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sábado, 27 de marzo de 2010

DE MAYOR QUIERO SER SOCIALISTA


Tengo 57 años, de los cuales me he pasado la mayor parte de ellos currando, no en valde tengo más de 35 años cotizado. Hoy me encuentro capeando en mis finales profesionales y lamentablemente en vez de ir eligiendo cartel y plaza, tengo que conformarme con “tentaderos” y “vaquillas” a modo de contratos eventuales de tres meses y como auxiliar administrativo, como si fuera un principiante maletilla, y llevando solo como atillo la demanda de empleo envolviendo los 426€ para vivir soñando y dar capotazos a la desilusión, al desencanto político, a las promesas incumplidas, a los ratos de hastío y desesperanza con atisbos de locura. Cuantos maletillas hay por estos caminos de la vida y de la ancha España pidiendo una oportunidad.

Es por todo esto por lo que yo cuando sea mayor quiero ser socialista, montar una revolución, una evolución social o luchar por reformas institucionales. Sueño que un día no muy lejano llegará la socialización, ese proceso que hará pasar de la propiedad privada individual, como consecuencia del actual auge capitalista, hacia uno de propiedad colectiva, y no me importaría en absoluto que fuera comunitaria o estatal. Luchar por la no explotación laboral y por la desaparición de lucha de clases, por el repartimiento de bienes, intereses, .......... manifestarse y conseguir un sistema justo.

Cierro los ojos en uno de esos y tantos ratos de contemplación al día y sueño despierto, me veo inquieto mirando de reojillo, con los bolsillos de los pantalones llenos de propaganda subversiva, frases de consigna contra el orden dictatorial establecido, y como si uno fuera un “Isidoro” cualquiera, pintando paredes mientras otros vigilan en las esquinas. No hacía falta tener un negocio de leche en el barrio sevillano de Bellavista ni militar en “Acción Católica” primero para tener inquietudes socialistas y soñar con un futuro más justo y con igualdad de oportunidades, ni tampoco se debería de tener un carnet para llegar a ser algún día, gracias al pacto del núcleo andaluz y vasco, secretario socialista. (Suresnes – Francia – 1974).

Ruido de trompetas y cacerolas me distraen de mis sueños, son currantes desesperados que indignados muestran a los políticos su descontento, sus necesidades, la injusticia, su desespero porque llevan tres meses sin cobrar de un organismo oficial resultado de unas votaciones pasadas con olor a socialismo, tres meses sin cobrar y agobiados por la presión de los bancos que quieren cobrar sus hipotecas y que sorprendentemente, por no decir incomprensiblemente tienen, así se narra en la televisión estatal, enormes beneficios, sin llegarles apreturas de cinturones ni de privaciones, con el aprovisionamiento además de dinero gratis por parte del estado y que terminaremos pagando todos, habiéndoselo quedado ellos, y empezando por una subida de iva, para equilibrar caja.

Se marcha la algarabía, no se oye ruido de tractores trabajando la tierra, solo de vez en cuando un camión aparentemente lleno camino del puerto por la autovía que hace sonar la junta metálica del puente, y que se aleja rápido sin colas ni retenciones porque no hay una actividad generalizada. Con los rayos del sol de esta primavera que empieza a secar esta tierra húmeda andaluza, con la que para postre se ha ensañado la madre naturaleza, llega el revoloteo juguetón de los pájaros que como el ir y venir de un péndulo te hipnotiza y te hace caer en suave letargo.

Algún día llegará en que el personal de a pie podrá votar en unas elecciones democráticas y conseguir que sus electos se conviertan en opositores del gobierno. Poder ser lideres de un partido mayoritario y convertirse en una alternativa al gobierno, ser diputado a Cortes y conseguir evolucionar hacia una socialdemocracia reformista. Congresos y más congresos para poder llegar alguna vez, tras una mayoría absoluta, hasta la presidencia de un gobierno cerrando un periodo histórico que podría llamarse de la transición española. ¿se imaginan Vdes. si pudiera gobernar un socialista durante trece años y medio todo lo que cambiaría? ¿se imaginan si pudieran ganar tres legislaturas?. Quien sabe si se conseguiría un gobierno socialista con esa ideología política que designe aquellas teorías y acciones políticas, que defienden un sistema económico y político basado en los sistemas de producción y en el control social por parte de un estado Obrero.

