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viernes, 29 de junio de 2012


¿RESCATE O GANANCIAS BANCARIAS?

A ver si podemos aclarar las cosas. ¿Hay o no hay rescate de la Unión Europea? ¿Se han rescatado los bancos o no?. ¿Cuál es el importe total del rescate? ¿Cómo se devolverá el dinero que aporta la Unión Europea para que los bancos tengan llenas sus cajas fuertes? Y más importante ¿quién devolverá el dinero? ¿A quién beneficia el rescate? ¿O es mejor hablar de subvenciones a fondo perdido a la banca española?.

Son preguntas que todos nos estamos haciendo constantemente desde que se empezó a plantear la falta de solvencia de la banca española. Y no es que los bancos españoles sean menos solventes que sus primos hermanos de Europa, no hace mucho saltó la noticia de que los bancos alemanes necesitaban más de 13.000 millones. Pero ese es otro tema; vamos con nuestro particular purgatorio bancario.

El plantear la primera pregunta, es decir si hay o no rescate bancario, no es un simple ejercicio retórico. El Presidente del Gobierno, Sr. Rajoy, empezó diciendo que era una inyección económica a los bancos que no era un rescate. Luego dijo que era un rescate única y exclusivamente de la banca y que la banca correspondería a la devolución de los fondos prestados por la U.E., mejor dicho, por el BCE.  Mas tarde nos dijo que el préstamo sería avalado por el Estado Español (es decir que España sería la fiadora de los bancos), y ahora resulta que lo que se ha hecho es un rescate directo a los bancos sin pasar por el Gobierno. A ver cual de las opciones indicadas es la cierta. A lo mejor, resulta que no es ninguna sino otra distinta, vaya Vd. a saber.

Y es que D. Mariano nos tiene tan habituados a sus desmentidos, marchas atrás, hacer lo contrario de lo prometido, etc. que ya dudamos de si “donde dije digo, ahora digo Diego”.  Tampoco estaría de más que se aclarara de una vez por todas si el rescate a España se circunscribe tan sólo al sector bancario. Porque como afecte al resto del país (directamente), nos podemos ver en el filo de la navaja en cuestión de poco tiempo, visto el desconcierto político y la incapacidad manifiesta del Sr. Presidente y de sus ministros económicos.

Otras de las cuestiones importantes es saber la cuantía del rescate (lo llamaremos así ya que tiene todos los indicios de ser un rescate en toda regla, diga lo que diga D. Mariano y el Sr. de Guindos, porque D. Cristóbal (Montoro) no sabe-no contesta). Y es que no es lo mismo que sean 50.000 millones que 100.000, entre las dos cifras hay una distancia que puede suponer un endeudamiento de varios años con las consiguientes restricciones hasta ahora tan solo en gastos sociales, porque las partidas de gasto corriente no se han aminorado nada más que en lo correspondiente a las fusiones (por cierto tan sólo 2 ministerios menos que el Gobierno anterior del Sr. Zapatero tan vapuleado por D. Mariano por su despilfarro en gastos políticos de organización).

Por eso nos urge conocer la cifra. Lo que no es de recibo es que con los medios técnicos actuales, el Gobierno no sea capaz de concretar cifras, es algo que también hace sospechar de la capacidad del equipo del Sr. Rajoy. Preferimos mantener esa duda a ser malpensados.

Hay dos temas de vital importancia: quién será el responsable de devolver el dinero y quién o quienes serán los beneficiarios. Es decir quién o quienes serán los paganinis y quién o quienes oirán el tintineo en sus bolsillos.

Pone los pelos de punta escuchar al actual máximo mandatario de Bankia decir que ellos (Bankia) no pensaban devolver ni un céntimo. Es decir que el “boquete” será tapado con dinero nuestro, el de los ciudadanos. Y surge la sospecha de que el resto de la banca siga el ejemplo., Si a ello se añade la fianza del Estado Español, nos puede dar como resultado que seamos los ciudadanos, otra vez más y van… los que carguemos con los errores, los “despistes” y la mala gestión de los superprofesionales económicos y responsables bancarios, en tanto que ellos, los auténticos y únicos culpables de la pifia, se largan con primas de cesantía millonarias y pensiones de jeques.

Porque la cuestión de quienes serán los beneficiarios está muy clara, al menos para nosotros: los únicos que salen beneficiados siempre con las crisis, es decir los bancos. No podemos dejar en el tintero los últimos movimientos bancarios en temas de ajustes. Como siempre, los ajustes se reducen a despedir personal en forma de indemnizaciones o de jubilaciones anticipadas.

No es cuestión baladí el último tema planteado: porque no es lo mismo que el rescate tenga forma de préstamo o que la forma elegida sea la de subvención. Un préstamo conlleva la obligatoriedad de devolución de los fondos anticipados, en tanto que una subvención es la entrega de unos fondos sin obligatoriedad de devolución.

Aunque en el fondo tanto nos da. Y es que el dinero que va a llenar las arcas bancarias va a salir del mismo sitio: de los impuestos que nos recaudan a los ciudadanos europeos.


Nino Granadero