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martes, 6 de septiembre de 2016

TODOS COMEN DE LA TARTA



No me queda otro remedio que aguantar, como todo ciudadano de a pié, lo que nos están haciendo estos desvergonzados políticos. Ya no es teatralidad, no, ya no lo es, es tomadura de pelo por toda la cara, ni más, ni menos, ni menos, ni más.  Pero no tener más remedios que aguantar, no quiere decir que me tenga que resignar a aceptar las mamarrachadas de estos políticos indecentes e impresentables. No es que estas dos últimas investiduras fallidas de esta legislatura sean más indecentes que las de la legislatura anterior, no, las dos tienen la misma catadura moral e indecencia de desprecio de los políticos a los ciudadanos. Aquí no se salva ni el "potito".

¿Por qué comienzo este artículo con estas afirmaciones? porque estoy hasta las narices(el cuerpo me pide que emplee "un palabro", pero mi hijo me dice que sea educado y decoroso en mis expresiones y le voy a hacer caso, tampoco quiero perder las formas) de soportar y pagar a tantos ineptos, garrapatas y sanguijuelas, que lo único que saben hacer es chupar de las arcas del estado a costa de nosotros los contribuyentes, los ciudadanos.

Lo que está ocurriendo en la España actual (no me atrevo a decir País, no vaya a molestar a  los exaltados independentistas) es lamentable y lo lamentaremos todos por culpa de unos políticos desaprensivos, irresponsables, que no nos corresponden, que además, parecen de otros tiempos al no estar a la altura de las circunstancias, ni a lo que les exigimos los ciudadanos de hoy y para hoy. Los partidos ponen al frente de ellos a unos mequetrefes, cautivan nuestros votos y... ¡halaaa! café con leche para todos.

Tal y como anda el panorama de los de tú más (irresponsables) que yo, en este caso, de los Partidos Políticos, se me antoja que, a pesar de las negativas de los unos y de los otros, no habrá terceras elecciones, y no por el ridículo que puedan hacer, que ya con las segunda lo han hecho, sino por sus propias conveniencias en el reparto de la tarta. Al final de todo esto, todos, todos comerán de la misma tarta. Verdad es que la gran mayoría del pueblo español no quiere que Mariano Rajoy (marianico el corto para unas cosa y largo para otras) sea de nuevo Presidente del Gobierno, quien si quiere que lo sea es el Partido Popular, su Partido, que está empecinado que lo sea, como así lo corroboró el Congreso de los Diputados en la última votación de investidura en la legislatura en la que estamos, negándole su confianza, lo mismo que ocurrió con Pedro Sánchez, candidato a la Presidencia del Gobierno por el Partido Socialista Obrero Español, en la anterior legislatura. ¿Qué quiere decir esto? Que tanto Mariano Rajoy, como Pedro Sánchez, dirigentes puestos por sus respectivos Partidos, han sido rechazados por el Congreso de los Diputados para ser presidentes del Gobierno y lo honesto y digno que tendrían que haber hecho estos señores es dimitir. DI MI TIR. Pero, ¡claro! les faltan eso, coraje, honestidad y dignidad, lo mismo que a sus Partidos, que fueron los que los pusieron en el lugar en el que están todavía, que, a la primera, los tendrían que haber destituidos para tal responsabilidad. Los otros dos, por desgracia, son comparsa de los dos primeros, con voluntades encontradas y distintas de entender la gobernabilidad de España.

Cuando aventuro que no habrá terceras elecciones es porque es verdad que el horno no está para bollos y los Partidos en ristres lo saben, y saben que tienen más que perder, ellos, que ganar. Ahí entra el juego ahora de cómo evitarlas y salir triunfantes de esta gesta.

Los hilos de las marionetas empiezan a moverse y los intereses son fuertes para que se tiren más de unos que de otros. Así, el Partido Popular, que será el que gobierne, tendrá que "sacrificar" a su "súper líder" Mariano Rajoy, y poner otro en su lugar, y lo hará sin duda alguna; Pedro Sánchez se verá obligado a abstenerse en la investidura  del sustituto de Mariano Rajoy, después de la reunión que tendrá el comité federal del partido socialista obrero español, antes de esa investidura,  que le dará el mandato de abstenerse; Albert Rivera renovará el acuerdo con el partido popular, dándole, de nuevo el sí, y Pablo Iglesias será el convidado de piedra, manteniéndose en el no. ¿Por qué esta nueva situación? porque al partido socialista obrero español no le queda otra. Me explico: La situación del NO es insostenible y el que ha servido lo mismo para un roto que para un descosido, Ciudadanos, se ha plantado  y juega ahora una nueva baza, la que le queda para no quedar mal parado, a pesar de lo que ha currado para que hubiera gobierno de un lado o del otro. Le ha dicho al PSOE: si continuáis en la postura del NO, mi apoyo en Andalucía, lo retiro, así que toca mover fichas y quien la tiene que mover, en este caso es el PSOE. El PSOE toma nota, reúne al Comité Federal, éste acuerda la abstención, empujado por el PSOE-A, con lo que posibilitará al PP  gobernar en minoría, quedando el PSOE como jefe de la oposición de izquierdas, relegando a Podemos "al grillerío" y a Ciudadanos al sostenimiento de ese gobierno en minoría, del que no formará parte. Con esto, el PSOE sale "victorioso". Susana Díaz se mantiene en el gobierno de Andalucía como líder del PSOE-A con el apoyo de Ciudadanos hasta el Congreso que convocará el PSOE para elegir nuevo Secretario General (que será poco después de la investidura) en la que Susana Díaz será elegida nueva Secretaria General del Partido Socialista Obrero Español y Pedro Sánchez quedará como el que posibilitó la gobernabilidad de España en una España ingobernable. Por eso, Pedro Sánchez, no se ha postulado ahora. Con esta jugada, todos contentos. Todos salen victoriosos. Todos ganan. Todos comen de la Tarta.


Simón Candón 6/09/2016