Cuando escribo esto, todavía
hay confusiones y empujones entre todas las formaciones políticas que están
llamadas a llevar durante estos cuatro años venideros, tanto en ayuntamientos
como en comunidades, el mandato de lo que han expresado los ciudadanos en las urnas.
A pocas horas para que se constituyan los gobiernos, el mercadeo es apabullante
y la incertidumbre, desconcertante.
La Casta, por un lado,
continúa en sus treces en querer mantener su status a costa de ceder en lo que haga
falta con tal de mantener el Poder. Le da igual moverse a un lado u a otro o
quedase quieta, lo importante es mantener el Poder. La Casta es la indecencia
de los indecentes, porque… ¿dónde la ética? ¿Dónde las vergüenzas? ¿Dónde la dignidad? La
Casta, instalada en el todo vale, le da igual de la ciudadanía porque la
ciudadanía le importa un bledo, no es su interés, su interés es el Poner, el
manejar y el salvar los privilegios de unos pocos en detrimento de unos muchos.
Me ha decepcionado y decepciona tanto y tanto que cualquier cosa que haga, por
muy bien que lo haga, nunca contará con mi confianza. Estaré receloso de sus
movimientos. Son tantas las veces en las que he creído para luego tener que
descreer, que mi inocencia se ha roto de tanto y tanto creí/miento. Tantas
veces, la Casta, ha manoseado la confianza deposita en ella que de tanta usarla
la ha gastado. La Casta lo mismo utiliza la democracia que la dictadura y es
camaleónica. La Casta utiliza la democracia para imponer lo que le conviene por
encima de lo que la militancia pueda pensar, que es lo de menos para ella,
porque lo demás, es el Poder. ¡Qué importa lo que piense, diga y acuerde la
militancia! Los intereses de los partidos están por encima del bienestar de los
ciudadanos y prueba de ello es el uso torticero que hacen de los resultados de
la voluntad de éstos en las urnas para interpretarlos a sus caprichos. Sin
irnos lejos, aquí, en nuestra Andalucía ha primado el interés de un partido de
La Casta, por su conveniencia, para incumplir el mandato que los ciudadanos
andaluces le habíamos dado, que era gobernar cuatro años y, en este caso, este
partido ha violentado a todos los andaluces al llevarlos a participar de una
farsa e intereses de un “parto” de elecciones mal llevadas. La soberbia y la
prepotencia de La Casta, arrastra y aniquila la voluntad y el mandato de los
ciudadanos. De ahí a la dictadura, un paso, bueno, menos, ni siquiera eso. No
me puedo callar lo sucedido en estas elecciones municipales en un partido de La
Casta, PSOE, en concreto en una agrupación de Jerez de la Frontera. En esa agrupación,
los militantes eligen reglamentariamente, según sus estatutos, en tiempo y
forma a la que iba a ser su candidata a la Junta Vecinal Local (alcaldesa) por
el partido, elección que no es reconocida por la Secretaria General Provincial
de Cádiz, Irene García, que, además, impone una candidata que ni siquiera es
del partido, saltándose todo lo habido y por haber, dando la callada por
respuesta y haciendo caso omiso a las reclamaciones de esta agrupación
reclamando su derecho de independencia en la proclamación de su candidata. Ante
esta situación, la agrupación se dirige a Susana Díaz y a Pedro Sánchez,
recibiendo, también de estos, la callada por respuesta. La militancia es
ninguneada y no tenida en cuenta, recibiendo del partido “democrático” que dice
tomar las decisiones desde sus bases, el más rotundo golpe dedocrático desde las
más altas direcciones. Y es lo que hay. Consecuencia: toda la militancia de esa
agrupación se dio de baja
consecuentemente de un partido que se dice “democrático”. Esta actuación anti-demócrata
y dictatorial de este partido de La Casta, no es un caso aislado, sino norma de
La Casta en general, que le importa mucho el Poder y poco la ciudadanía. Una
dictadura revestida de democracia es dictadura pura y dura. El ordeno y mando
va por encima de la toma de decisiones de los ciudadanos. Y así nos va. Según
Pedro Casaldáliga: “el liberalismo es: homicida, suicida y ecocida” y es en lo
que estamos.
Los Emergentes, surgidos del
descontento manifestado en aquel 15M sin liderazgo alguno, de la voz indignada
del Pueblo, cansado de tantas atrocidades de pérdidas de derechos esenciales de
las personas y de las cosas provocados por La Casta, se manifiestan como un
movimiento cambiante y renovador que ilusiona y pone a pensar a los de La Casta,
porque ven peligrar sus privilegios y también a la aletargada sociedad, que empieza, de nuevo, a
despertarse y moverse en ese sentido. De ahí, bienvenido Los Emergentes. A esta
moda se apuntan a liderarla unos jóvenes profesores universitarios que destacan
en su valentía y apuestan por llevarla hacia adelante con todas sus
consecuencias y aparecen como si nada fuera para en la elecciones europeas dar
el campanazo y recoger todo el descontento y el cabreo con La Casta. Conforme
se van desvelando sus intenciones, empiezan las arrogancias que se presume del
poder. Sus movimientos entran en muchas ocasiones en contradicciones y no
acaban de arriesgarse a liderar ese rompimiento que necesita esta sociedad para
dejar lastres que abruman a sus ciudadanos. Caso como el de Podemos, entiendo,
no acaba de ser claro ya que está anteponiendo estrategias de partido, se ha
convertido en lo que detestaba, participando en las distintas elecciones con distintas
marcas para no perjudicarse en su propia marca, y así se disfraza de “Ganemos”,
etc. Entiendo que esta forma de actuar no es honesta ni honrada. Y… si actúa
como está actuando, para mí, no es de fiar. Es más de lo mismo. Lo bueno de
todo esto, de Los Emergente actuales, es que han despertado la conciencia y
actuación aletargada en la que estaba sumida esta sociedad y la ha puesto a
trabajar para los años venideros.
Los tiempos pasados de la
transición fueron de rebeldía, de esfuerzo, de trabajo y de esperanza para una
sociedad que salía de una dictadura que decía que lo había dejado todo “atado y
bien atado”, para pasar a “sin prisas, pero sin pausas” y llegar a la sociedad
del Bienestar para en nuestros días estar en la de la Precariedad.
Faltan todavía unas horas y
La Casta y Los Emergentes se dan codazos para ver quien se hace dueño del
Poder. Los tiempos han cambiado. Las formas han cambiado. Los conceptos han
cambiado. Los valores han cambiado. Los dioses, cada uno tenemos los nuestros.
Muchos muros se han derrumbados y otros se han levantado. La vida sigue. El
ansia de Poder continúa y es infinito y las personas, aunque distintas,
continúan. Es la hora y hay confusión. Todos somos enemigos a batir. Cada
instante que pasa, unos se sienten satisfechos y orgullosos y otros se sienten
decepcionados y traicionados. Los empujones, codazos y malas artes están a flor
de piel. Mañana, cuando los distintos plenos de ayuntamientos formalicen quienes
gobiernan, empezará un nuevo ciclo en el que La Casta y Los Emergentes
deberían, si de verdad les importara la ciudadanía, dejar atrás esas pugnas y
trabajar por el bien común y no por el particular, pero ¡claro!, esto último es
una utopía.
Simón Candón 12/06/2015