Tal vez en
una sociedad lo más grave no sea que la corrupción se generalice, que se
justifique y hasta que se vea "normal" por grandes capas de la
población. Lo más grave sin duda es que se pierda el norte, que desaparezcan
las ideas y que los valores morales no sólo se olviden, sino que dejen de
existir. Eso es lo que nos está pasando. Y cuando ésto ocurre es que estamos en
franca decandencia, en bajada hacia los abismos de la nada.
No piense
nadie que el derrotismo nos invade, es sencillamente que, como decía
Arquímides, "dadme un punto de apoyo y moveré el mundo". Pues eso: el
punto de apoyo se está desmoronando tanto que estamos a un paso de que el mundo
se quede quieto, varado en el vacío de la nada universal, de tal forma que no
podamos moverlo. Y eso, sí es grave, muy grave.
Desde que el
mundo es mundo todo se ha movido gracias a las ideas, y cuando estas ideas han
sido progresistas, hemos ido progresando, cuando las ideas son
conservacionistas, sólo nos dedicamos a conservar. Como se indican en ambos
términos, progresismo y convervacionismo, persiguen metas distintas: para uno
es seguir creciendo y para otro guardar lo conseguido. Cada cual es muy libre
de pensar lo que le apatezca, pero
cuando una sociedad no avanza, se queda estancada (lógica de
perogrullo). Eso nos está pasando a los españoles. Y tal vez no seamos más que
el reflejo de la media general de esta
sociedad "globalizada" tan tecnificada, tan robotizada y tan avanzada
electrónicamente. Cuando se ponen en duda las ventajas del ejercicio de
pensar... No podemos olvidar que la Filosofía se ha denostado y ha sido
arrinconada como asignatura. Consecuencia de que a nuestra sociedad no le
interesa que los individuos piensen, sino que obedezcan. ¿Se entiende el cambio
de las metas, los objetivos que se persiguen? Mal asunto cuando hay, como nos
está pasando, vacío ideológico, cuando tan sólo se persigue llenar la cartera y
se acorrala a los que ambicionan paraísos donde el hombre pueda ser libre.
El Poder (con
mayúsculas) está triunfando. Y este Poder no tiene nada que ver, ni le
interesa, con el resto de los mortales: su objetivo es acaparar riquezas,
medios, control y voluntades. Para nada los mueve la dimensión social de la
persona, ni las relaciones humanas, ni el crecimiento de las ideas, ni la
mejora de la calidad de vida de nuestra sociedad. Ellos, el Poder, tan sólo se
mueven por intereses propios y que satisfagan sus egocéntricas vanidades y
deseos de tener, de acaparar. ¿Que para ello hay que crear un sistema donde
todos se sientan engañosamente libres? Pues nos inventamos la democracia (la
que tenemos, que para nada es democracia) y la clase política para gestionar
esa "democracia" que le venga como anillo al dedo al Poder. El Poder
no tiene ideología, solo intereses. Por eso no le hace ascos si tiene que
apoyar formaciones políticas supuestamente de izquierdas o de derechas, dicho
en términos convencionales. Si hay que interponer una serie de personajes que
salvaguarden sus moradas, el Poder apoya a quien haga falta pero que le
garantice su impunidad, aun a costa de que la corrupción se generalice. Y es
que el Poder, en su concepción y esencia más pura, es corrupto, total y
absolutamente corrupto.
Afirmaciones
que están a la orden del día como "poderoso caballero...", "que
robe la derecha es normal..." "los ricos siempre serán ricos..."
etc. nos da idea del grado de desamparo en que se encuentran las clases
populares de nuestra sociedad. Cuando los desamparados y desheredados del Poder
se sienten engañados por los "mesías" el desánimo horada las entrañas
de las personas y los deja en el peor de los estados: en la indiferencia. La
permisividad con que se mueven algunos es una lacra de nuestra sociedad, una
lacra permitida por el Poder, que soportan las clases populares mermando sus
derechos y enfermando con las pestilencias que emanan de estos corruptos.
Cuando se pone en los altares a un personaje que renuncia a su pensión de
expresidente y, lo peor del caso es que lo ensalzan las clases populares, los
pensionistas a los que ese mismo personaje les subió 1,5 euros la pensión, es
que el sistema falla, y falla estrepitósamente. Porque no es que haya
renunciado a ese "derecho" que "tenía" por altruísmo o
generosidad, sino por estar sujeto a la Ley de Incompatibilidad. Mejor pensar
que los palmeros no conocen la ley. Y ese es sólo un ejemplo de cómo se
manipulan las realidades. Otro tema es la indecencia de cobrar persones
vitalicias por haber desempeñado un cargo político. ¿Que es indecente? ¡sin
duda!
Si queremos
aspirar a unos horizontes de auténtica libertad, es necesario auspiciar el
inicio de una revolución de las ideas. Para ello se requiere la potenciación de
la cultura, la formación de las personas y la organización de nuestra sociedad.
Y todo presidido, imprescindiblemente, por un ejercicio ya en desuso: pensar.
José
Campanario