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lunes, 25 de agosto de 2014

LLEGADA A LA DEMOCRACIA


El tiempo de la transición ha pasado ya. Ya estamos en época y en condiciones de cosechar los sacrificios que los españolitos de a  pie hemos venido haciendo desde aquel glorioso 20- N de 1975. El período de 40 años (se repiten los ciclos: 40 años de dictadura - 40 años de transición), está sobradamente cumplido. Y no se puede quejar la oligarquía española de falta de generosidad del pueblo. Durante estos dos períodos de 40 años han acumulado riquezas esquilmando derechos, arrasando beneficios sociales y apropiándose de bienes comunales. Y lo han hecho unos pocos bajo la amenaza de la fuerza y de una “ley” impuesta por una minoría en su favor y beneficio.

Ya es la hora de acabar con la transición. Que nadie se llame a engaño ni intenten engatusar al pueblo soberano desde tribunas manipuladores en forma de medios de comunicación diversos: la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Y hasta ahora en nuestro país hemos tenido la formalización de una pseudo-democracia: votar cada cuatro años las listas que una minoría nos impone. Tampoco se trata de la cacicada de elección directa de alcaldes que quieren colarnos como democracia real los mariano’s boys. Que por cierto, ellos mismos rechazaron cuando intentaron la misma jugada los chicos del PSOE.

¡Ahora toca democracia!. Una democracia plena, donde los ciudadanos decidan de verdad, donde nadie criado con la bandera del cangrejo y la camisa azul, con el yugo y las flechas durante los campamentos de verano y las “ocasiones solemnes”, nos quiera dar lecciones de democracia estos conversos. Estos chicos del PP han mamado democracia orgánica, de la que había cuando no se votaba nada por los ciudadanos sino que se aprobaba todo por los procuradores del movimiento mediante mayorías inquebrantables, y nos quieren hacer creer que por echar un papel cada cuatro años ya estamos en democracia.

Mire Vd. don Mariano y corrillo de palmeros y plañideras, se lo vamos a repetir: democracia es un vocablo griego que significa gobierno del pueblo. ¿Que no lo entienden ustedes?. A nosotros, a los ciudadanos, nos da exactamente igual que lo entiendan como que no; estamos hasta el gorro de soportar cacicadas y  caprichos de los de siempre, es decir, de ustedes. Ahora, aunque le pese a los de su clase, nos toca libertad y democracia, pero de la de verdad. Que ustedes no lo entienden ni están de acuerdo, pues eso es problema de ustedes, no de los ciudadanos.

A partir de ahora vamos a exigir responsabilidades por tantos derechos y tantas cosas como han sido pisoteadas por los que han mandado durante estos 80 años (los del generalito y los de este simulacro de democracia). ¡No se trata de un ajuste de cuentas!. ¡No, no se hagan ustedes mártires de nada!. Es sencillamente que nos han estado robando nuestros patrimonio, el patrimonio de los ciudadanos, han estado utilizando nuestros impuestos (impuesto es algo que se nos impone, no que se aporte voluntariamente, aclaremos conceptos) en beneficio de unos cuantos, han privatizado las empresas públicas que creaban riqueza que deberían ir a mejorar la vida de los ciudadanos para que sus amigos se enriquezcan; con lo que han recaudado ustedes de lo que nos han obligado a pagar (impuestos de combustibles, IVA, impuestos de sociedades, cuotas de la seguridad social, impuestos de licencias de aperturas, impuestos de licencias de obras, impuestos sobre bienes inmuebles, impuestos sobre el consumo eléctrico,… la lista es casi interminable).

Pero que no sea un ajuste de cuentas no significa que se vayan a ir ustedes de rositas: los tribunales deben aplicar una justicia real, que emane del pueblo, como dice nuestra Constitución, con órganos judiciales independientes de verdad. La apropiación indebida que se ha venido practicando, de forma legal aunque injusta (no es lo mismo ley que justicia), debe ser pagada como corresponda con una justicia que de verdad sea justa. A lo mejor con que devuelvan ustedes lo que no les corresponde, de lo que se han apropiado sin ser de ustedes, es suficiente. Bueno y  con que se les impida que vuelvan a hacerlo. Quizás también privándoles a ustedes de algunos de los derechos que nos pertenecen al resto de los ciudadanos decentes. Ustedes, su clase, deben asumir las responsabilidades por las deudas injustas adquiridas para lucrarse en negocios realizados por sus familias y amiguetes. Esas deudas no deben ser pagadas por los ciudadanos ya que, en nada, han beneficiado a la ciudadanía.

Ya va siendo hora de nacionalizar la banca, de nacionalizar los grandes medios de producción: electricidad, minería, construcción naval, medios de comunicación, carreteras y autopistas, etc. Y de paso eliminamos a ese grupo de zánganos cuyo mérito es permitir los abusos de los oligopolios. Debe hacerse una auditoría real, sin dejar atrás ni un solo dato, que ponga sobre el tapete las tropelías de esta casta desvergonzada que ha mandado (no gobernado, que es distinto) durante 80 años en nuestro país.

Es hora de exigir responsabilidades a estos delincuentes fiscales, sociales y políticos que han atentado contra la auténtica democracia. Que nadie se llame a engaño ni a falsas compasiones, estos sujetos son delincuentes y deben pagar por ello. Es de pura justicia social.

En eso estamos y por eso los que están instalados en la CASTA (aunque les moleste la palabra y el concepto que encierra), están con la camisa pegada al cuerpo, sudores fríos y tensión arterial alta, muy alta. El acojonamiento ha hecho presa de ellos y andan “alobaos”.

Nino Granadero


PD: ¡Que ocasión ha perdido el nuevo rey para legitimar la monarquía!. Si hubiera convocado una consulta popular sobre el tema, estamos seguros que habría barrido. Pero no, ha preferido mantener una monarquía impuesta por un dictador (la ley de sucesión nombraba “sucesor (de su régimen) con título de Rey…” a don Juan Carlos) antes que el pueblo, con su voto la hubiera legitimado.

Para el firmante al menos, ni el anterior rey era legítimo, ni éste lo es; ni por supuesto los sucesores… al menos mientras no sea legitimado por el pueblo.