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jueves, 9 de junio de 2016

NO ES VERDAD QUE EL PUEBLO SEA SOBERANO


No es verdad que el Pueblo sea soberano, no es verdad que sea así y prueba de ello es que los partidos políticos, con sus líderes al frente, le han quitado la soberanía,  esa soberanía.  Esta no es una afirmación gratuita que se me ocurre decir, no, no lo es y a las pruebas me remito.

Las pasada elecciones generales del 20 de Diciembre de 2016,  "el Pueblo soberano" decidió en las urnas no darle la mayoría a ninguno de los partidos que se presentaron para dirigir a este País y si le mandataron que se pusieran de acuerdo para formar un gobierno capaz de sacar del atolladero a este País y sin embargo, los cuatro partidos más votados (que habría que botarlos ahora), hicieron  caso omiso y se saltaron a la piola esa decisión soberana que había tomado el Pueblo, si es verdad que dos de ellos lo intentaron y los otros dos, o no estaban o se le buscaban y no aparecían. Sus líderes, cada uno a su bola. El gallego se hizo el longui dejando  pasar  el tiempo y viéndolas venir; el madrileño de la coleta estuvo todo el tiempo repartiendo ministerios; el catalán, juntamente con el madrileño guaperas, con un acuerdo entre sí, estuvieron en un veto constante. ¡En fin! todo un espectáculo esperpéntico para llegar, al final, a no cumplir con el mandato de los ciudadanos y tirar por tierra la soberanía del Pueblo. Todo esto ha llevado al País a una situación nunca visto, a un descrédito de la clase política y a más de seis meses con un gobierno en funciones que por estar en esa situación, no ha querido, ni quiere dar explicaciones de nada, nada y como consecuencia de todo lo anterior, el Pueblo se ve abocado a ir  a nuevas elecciones,  con el consiguiente gasto que estas suponen, en un momento económico que no está, precisamente para tirar cohetes.

Mañana comienza la campaña electoral de las nuevas elecciones, que se celebrará el día 26 de este mes con los mismos partidos de antes, con los mismos candidatos de las anteriores y con los mismos programas y promesas, ya manidas, que dijeron el 20 de Diciembre pasado. Total, lo mismo para lo mismo.  Pero ¡claro!, en esta ocasión, con una imposición de los partidos a los ciudadanos: que esta vez no se equivoquen.

Resulta que cuatro líderes fracasaron estrepitosamente al no ser capaces de ponerse de acuerdo entre ellos para ejecutar el mandato que le habían dado los ciudadanos de este País y le culpan a ellos de sus fracasos. Qué descaro, ¿no?. Cuatro fracasados le dicen a todo un País que se ha equivocado en su mandato y provocan nuevas elecciones. ¿no es todo esto una tomadura de pelo? o ¿un esperpento?. ¿Cómo estos cuatro fracasados, con sus acólitos, porque todos repiten a acepción de algunos, tienen la cara dura y la desfachatez de volver a presentase como candidatos en estas nuevas elecciones?.  ¿Donde la dignidad?. Dónde.  Si... entonces no fueron capaces, ¿ahora lo van a ser?, venga ya. Todo lo que sucede es indignante. Los partidos emergentes, emergieron (valga la redundancia) demasiado deprisa y pasaron de ser anti sistemas a ser más sistemas que el propio sistema, de comunistas a socialdemócratas rabiosos. De asaltar el cielo, a quedarse en el limbo. El camaleón cambia de color dependiendo en el lugar donde se encuentre. Pasa.

Realmente estoy descolocado. No entiendo que cuatro líderes fracasados usurpe la soberanía del Pueblo y todos los ciudadanos tengamos que entrar por el aro. No lo entiendo. Me niego a aceptarlo. Me niego. Estos cuatro sujetos han roto mis esquemas democráticos. No es verdad que la soberanía resida en el Pueblo y si residía, estos cuatro indignos se la ha robado. De los robos... ni si quiera hablo. Me dan náuseas.


Simón Candón 9/06/2016