Como
dilapidar el dinero de los contribuyentes y vender esa dilapidación como un
triunfo de la buena gestión hecha con ese dinero. Muy sencillo, solo hay que
hacer lo que ha hecho la Diputación de Cádiz: "Dar empleo". Dicho
esto, parece que es buena cosa y qué mejor que destinar el dinero de los
contribuyentes a dar, que no a crear, puestos de trabajos y para ello, la
Diputación de Cádiz crea el "Plan de Activación Profesional integrado
en el Fondo de Cooperación Local. El
objetivo del referido plan de empleo de la Diputación, con una dotación total
de 4,2 millones de euros de recursos procedentes del Presupuesto del ejercicio
2015, es
crear algo más de 1.000 empleos durante dos
meses en los 29
municipios menores de 20.000 habitantes y las 11 entidades locales autónomas,
ha indicado Irene García. “Si la
Diputación tiene un sentido es el de la colaboración con estos municipios”, ha
dicho." y sigue diciendo:"Sabemos que con esta medida no se arregla
el problema del desempleo en los pequeños pueblos de la provincia ni en las
entidades locales autónomas de Jerez. Pero somos conscientes de que supone un
balón de oxígeno para muchas familias, que consiguen unos ingresos muy
necesarios y que recuperan por la vía del trabajo y del salario una dignidad
que en muchos casos podía estar en riesgo”, ". Es fácil de
entender, Triunfo total y populismo caritativo a
flor de piel sembrando para dentro de cuatro añitos, que no es moco de pavo,
pero... y aquí viene el quid de la cuestión sobre la dilapidación del dinero de
los contribuyentes. Vaya por delante lo de que tenemos una clase dirigente
política que no nos la merecemos, yo por lo menos, no, porque lo que aflora de
ella es la mediocridad elevada a no sé cuanto la potencia, porque no se trata
hacer y ejecutar un "Plan de empleo" para "dar" durante dos meses de empleo a un número
determinado de personas carentes de él, sino de hacer un plan serio para
"crear" un proyecto donde el empleo no sea efímero, todo lo
contrario, duradero en el tiempo, o como "en roman paladino" solemos
decir, dar la caña y enseñar a pescar y no el pez. Es cierto que con ese
dinero, durante un tiempo, "alivia" a esas familias, pero... y el
resto del otro tiempo ¿qué pasa con ellas? ¿no será que el político de turno
quiera cobrarse con estas dádivas el favor al cabo de los cuatro años? y siendo
materialista al cien por cien, ¿qué aporta a la sociedad este dinero de los
contribuyentes dado para estos menesteres de empleo fugaz y sin miras de crear
riquezas? ¿volvemos a la época de la beneficencia?
Estos
empleos que "da" la Diputación de Cádiz en los distintos
Ayuntamientos de la provincia son básicamente para arreglar acerados y
pavimentos ya arreglados en ocasiones anteriores con materiales distintos y para la limpieza
de sus calles, y eso sí es dar empleo, que no "crear" empleo, pero
¡claro!, malgastando el dinero público de una manera clamorosa, porque... ¿por
qué arreglar algo que ya ha sido arreglado con anterioridad?. Con todo, tenemos
otra, y es que esas peonadas hay que echarlas y justificarlas en el tiempo
aunque se esté mucho de él sin hacer nada y de pié como si fueran pastores
guardando ovejas, y de ahí, que luego, desde otras ciudades, regiones,
comunidades o incluso desde toda España, a los andaluces se nos consideren como
vagos e indolentes.
Es la imagen. Es el derroche. Es vender. Es comprar con el
dinero público, con el de usted y con el mío, pero no con el dinero particular
de aquellos que diseñan esos empleos, que si fuera suyos, seguro que harían
otras cosas de más provecho y utilidad tanto para los agraciados como para la
sociedad.
Los
sillones y asientos en los distintos sitios de poder, por lo que se ve, llevan
el sello de "La Esteban": "Mato", por un asiento
"mato", prueba de ello es el espectáculo que han dado "nuestro
representantes" en la asignación de los asientos en el Parlamento de
España.
Plegaria:
De los ineptos, mediocres y desaprensivos, libranos, señor.
Simón
Candón, 2/01/2016