Seguidores

viernes, 17 de octubre de 2014

BISAGRA


La bisagra es un artilugio que posibilita que las cosas giren. Y lo curioso del caso es que, según se coloque, puede girar hacia la derecha o hacia la izquierda. ¿Le suena?. Pues si aplicamos el término a la política, tenemos la definición de lo que es la vocación de muchos de los políticos profesionales, lo que últimamente se viene denominando la casta. No es baladí lo antes dicho, y volveremos a ello más adelante.

¡Nos están dando el espectáculo!. Las últimas, las desvergüenzas de la gente del PP con lo del accidente laboral de Teresa Romero. Y decimos accidente ya que se trata de una enfermedad contraída durante su trabajo. Perece que la gentuza que ocupa los nidos protegidos del PP, no tiene la decencia de lavarse la boca para no arrojar su halitosis de falta de ética, sobre la moral profesional demostrada por esta trabajadora de la sanidad madrileña. Pensamos que ya deberían haberse producido al menos 4 dimisiones. Si, esos que usted piensa. Lo que pasa es que como esos sujetos/as son unos amorales…


Claro que viendo la exhibición que están dando con el tarjeteo, no se puede esperar mucho de estos individuos (evitamos poner la palabra ladrones) de guante blanco y cuello duro. El resto de los partidos y sindicatos ha obligado a irse a los indecentes que usaron dinero ajeno para su divertimento y otros pequeños o grandes vicios, o los han echado. ¡Hasta la patronal ha obligado a irse al usurario de las tarjetas de marras!.


Pero el PP no. Ahí están liando la guita con los expedientes (supuestos, les concederemos le beneficio de la duda, ¡para que luego no digan!). Mucho sospechamos que es una de las tantas maniobras de distracción a las que nos tienen acostumbrados los peperos: que pase el tiempo, que deje de informar la prensa canalla para que no se note que están metidos hasta la cintura en boñigas y las aguas volverán a su cauce. Cosas muy gordas debe saber alguno cuando no se le toca un pelo. Por ahí anda un ex-vicepresidente de Gobierno, nada más y nada menos, metido en el manejo de las tarjetillas en cuestión. ¡Vaya los papelitos que le asignan al Floriano!. Nos da pena que haga el ridículo día sí y día también, pero será que es consciente de sus limitaciones y sabe que no puede aspirar a más.

Y vamos a lo que nos ocupa, la cuestión central: el concepto político de bisagra. Lo planteamos abiertamente, sin rodeos ni anestesia: ¿a quién dará su voto el PSOE en la sesión de investidura del próximo Presidente de Gobierno?.

No sabemos qué pasa últimamente con las encuestas del CIS, que sepamos llevan dos meses sin publicarse; bueno la de este mes no se ha publicado, la del mes anterior ha pasado sin ser comentada siquiera por la casta. Con ello han conseguido ningunear los datos, nada de ruedas de prensa ni de declaraciones rimbombantes, con lo que se evitan titulares inoportunos . ¿Será porque no le son nada favorables a los de siempre?.

Otro dato que debemos considerar: las presiones a que está sometiendo a la clase política el “mundo financiero”. La excursión de la Sra. Merkel y don Mariano por tierras “galegas” y el abrazo al apóstol, no es una casualidad. Si de estas cosas nos damos cuenta los simples ciudadanos, ¿qué purgatorio no estarán haciéndoles pasar a los “disidentes” del recto credo político?.


Desde luego lo que no desea la banca (así en genérico y en sentido amplio), es que se consolide una opción política que ellos, los “financieros”, no controlan. ¡Se les escapa de la mano la gallina de los huevos de oro!.


No queremos alargarnos en demasía. Por ello volvemos a lo ya dicho: ¿A quién votará el PSOE en la sesión de investidura para Presidente del Gobierno?. Porque el papel que le van a asignar las urnas a los liderados por Pedro Sánchez es ni más ni menos que el de partido bisagra. No es plato de buen gusto: son lentejas, o las tomas o las dejas.


Y se juegan mucho los correligionarios de don Pedro: puede que en ello les vaya incluso la muerte súbita.                                                                          

                                                                                                                                 Nino Granadero