D. Pedro Pacheco
Herrera, ex-alcalde de Jerez de la Frontera, al parecer, visto lo visto, acertó
en una cosa y erró en otra , y por eso, entre otras, está en prisión. Ni quito,
ni pongo. Me remito a lo real, a lo que le ha ocurrido.
No quiero justificar
nada de nada, pero sí denunciar el agravio comparativo con otros personajes de
rabiosa actualidad.
Por lo visto, acertó en
su afirmación sobre la Justicia en la que toda España, incluso fuera de ella, la
hizo famoso. No había entonces, ni hay ahora nadie que ante cualquier acto que
se presuma no correcto, no aluda a su famosa frase. ¿Ejemplos? miles.
Lo que estamos viviendo
en estos últimos tiempos, y en particular en estos días, es de una gravedad
extrema, llevada a cabo por unos personajes de responsabilidades políticas de Estado,
que agrede y vulnera la Ley Suprema, reguladora y garante de la convivencia en
la paz y el en progreso que los españoles nos hemos dado, como es la
Constitución en vigor de 1978, con sus modificaciones.
Estaremos de acuerdo
con esta Ley Suprema o no, pero lo que sí está claro es que todos los
ciudadanos de este País llamado España, o las Españas, tenemos que respetarla y
acatarla hasta que no nos demos otra que la modifique o la sustituya.
El Sr. Pacheco cometió
un gravísimo error. Sí, sí. Cometió un imperdonable e irreparable error.
¿Sabéis cual? el no haber hecho una declaración unilateral de independencia de
Jerez de una forma ambigua ante el
gobierno de la nación de entonces, darle pares y nones y jugar al sí, pero no.
Ese fue su fallo. Ese fue su error. ¿Por qué digo esto? porque tal y como se
están desarrollado los acontecimientos en la actualidad con los personajes de
Cataluña, posiblemente, el Sr. Pacheco, aun siendo altanero, no estaría en
prisión, ya que se habría avenido a los requerimientos del gobierno de turno,
habría negociado dentro de la legalidad y seguro que hubiera obtenido beneficios
para su ciudad, como tampoco lo están los antes mencionados. Me refiero a políticos
y no a ciudadanos sin responsabilidades políticas. A D. Pedro Pacheco le
encanta Jerez.
¿No hay agravio
comparativo? ¡Hombre! ¡Que venga dios y lo vea si no lo hay!
El Sr. Pacheco, por
contratar indebidamente a dos personas de su entorno, le han caídos unos años y
meses de prisión, que está cumpliendo, de la Justicia de la que dijo lo que
dijo y por causarle un perjuicio al erario público de aproximadamente
trescientos mil euros mal contados, cantidad que ha restituido. ¿Cuántos tendrían
que estar en su misma situación por los mismos hechos cometidos? ¿Cuántos?
imnumerables.
Los personajes
catalanes que han montado este sin sentido y que tienen en un brete a España,
aparte de pasarse la Ley de Leyes por el forro, han causado y están causando
dramas incuantificables tanto en lo personal como empresarial y por supuesto en
la división y enfrentamiento entre los propios ciudadanos de esa Comunidad
Autónoma, privilegiada desde los tiempos, en detrimento de las demás de las que
conforman el Estado español, haciendo tambalear la estabilidad de todo un País.
La Justicia para éstos, debería ser igual que para el Sr. Pacheco, por lo
menos. La gravedad de los hechos no es la misma, sin embargo están sin que ésta
actúe en los personajes políticos y ellos andan tan campantes y con
bravuconerías en la calle, jaleando al personal, crecidos y jugando con todo un
Pueblo, aparentando ser los mártires, lobos con pieles de corderos y dejando
entrever el posible uso de las armas. Grave, es grave lo que han provocado y
siguen haciendo.
D. Pedro, no quiero
justificar nada de nada, pero sí denunciar el agravio comparativo con otros
personajes de rabiosa actualidad.
El tiempo escribe sin
faltas de ortografías todo tipo de relatos, de novelas, de ensayos, etc... y no se
equivoca.
¿Mejor que yo? seguro.
Simón Candón 23/10/2017