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miércoles, 11 de junio de 2014

¿PODREMOS?


No está claro si podremos fiarnos de PODEMOS. Y lamento contradecir, o al menos mantener una posición de duda, a pesar de haber depositado todas, o casi todas, mis esperanzas de que la política en este país se pueda regenerar con la aportación de la oferta electoral encabezada por Pablo Iglesias.

Me produjo asombro, y sonrojo, ver y escuchar hace tan sólo dos días un vídeo del portavoz, imagen, cabecera, representante o como queramos llamar de PODEMOS, Pablo Iglesias. Un nombre que me trae recuerdos de otro Pablo Iglesias, del que tan sólo su memoria produce el respeto de cualquier demócrata progresista.

El vídeo en cuestión trataba, creo recordar que hasta en cuatro ocasiones, de la consideración que para Pablo Iglesias, el de PODEMOS, tenía la “lucha armada del pueblo vasco”. Me produjo repulsa la postura de vasallaje del Sr. Iglesias. Habría que puntualizar algunas cosas a la cara visible de PODEMOS.

Vamos a ello. Mire Vd. don Pablo, los asesinos son asesinos. No le dé usted más vueltas: el que mata es un criminal y como tal debe ser tratado y pagar por sus crímenes. No vale que se diga que la lucha contra el franquismo no admitía otros métodos. Hubo una multitud de antifranquistas que lucharon, y mucho, contra el régimen del pequeño (de tamaño que no de mala leche) general gallego. El que mata a un hombre es un asesino y punto. Y también estoy plenamente de acuerdo con todos los que exigen la responsabilidad de los crímenes durante la época franquista. Los criminales son asesinos, sin colores ni justificación que valga. ¡Punto!.

No obstante me gustaría que me aclarara algunas cosillas en relación a la banda mafiosa cuyo símbolo, curiosamente, es una serpiente, Sr. Iglesias. Le agradecería que me enumerara los franquistas a los que “ajustició” esta banda de asesinos. ¿Los militares, policías y guardias civiles que fueron asesinados con un tiro en la nuca (por la espalda) por esos héroes gudaris haciendo derroche de valentía, eran también franquistas o eran currantes que se buscaban las habichuelas como mejor podían?. ¿Los niños, mujeres y ancianos que sucumbieron como consecuencia de los coches bombas etarras también eran franquistas?.

Ya en plena democracia, es decir, hace tan sólo cinco o seis años, o quizás algo más, ¿qué razones encuentra usted para que fueran asesinados militantes y dirigentes de partidos con larga tradición antifranquista? ¿Y matar a sangre fría en sus despachos a profesores universitarios? En este caso es que se había atrevido a criticar a ETA y claro, en un ejercicio de democracia sin parangón, los pistoleros etarras, cargados de razones y demostrando su gran intelecto, eliminaron al insurrecto. ¿Me puede usted decir, don Pablo Iglesias, que razones argumentan sus defendidos etarras para colocar bombas en sedes de partidos democráticos?. ¿Qué justificación encuentra usted, Sr. Iglesias, para que ETA asesine a la mujer de un concejal, elegido democráticamente, mientras paseaba con su marido?.

Otra actuación de esos gudaris a los que usted entiende: ¿me puede explicar por qué se asesina a sangre fría a un médico mientras pasa consulta a sus enfermos?. Esta vez fue en Sevilla y la posterior actuación deja fuera de toda duda la enorme valentía demostrada por estos luchadores euskaldunas: cuando fue detenido por un simple policía nacional que le encañonó con su arma reglamentaria, el etarra, en lugar de enfrentarse cara a cara  como se espera de un valiente, tiró su pistola con la que tan sólo media hora antes había realizado el heroísmo de dar un tiro en la nuca a un médico desarmado y se meó (literalmente); se supone que la meada fue heroica.

Podría seguir, créame tengo cuerda para cuatro folios más, pero con esto hay bastante. Espero sus razonadas y sabias respuestas. Mire vd. Sr. Iglesias si lo que pretendía usted era reclutar votos de Bildu y otros sujetos de género semejante, lo puedo entender aunque no lo comparta sino todo lo contrario, pero si se trata de un ejercicio de sinceridad consecuencia de una larga reflexión, creo que está usted de más en el panorama español y que ha conseguido engañar a muchos españoles confiados.

Por cierto, que ya somos unos cuantos los que vamos a reflexionar sobre a quién votar en las próximas elecciones. ¿Me ha entendido?. Espero su contestación.      

Nino Granadero