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lunes, 17 de marzo de 2014

¿QUÉ PASA EN VENEZUELA?


No vamos a hacer un ejercicio de hipocresía al estilo de los profesionales de la política. Ni somos independientes ni pretendemos ser imparciales. Somos parciales y tenemos nuestra posición de izquierdas bien delimitada y claramente marcada. Siempre, siempre estaremos defendiendo la democracia. Por lo tanto, estaremos inclinando nuestra balanza en favor de los que han sido votados. En este caso, por el pueblo venezolano.

Dicho lo anterior, para que nadie se llame a engaño, habría que partir de una pregunta que no deseamos marcar de retórica: ¿Nos llega toda la información de la situación actual en Venezuela de forma real o nos llega sólo lo que interesa a determinados poderes y grupos de presión?. Y no se formula la pregunta por desviar la gravedad de los hechos, sino porque surgen, al menos a nosotros nos surgen, serias dudas de la veracidad de las informaciones sobre el país americano.

Se dan demasiadas coincidencias para que no asome la duda de la limpieza del proceso venezolano y del análisis del problema que se plantea al sucesor de Hugo Chaves. En primer lugar, Leopoldo López, opositor sistemático al chavismo, siempre está a la que caiga. Y lo más curioso del caso es que este sujeto ha intentado en poco menos de 10 años nada más y nada menos que 3 golpes de estado en su país. Si lo hubiera hecho en un país como el nuestro, libre de sospecha para comentaristas cercanos al partido de don Mariano y políticos de la derecha española, los tribunales de justicia le habrían privado de sus derechos ciudadanos y estaría recluido en la cárcel. Estas cuestiones todavía no se han dicho, ni una sola vez, en ningún medio de comunicación español.

Pero además el opositor venezolano Leopoldo López, ha sido derrotado en las urnas 4 veces, tres de ellas por Hugo Chávez y la última por su sucesor Nicolás Maduro. ¿Quién se aventura a financiar la campaña a un sujeto abonado a la derrota electoral? ¿O es que es súper millonario?.  ¿De dónde vienen los recursos para pagar los gastos de tanta campaña electoral fracasada?. Mucho nos tememos que tienen la misma procedencia que otras campañas de la derecha sudamericana. No es difícil imaginar que los intereses yanquis están detrás de la defensa de la “propiedad privada”, la de ellos, la de los lobbys estadounidenses.
La organización de manifestaciones, algaradas callejeras, enfoque de las noticias por parte de los medios de comunicación, sobre todo por las grandes agencias informativas, curiosamente de USA, llevan los mismos trazos de la campaña que se organizó en Chile cuando Salvador Allende fue elegido democráticamente presidente por los ciudadanos chilenos. En cuanto comenzaron en Chile las nacionalizaciones del cobre, del nitrato, etc. Empezó a germinar el “descontento ciudadano”, en palabras del entonces Secretario de Estado de USA Henry Kissinger.

Hay que recordar que tanto el cobre chileno como los nitratos, eran explotados por empresas americanas, al igual que el petróleo venezolano era comercializado por las petroleras de EE.UU. Insistimos: ¡demasiadas coincidencias!. El tiempo demostró, como se refleja abiertamente en la película “Llueve sobre Santiago”, que detrás del golpe criminal de Pinochet, estuvo la CIA y el galardonado con el Premio Nobel de la Paz, Henry Kissinger. También ha sido distinguido con el mismo premio por cierto, el actual Presidente norteamericano Barak Obama. Coincidencias, ¿simplemente coincidencias?. Lo hemos prometido y nos comprometemos a cumplir la promesa: algún día tocaremos a fondo el tema de los premios nobeles de la Paz, ¡van a saltar chispas!.

Insistimos son demasiadas coincidencias, demasiadas las lagunas que surgen en la información, demasiado el interés en mostrar como dictador a un presidente venezolano elegido en las urnas por su pueblo, demasiadas similitudes con los hechos previos a los diferentes golpes militares “salvadores de la democracia” en Sudamérica, para que no estemos un tanto mosqueados ante tanto “demócrata” con las espaldas cubiertas por la CIA.

No queremos tomar partido, ojalá todo se resuelva en beneficio del pueblo venezolano y no, como en tantas ocasiones en la historia de muchos países hermanos de Sudamérica, que detrás de las “revoluciones” golpistas a favor de la “democracia” siempre han aparecido los tentáculos de la CIA para beneficiar a las grandes corporaciones de EE.UU. Se repite la gesta: el golpista permanece todo el tiempo que quiere, eso sí, apoyado por EE.UU, porque un dictador de derechas no es un demonio como un dictador comunista.

De ese apoyo americano tenemos la mala experiencia en nuestras propias carnes: aquí lo dejaron estar en el poder hasta que la muerte lo retiró a cambio de ensuciar nuestro país con bases militares yanquis.

Nino Granadero