Un gobierno socialista con grandes reformas sociales justas y que beneficien al trabajador, sin expropiar a nadie por impago a la Hacienda Pública o la Seguridad Social, aunque se lo lleven calentito otros para sí mismo y que no se quede en la calle miles de trabajadores. Que no cree un plan de empleo juvenil que de pie a contratos basura, que no cree empresas de contrato temporal para que se queden parte del esfuerzo del trabajador, el empresario por un lado y los de ETT por otro. Un gobierno que piense en la salud sin decretar medicamentazos con el único objetivo de ahorrar fondos públicos eliminando la subvención que pueda recibir la prescripción de ciertos medicamentos por parte de la seguridad social. Que no origine indignación general ni rompa peras con los sindicatos para que no les organice huelgas generales de 14-D (1988) ni la de 27-E “Hay que pararlos. Te juegas mucho” (27/01/94)[.

Yo quiero ser socialista, tener la posibilidad de organizar un referéndum de segundas, porque era un no a la primera propuesta del gobierno antecesor y entrar en la Otan, enviar fuerzas al Golfo. No quiero socialismo de GAL ni de casos Laza y Zabala, no ser el Señor X, y menos que haya escándalos políticos de fondos reservados, ni casos Roldán, Paesa, Juan Guerra ni Filesa, y menos aún de escándalos de corrupción y llegar a unas condiciones económicas lamentables.

Socialista de pro, cambiar las inquietudes y los sueños de igualdad, dejar las luchas opositoras para crear un gobierno para todos, colgar el mono de trabajo y cambiarlo por un traje de marca y darle forma con el culo a ese sillón para que no me lo quite nadie, cambiar el sacrificio por el suculento sueldo que te permita vivir narrando tras un micrófono lemas y consignas que ya no se cree nadie. Me gustaría poder rechazar un título nobiliario porque no iría con mi forma de pensar, y aceptar ser hijo predilecto de una Andalucía olvidada y que aún no ha cobrado la deuda histórica, embajador plenipotenciario y extraordinario para la celebración del bicentenario de la independencia de América, presidir fundaciones y terminar diseñando joyas de todo a cien para que esté al alcance de todos y esculpiendo y modelando lo que nunca supiera dar forma,

Dimitir por sorpresa si pierdo las elecciones para eludir responsabilidades pero llevármelo calentito como diputado en un sillón que casi siempre estará vacío, y así promocionar el absentismo “laboral”. Irme definitivamente y vivir del cuento, atrincar, amasar y enriquecerme, negociar y asociarme a la pasta y vivir y conseguir para mí y para todos mis acólitos en distintas legislaturas todo aquello que es para todos, no para unos pocos. Sentarme con los que oprimen y monopolizan en busca de favor, tener grandes mansiones, si es a pie de una playa privada en la que el hambriento no pueda coger ni un cangrejo mejor. Socialismo ¿que es eso?, es llegar a ser rico vendiendo ideas, tener privilegios, no faltarme nunca una suculenta nómina que sale de escamotear hasta el pico de una declaración de la renta de un sueldo de 900,- € que se cobra un mes después sin aumento de recargos, y con el martilleo de “entre todos podemos”.


Cuando sea mayor quiero ser socialista, cambiar la camisa de a cuadros y cazadora por un traje impecable con una cartera que brilla con la tarjeta oro, ir de gañote y con gastos pagados de renta y si fuera preciso levantar el puño en alto, pero no para dar un golpe de efecto en la mesa y cambiar el mundo, no para decir “me lo llevo”. Y como la vida es una repetición de sucesos, como el hombre es el único animal que tropieza mil veces con la misma piedra, y llegaran unas nuevas elecciones, volverán a ganar los socialistas, esos que miran por el currante, los que dan trabajo y los que no permite que los de derechas explote al trabajador y les de un futuro creando puestos de trabajo, barrigas vacías son los que mejores votan, pero ya no votan promesas vacías, mentiras ni engaños, votan seguridad, y de lo que viven los pobres de un trabajo digno que le permita continuar este camino en el que nos han puesto aunque sea a trompicones pero pudiendo mirar dignamente hacia adelante, hacia un futuro cierto.

CUANDO SE MAYOR QUIERO SER SOCIALISTA como Felipe González y su séquito de secuaces, con talante, tras el signo de la ceja, de la ZP de nuestra habla andaluza, ZP de “zoplapolla”, de “zobáo a la plancha” de “Zorro Proletario”.......bote, bote, bote, socialista el que no vote...........cuando sea mayor quiero ser socialista, hoy solo tengo una bicicleta que es de todos, que está a disposición del partido, mañana Dios dirá.......y ya hablaremos...
Manuel Cruz Velez 27/03/2010