Suelo
utilizar el transporte público, entre otras cosas, amén de por conciencia
social y medioambiental, porque tampoco el sueldo da para hacer alardes ni
derroches. Y de vez en cuando se observan situaciones y personajes pintorescos,
o al menos curiosos. Lo de esta tarde, volviendo del trabajo ha sido para
enmarcar: un cartel del Sr. Rajoy, don
Mariano, en el que textualmente decía que
“SEGUIREMOS SUBIENDO LAS PENSIONES” una foto de medio perfil (el menos malo) y
el pié de cartel con el ESPAÑA EN SERIO.
No
pude evitar una carcajada que resonó en toda la estación (un apeadero
subterráneo de Sevilla). Y es que me dio la risa tonta, esa risa floja que no
se puede evitar y que produce una sonrisa cómplice en las personas cercanas.
Estoy seguro que más de uno de los que esperaban el tren de cercanías pensaría
que debía tener algún tornillo flojo o algo por el estilo. Cuando vi la
expresión de una señora sentada en un banco mientras esperaba la llegada del
tren, que dejó de leer el libro que sujetaba entre sus manos, me percaté de la
gravedad del momento: seguro que está pensando que me he contagiado del sujeto
del cartel, me dije. Y no es que me preocupe demasiado el qué dirán, pero que
haya la posibilidad de que me comparen con don Mariano, es algo que me produce
verdadero bochorno.
Me
surgió la duda de si realmente es que el fotografiado en el cartel no daba más
de sí y se había creído de verdad el texto, el SEGUIREMOS SUBIENDO LAS
PENSIONES, o es que le había dado un aire y se le había quedado la cara de lelo
que reflejaba el cartel electoral.
Se
me vino a la mente, como si fuera una película de Felllini, cómo una legión
pensionistas, de los muchos que cobran 600 euros de pensión, gozosos por la
subida de los 2 euretes mensuales, se afanaban y pugnaban entre ellos por ser
los primeros en la fila para votar a don Mariano y estaban haciendo cola desde
las 6 de la mañana, igual que cuando el día 29 de cada mes van a la caja de
ahorros para cobrar la mísera pensión que, en muchos casos, será el sustento
del matrimonio de ancianos y de la familia del hijo que lleva en paro 3 años.
Imagino
el estupor de los pensionistas españoles, y de los que tenemos la lejana y
dudosa esperanza de ser algún día pensionistas, viendo cómo Mariano, el
Saqueador del Fondo de Pensiones de la Seguridad Social, tiene la osadía de burlarse
con algo tan serio como es el sustento de las personas que, por su edad, han
pasado a la reserva, al derecho a gozar de un merecido y digno descanso que el
susodicho fotografiado del cartel de marras les niega.
Por
favor don Mariano, no se ría usted de las personas mayores, ¿o es que de verdad
usted cree lo que está diciendo? Si es lo segundo es que su nivel intelectual
es mucho más corto de lo que muchos españoles pensamos.
Nino Granadero