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miércoles, 22 de mayo de 2013

SE DICE: "NO HAY UN POLITICO QUE VALGA UN DURO



Hay razones y dan razones más que sobradas para que la afirmación del título de esta carta la compartamos muchos ciudadanos, aparte de que nos avergoncemos de sus aptitudes y de ellos mismos y de “sus inculturas”.

Veréis, recientemente, como sabéis, se le ha premiado a nuestro paisano D. José Manuel Caballero Bonald con el Cervantes de las letras. Un orgullo para Jerez, para Andalucía y para España, como no podía ser de otra manera. Un Premio a su trabajo, a su esfuerzo y a su aportación a las letras. Un reconocimiento a su obra literaria. Todos los que amamos la literatura y somos lectores, estamos orgullosos que, al fin, se le haya hecho el reconocimiento merecido.

Sevilla, capital de Andalucía, este año, le dedicó su Feria del Libro a D. José Manuel Caballero Bonald. Él, a pesar de su avanzada edad y sus achaques de salud, fue a la misma, hizo el esfuerzo y estuvo en la carpa central de presentaciones y se sometió a una entrevista pública en la que estuvo ameno y muy cercano con el público, entre el que me encontraba, al que le habló con la crudeza de la realidad, de su obra y de sus vivencias. Luego, terminado el acto, pasó a firmar libros a todas las personas que se lo solicitó, sin que diera muestra de cansancio o fatiga alguna y con toda la afabilidad que le caracteriza. Fue lo mejor de lo mejor. Y mejor fue que fuera así. Me explico.

¿Por qué lo del título de esta carta?, pues porque por allí no apareció ninguna “Autoridad Política” de Sevilla ni de Andalucía a recibirlo, a darle la bienvenida,  ni a acompañarlo. De vergüenza. ¿Dónde estaba el Sr. Alcalde de Sevilla? ¿Dónde el titular de Cultura de la Junta de Andalucía? ¿Dónde estaban? Ya digo, de vergüenza. Y eso que la Feria del Libro de Sevilla, la Capital de Andalucía, estaba dedicada a él.

Un Jerezano. Un Gaditano. Un Andaluz,  Premio Cervantes de las letras, que no lo tenemos todos los días (aunque desde que se le otorgó a D. José Manuel Caballero Bonald, ahora sí) no mereció el trato recibido. Pero ¡claro!, de estos personajes del tres al cuarto, no se podía esperar otra cosa. Lo contrario hubiera sido una Gran Sorpresa.

Y… mejor fue que fuera así, D. José Manuel, porque si no, Usted se hubiera sentido incómodo y  hasta nosotros, el público, también, que disfrutamos, no solo con su presencia, sino con su compañía y con sus comentarios de la cruda realidad, de su obra y de sus vivencias.

En esta ocasión, por una vez, nosotros ganamos, ellos perdieron  y por eso lo de “no hay un político que valga un duro”.

Simón candón 21/05/2013