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martes, 6 de septiembre de 2011

NO NOS REPRESENTÁIS

No nos representáis.


Los intolerantes que no podéis soportar que haya distintas formas de pensar a la vuestra, no nos representáis.


Los irresponsables que buscáis la confrontación escupiendo a los jóvenes, no nos representáis.


Los demagogos que planteáis exigencias que vosotros no toleráis que otros os hagan, no nos representáis.


Los que no respetan su propio cuerpo y lo exhiben como carnaza para los tabloides, no nos representáis.

No nos representáis los que no habéis comprendido que la filosofía, el trasfondo de nuestro movimiento, es el respeto a la dignidad humana.


No nos representáis porque no sois conscientes de que la persona está por encima incluso de la revolución. No sois capaces de entender que sin el ser humano la revolución no tiene sentido. Porque toda revolución, auténtica y por supuesto sin violencia, supone cambios profundos para el progreso del ser humano.

Queremos acabar con los abusos de una minoría de especuladores que juegan con el destino de muchos, queremos acabar con los intereses bancarios que rozan la usura y la sinrazón, queremos acabar con los privilegios de una casta minoritaria que se pretenden salvadores de la sociedad y se reparten la representación del pueblo. Queremos acabar con el elitismo de los falsos profetas, queremos acabar con los privilegios de los jerarcas religiosos, sean del credo que sean. Pero eso no os da derecho a ser violentos, irrespetuosos e intolerantes. Por eso, no nos representáis.

Queremos que nuestra sociedad sea lo que hemos dicho: una sociedad civil, una sociedad aconfesional, una sociedad igualitaria. Queremos conseguir una banca pública para acabar con el robo legal de los banqueros privados, queremos una educación laica para desterrar el clasismo, porque queremos que todos los niños tengan acceso a una enseñanza adecuada para desarrollar plenamente sus capacidades, queremos tener acceso a una sanidad pública de calidad, en la que prime el ser humano y no queremos una sanidad privada a la que acceden tan sólo los que tienen una abultada cuenta corriente.

Pretendemos conseguir una sociedad más justa. Y la justicia bien entendida, lo que vosotros, intolerantes, no captáis, empieza por respetar todas las ideas, hasta aquellas con las que no se coincide.

Queremos una sociedad de hombres libres, y vosotros, intolerantes, negáis la libertad de pensar a los jóvenes del Encuentro Mundial de la Juventud porque no piensan como vosotros. Por eso, no nos representáis.

Vuestro comportamiento cobarde nos produce bochorno. Esos escupitajos a la cara de chavales, con los que se puede no coincidir en sus ideas religiosas, nos causan auténtica vergüenza. Por esos os lo decimos: no nos representáis.

No nos preocupa que seáis anticlericales, antisistema, anticapitalistas o anti lo que os apetezca. Muchos de nosotros no sólo somos todos esos anti y muchos antis más, sino que además damos la cara diariamente para tratar de cambiar lo que nos parece injusto.

Evidentemente pensamos que un estado laico, como es el nuestro, no debe sufragar gastos de ninguna opción religiosa, y por supuesto pensamos que no tenemos que pagar los ciudadanos la visita del Papa, ni de ningún otro líder religioso, a España. Pero, y aquí está la diferencia, hacemos nuestras protestas pero respetamos las opiniones contrarias sin insultos, agresiones, ni faltas de respeto. Y, como no nos gusta la posición del Gobierno en este asunto y tampoco los excesos en la actuación de la policía, cuando llegue el momento, adoptaremos las posturas que consideremos oportunas.

Vuestra falta de respeto para con vosotros mismos, con vuestra conducta violenta y excluyente, nos deja claro que no habéis entendido la cuestión: sobre todo el movimiento del 15 M subyace un fondo de respeto a la persona. Y vosotros no tenéis claro cual es el concepto de persona. Por eso, no nos representáis.

Sólo por estar en la acera de enfrente no se está en posesión de la razón. La razón ni tiene dueño ni nadie debe escudarse en ella para imponer sus criterios. La razón hay que conquistarla diariamente desde posiciones de justicia. Y a vosotros parece que lo único que os preocupa es sustituir a los privilegiados. Y por eso, no nos representáis.

Vuestra intolerancia es lo contrario al diálogo, vuestros insultos van contra la dignidad del ser humano y vuestros salivazos ensucian el comportamiento de la inmensa mayoría de los que forman parte del movimiento del 15 M.

Por eso, os pedimos, ejerciendo nuestro derecho a expresarnos libremente, que os vayáis, que dejéis remar a compás a todos los que creemos que nuestro mundo tiene solución sin necesitad de contar con violentos e intolerantes como vosotros. Porque, a ver si os enteráis de una vez: no nos representáis.


Nino Granadeo