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domingo, 16 de junio de 2013

AMIGO ANTONIO

Mi amigo Antonio Conde,  en el “FISBÚ”, da la noticia que ha terminado un curso sobre:”El Sueño de Europa”, que ha constado de cuatro videoconferencias y que “Después de oír a tres de los ponentes, el cuarto salió ``por patas´´, quizás por su avanzada edad, pues era un hombre mayor de 85 años y parece, no fue ayer su mejor día.” Y después de esto hace el comentario de hombre preocupado por la situación por la que pasamos y de las responsabilidades de unos y otros, con preguntas que muchos nos hacemos desde hace muchísimos años y que tienen las respuestas en los “Bancos suizos y alemanes”

Y… produce un debate en el que entramos varios al trapo, cada uno con su visión de los hechos. Yo en concreto le digo que le respondería con un artículo sobre el particular. Han pasado unas cuantas horas desde entonces y no he dejado de fisgonear “ FISBÚ”, con la sorpresa de que uno de los debatientes introduce el comentario de un español-alemán que quiere ser solamente ALEMÁN por una serie de razones, que no vienen al caso sobre el debate abierto, que son respetables y de libre posición como ciudadano(hay mucha tela que cortar sobre este español-alemán, ahora solo ALEMÁN).

Pues bien, yendo al meollo de la cuestión planteada por mi Amigo Antonio Conde en su comentario sobre “El sueño de Europa”, tengo que estar de acuerdo con él, no tengo más remedio, porque la verdad es esa: sueño, encanto, grandeza, panacea celestial y al final, paraíso perdido.

Y así, los del Norte, ávidos por hacerse con el sur, emplearon todas sus armas, esta vez sin trifurcas armamentísticas y sin emplear ni una sola bala, cosa que ya hicieron en tiempos pasados y le salieron los tiros por la culata, como digo, emplearon todas sus artimañas verbales, económicas y de marketing para hacerse con el Sur e “idearon” el “Sueño de Europa”, y el Norte se lo vendió al Sur.

Ocurrió que el Norte organizó una trama en donde a cada Estado le asignó que era lo que tenía que producir en exclusiva para sí y para el resto de la Europa de los sueños y a cambio les dio tanto dinero para el reciclaje para la prestancia de ese servicio, que los dejó desprovistos de los elementos más esenciales para sobrevivir por sí solos, y “en esto llegó el comandante y se puso…”, en concreto a España la inflaron de dinero a cambio de eliminar prácticamente la minería, la poca industria creciente que se estaba desarrollando, la ganadería, eliminado la producción láctea, cerrando astilleros, insignia mundial, etc., etc. y dejándola solo para ser la “residencia de ocio de toda Europa.

España, como siempre, cumplidora con los mandatos externos más que con sus ciudadanos, se puso mano a la obra subvencionando a todo cristo para que dejaran de hacer lo que estaban haciendo y reciclar todo el Estado para prestar el servicio que el Norte le había encomendado, y así también Grecia, Italia, Portugal, cada una con su encomienda. Desmantelado el Sur y con una deuda, no ya de escándalo, sino de caballo, ahora viene el Norte y le dice al Sur lo que tiene que hacer. Y le pide lo que no tiene, porque se lo ha gastado, pero el Norte no entiende de otra cosa sino de recuperar lo irrecuperable y para ello emplea lo que todos sabemos. De modo que jugada la partida de ajedrez, solo le ha quedado el Jaque Mate para quedarse con el Sur, sin escrúpulo alguno. No hay otra historia, amigo Antonio Conde. ¡Ah! A ese español-alemán que solo quiere ser alemán, ¿sabes?, él se lo pierde.


Simón Candón 15/06/2013