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jueves, 26 de septiembre de 2013

ASÍ NOS VA



Después de que terminaran los partes o comunicados, como quieran ustedes llamarlos, a los que nos tenían sometidos todos los medios de comunicación hace casi cuarenta años, vino la esperanza y la alegría para jóvenes y viejos de que las ataduras se rompían y las mordazas, desaparecían, como desapareció el que provocaba los mencionados partes.

Desde entonces hasta hace unos pocos años, la España de la Beneficencia, se perdió gracias al esfuerzo y el trabajo de esas generaciones que apostaron por un mundo mejor para sí y para las venideras, en una nueva España de derechos y obligaciones.

Hubo sacrificios y conciencia de País...

Es verdad que para ellos, lo de sangre, sudor y lágrimas, se cumplió a fuego con orgullo y dignidad.

Pero… ¿qué ha pasado o está pasando desde hace unos años a esta parte?

¿Por qué estamos donde estamos? Pensar y actuar es lo conveniente.

Ya está bien de aguantar tantas indignidades. Ya está bien. Hemos creado y permitido una clase dirigente de los sin esfuerzos, que solo por pertenecer a unas siglas, cree que  tiene derecho a pernada.

Y… así nos va. Desidia. Desgana. Da igual todo. Todo es indiferencia e indiferente. La sociedad no se mueve. La sociedad está paralizada. Ya se puede gritar todo lo que se quiera. No pasa nada.

Esta clase dirigente ha llevado a la sociedad a tal pasotismo que le cuesta trabajo hasta protestar.

Esta clase dirigente ha llevado a la sociedad a preguntarse… si… son todos iguales y hacen lo que les dan la gana ¿para qué moverse si luego no hacen nada?

Esta clase dirigente ha llevado a la sociedad española a la desesperanza y la lleva camino a la miseria que es la que va después de la sociedad de la beneficencia, en la que está ahora anclada.

Pero... ¿Y si empezáramos a desobedecer, desobedeciendo?, ¿Qué pasaría?

Y si nos hiciéramos todos “gandhianos” en las protestas para conseguir todo aquello que tanto trabajo costó conquistar y que nos lo ha quitado esta clase dirigente de los sin esfuerzos de un plumado, en nombre de no sé qué, con la escusa de la crisis, ¿qué pasaría?

Y si nos fuéramos a los bancos a formar colas y colas a ingresar por caja, por ejemplo, un céntimo y luego nos pusiéramos en otras colas para sacarlo y así, días y días,  ¿qué pasaría?

Y si los distintos  gobiernos de las Españas dejaran de mentir, engañar, embaucar y manipular e hicieran de los valores de responsabilidad, honestidad, honradez y entrega a la causa común de la justicia para el bienestar de este País, como santo y seña, ¿qué pasaría?

Decía Gandhi a los ingleses en unos de sus discursos:”No pongo dificultad alguna a que os quedéis en mi país, pero aunque seáis los gobernantes, tendréis que ser los servidores del pueblo.” Sin comentarios.

Y si hiciéramos todo lo anterior y empleáramos “la resistencia pasiva”, ¿qué pasaría?

También decía Gandhi a sus compatriotas: “Comparo a los enjoyados y ricos nobles con los millones de pobres. Y no tengo más remedio que decir a estos nobles: “No habrá salvación para la India a menos que os desembaracéis de esas joyas y las depositéis  a nombre de todos vuestros compatriotas indios”.

¿…?

Creo que si la sociedad se movilizara, los resultados, serían sublimes, pero me temo que continuaremos dando partes o comunicados, como ustedes queráis llamarlos, de “prótesis”, como antes, pero en estos tiempos.

Los campos de fútbol se llenan, las calles se quedan vacías.


Simón Candon 26/09/2013