que demostrar su culpabilidad, ni hay presunción de inocencia, ni… Como robots piden machaconamente la dimisión. Y en Andalucía tenemos un ejemplo diario de ello.

Ahora resulta que salen en los papeles el Sr. Arenas, el Sr. Rajoy, la inmaculada Sra.  Cospedal, el Sr. Pío Escudero, el Sr. Rato, etc. y todo lo que hacen es decir que es mentira. Y como ellos dicen que es mentira, sobra cualquier argumento. Ellos no necesitan dar justificaciones que para eso son los únicos que dicen la verdad y hacen las cosas bien. Esa es, aparentemente, la filosofía de la famosísima “transparencia”. Todo da a entender, según parece, que en el PP se tiene un concepto muy plano de la ética política.
Si hacemos una valoración desde el plano puramente político, el comportamiento del Sr. Rajoy es de lo más desvergonzado que hemos podido observar en el panorama político en los últimos 30 años. No sólo es embustero de forma compulsiva, rehúye el debate y no da la cara ante la opinión pública. Deja abusar a la banca con sus comportamientos de usura, quita derechos adquiridos desde hace muchos años a los ciudadanos (los famosos recortes), endeuda el país para engordar las arcas de los banqueros, niega el derecho a la dignidad de los dependientes, va a estudiar la reforma de las pensiones, etc. Esto en términos políticos es robar ( Diccionario de la RAE Robar: 2. tr. Tomar para sí lo ajeno, o hurtar de cualquier modo que sea) a los ciudadanos. Eso sí, legalmente que para eso se aprueban las leyes por el rodillo de la mayoría pepera.

Si además de recortar/robar a los ciudadanos, se está defraudando al Tesoro Público al no pagar los impuestos que corresponden de lo que se percibe, habría que preguntarse en qué se diferencian estos comportamientos de otros calificados como delictivos. Si los sobres, según la documentación que ha enviado el Sr. Bárcenas al juez, han sido práctica habitual, los que han percibido esas cantidades han estado defraudando a Hacienda, es decir quedándose con dinero que nos pertenece a todos los españoles. ¡Vaya el ejemplo de nuestros gobernantes, con el Sr. Presidente a la cabeza, al resto de los ciudadanos!. Si el Sr. Bárcenas miente, sólo hay una alternativa: Don Mariano, ¡ a presentarle una querella al antiguo tesorero de su partido !.

Como anécdota lo que comentaba anoche un vecino tomando el fresco.
- “La solución no es hacer como hicieron los franceses de usar la guillotina contra estos chorizos”.
- ¿Por qué no se puede usar? Me atreví a preguntarle.
- Porque se mella la cuchilla de la cara tan dura que tienen estos elementos.


Ya lo hemos dicho en otras ocasiones, es increíble que un contable tenga en jaque a todo un Gobierno democrático. Por eso, Sr. Rajoy y todos los implicados en el tema de los “sobrecillos”, tengan dignidad y respeten a los ciudadanos que les han votado: presenten su dimisión, porque cuando son otros los señalados, se les llena la boca pidiendo que se vayan.

Nino Granadero